CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El choque de trenes del pasado martes 10 en la estación Tacubaya de la línea 1 del Metro, que dejó un muerto y 41 lesionados, fue por omisiones de operación del conductor de un tren y la reguladora, contra quienes se abrirá una carpeta de investigación por los delitos de homicidio culposo y lesiones, informó la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México. En un mensaje de video-transmisión, que no permitió preguntas de la prensa, el vocero Ulises Lara dio a conocer los principales resultados del peritaje realizado por la FGJ, en el que participaron 12 especialistas, y “coincide” con el realizado por la empresa alemana TÜVRheinland, contratada para hacer un dictamen independiente, puntualizó. Lara dijo que los resultados se obtuvieron a partir de los análisis de caja negra, radio Tetra, telefonía fija, videos y documentos técnicos. Los hechos Según el vocero, el incidente ocurrió a las 23:38 horas, cuando al salir de la estación Tacubaya, rumbo a la estación Observatorio, el conductor del convoy 33 recibió alertas en su tablero de control. Ante esta situación –abundó-- el sistema de seguridad del tren actuó, “bloqueándose en automático”. De acuerdo con los manuales operativos en el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), añadió, “el conductor estaba obligado a aplicar el frenado del convoy, mediante la maniobra de estacionamiento de emergencia en rampa”. Además, “la reguladora de la línea no instruyó al conductor a realizar esas medidas, que implicaban mantener el convoy detenido de forma segura, sino por el contrario, le instruyó a que avanzara”. Según la descripción, el conductor cambió el modo de pilotaje automático a manual limitado, con la autorización de la reguladora del Puesto Central de Control. “Cabe señalar que en este modo de conducción no se cuenta con ningún dispositivo de seguridad del tren”, aclaró el vocero. Mientras mostraba un video, Lara describió: “A partir de ese momento y durante ocho minutos, en el video se observa a diferentes personas que entraron y salieron de la cabina del conductor, cuando los manuales señalan que para ese momento debería ponerse en frenado manual y con calzas en cada vagón y desalojar el tren”. De acuerdo con el registro de la caja negra, se observó que “las diferentes maniobras provocaron que se perdiera la presión del aire del sistema de frenado”. Y debido a la pendiente de la estación y el peso del tren, éste comenzó a deslizarse en reversa hasta alcanzar una velocidad de 51 kilómetros por hora y chocar con el tren 38 que estaba estacionado en la estación Tacubaya. Durante esos ocho minutos, conforme a los protocolos, el Puesto Central de Control nuevamente debió ordenar que se aplicara el freno de estacionamiento de cada vagón, desalojar el tren, así como prevenir a tiempo al operador del convoy 38, que se encontraba en la estación Tacubaya, “lo cual no ocurrió”. [embed]https://www.proceso.com.mx/621333/chocan-trenes-metro-tacubaya[/embed] Las conclusiones María Seberina Ortega López, coordinadora general de Servicios Periciales de la FGJ, leyó cinco conclusiones del peritaje. En primer lugar, dijo, el accidente “pudo evitarse si el conductor del tren 33 y la reguladora hubieran actuado conforme a los manuales técnicos operativos del STC, mismos que conocían y para los cuales fueron capacitados”. Agregó que el tren 33 recibió su último mantenimiento el 9 de marzo, es decir un día antes del choque, “y funcionaba correctamente”. La funcionaria aseguró que las instalaciones del Metro “cuentan con las medidas de seguridad requeridas para la operación y funcionamiento, en particular en el tramo que comprende la estación Tacubaya-Observatorio”. Además, apuntó, el sistema intrínseco y redundante de seguridad operativa del tren funcionaba de manera correcta, y de los dictámenes “se desprende que el Metro continúa siendo un medio de transporte eficiente y seguro, tanto para los usuarios como para su personal”. Por último, Ulises Lara informó que la FGJ ya integra la carpeta de investigación correspondiente, en las hipótesis de homicidio culposo y lesiones, “para que en su momento se ejerza acción penal”.