CIUDAD DE MÉXICO (apro).—La agencia calificadora Moody’s Investors Service advirtió que la caída del precio del petróleo debilita la perspectiva de transferencias federales.
En un reporte, la firma con sede en Nueva York explicó que la caída del precio de la Mezcla Mexicana del Petróleo, la cual ya se encuentra en los 18 dólares por barril, debilitará el crecimiento de algunas transferencias federales a los gobiernos locales y regionales (RLG, por sus siglas en inglés) mexicanos que están parcialmente financiadas con ingresos del petróleo, un factor crediticio negativo.
No obstante, acotó, el sector se beneficiará principalmente del fondo de contingencia y probablemente de los contratos de cobertura en 2020, suavizando el efecto financiero en el sector hasta el final del año.
“Las transferencias federales no etiquetadas (participaciones) representan algo más de un tercio de los ingresos totales de los estados mexicanos y si bien estas transferencias se financian principalmente con la recaudación de impuestos federales, también incluyen los ingresos petroleros que fluyen hacia el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo”, explicó.
El reporte elaborado por Matthew Walter acotó que sin una recuperación global del precio del petróleo y dadas las expectativas de que la producción no aumentará significativamente este año, los ingresos petroleros disminuirán en 2020, generando una presión moderada en las finanzas de los RGL mexicanos, al mismo tiempo que la desaceleración en el crecimiento económico crea otros factores adversos en el sector.
En este contexto, Moody’s estimó que en un escenario en el que los precios no se recuperan a lo largo del año, el crecimiento de las participaciones sería menor que el 3.9% proyectado en el presupuesto, aunque ciertos factores ayudarían a limitar el déficit.
Por un lado, señaló, el peso de los ingresos petroleros respecto a las participaciones ha disminuido en los últimos años. Entre 2012 y 2014, por ejemplo, los ingresos petroleros representaron en promedio el 29% del Fondo general de participaciones en comparación con el promedio de 12% entre 2017 y 2019.