“Lo último que necesita un país es abrir escuelas y negocios, sólo para verse obligado a cerrarlos nuevamente debido a un resurgimiento”, afirmó en conferencia de prensa.

El experto reconoció que muchos países han introducido medidas sin precedentes a un costo social y económico significativo: cerrar escuelas y negocios, cancelar eventos masivos y pedir a las personas que se queden en casa y se mantengan a salvo.

“Entendemos que estos países ahora están tratando de evaluar cuándo y cómo podrán facilitar estas medidas. La respuesta depende de lo que hagan los países mientras se implementen estas medidas para toda la población”, dijo.

Y añadió que pedirle a la gente que se quede en casa y cerrar el movimiento de la población es ganar tiempo y reducir la presión sobre los sistemas de salud, pero admitió que todas esas medidas por sí solas no extinguirán las epidemias.

El objetivo de estas acciones, acotó, es permitir las medidas más precisas y específicas que se necesitan para detener la transmisión y salvar vidas.

Por tal razón, hizo las siguientes recomendaciones:

- Expandir, capacitar y desplegar la fuerza de trabajo de atención médica y salud pública.

- Implementar un sistema para encontrar cada caso sospechoso a nivel comunitario.

- Aumentar la producción, capacidad y disponibilidad de las pruebas.

- Identificar, adaptar y equipar las instalaciones que usará para tratar y aislar a los pacientes.

- Desarrollar un plan y un proceso claros para poner en cuarentena los contactos.

- Reenfocar todo el gobierno en suprimir y controlar covid-19.

Según el director de la OMS, todas esas medidas son la mejor manera de suprimir y detener la transmisión, de modo que cuando se levantan las restricciones, el virus no resurja.