CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El gobierno mexicano mandó un
proyecto de resolución a la ONU para que el organismo internacional “asumiera un papel activo para garantizar el acceso a medicamentos y equipos médicos a través de una cooperación internacional efectiva y solidaria” respecto al covid-19, y para contrarrestar las “prácticas monopólicas o especulativas que aumentan costos y retrasen la recuperación de la población mundial”.
“Se trata de evitar el acaparamiento de insumos y que el beneficio sea para todos los que los necesiten, bajo principios estrictos de una justa distribución, eficacia, seguridad, equidad y asequibilidad”, planteó la delegación mexicana en Nueva York, encabezada por Juan Ramón de la Fuente.
El proyecto de resolución hace eco a la petición que expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la
videoconferencia que sostuvieron los jefes de Estado del G20 el pasado 26 de marzo; en este evento inédito, el mandatario pidió que la ONU “intervenga” para garantizar un reparto justo de aparatos y medicinas entre países, y para que no haya especulación.
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Compras de pánico
Tras el incremento descontrolado del número de infecciones y muertes a nivel internacional, los gobiernos de los países realizaron sus propias “compras de pánico” para conseguir cubrebocas, medicamentos y respiradores artificiales; ante la importante demanda y una oferta insuficiente –a pesar de que los fabricantes de respiradores duplicaron o triplicaron su producción--, los precios se dispararon, los productos escasearon y personajes sin escrúpulos hicieron jugosos negocios.
El pasado 1 de abril, por ejemplo, ciudadanos estadunidenses compraron aeropuertos de China lotes de máscaras que el gobierno francés había comprado; las compras se hicieron “en efectivo”, por un precio tres o cuatro veces mayor al del gobierno galo.
Ante ello, los gobiernos –como de Estados Unidos-- pidieron a sus sectores industriales que reconviertan sus plantas de producción para fabricar respiradores, o compiten entre sí para adquirir de emergencia los insumos médicos; el gobierno mexicano anunció que empezó a reparar mil 500 respiradores descompuestos que estaban almacenados, los cuales se sumarían a los 5 mil disponibles en el país.
El proyecto de la delegación mexicana ante la ONU propone que haya “acceso efectivo a medicinas, pruebas diagnósticas y vacunas (que ya vienen en camino), así como al equipo médico que se requiere para enfrentar la pandemia del COVID-19”, e invita gobiernos y sector privado a “trabajar en conjunto para acelerar la investigación y el desarrollo de tecnologías, a fin de compartir los beneficios que traerán los nuevos medicamentos antivirales y las vacunas que se están desarrollando”.
