La pandemia del coronavirus ya alcanzó al deporte mundial y lo sacudió. En un hecho histórico, el Comité Olímpico Internacional y el país sede de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 anunciaron que la justa se pospondrá un año. Más allá de las consecuencias económicas, el aplazamiento pone en jaque a deportistas que planeaban retirarse y da un respiro a los lesionados, a los jóvenes –para que puedan prepararse mejor– y a los que están peleando para que les levanten castigos por dopaje.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– A las cinco de la madrugada del martes 24, el presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos Padilla Becerra, recibió una alerta de la Junta Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional (COI) en la que se le pidió estar pendiente del comunicado que, en breve, iba a dar a conocer el titular del principal organismo del olimpismo mundial, Thomas Bach.
Padilla Becerra no dejó de recibir reportes hasta que llegó la inevitable decisión: el COI confirmaba el aplazamiento por un año de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 a causa de la contingencia sanitaria por el brote del covid-19, declarado pandemia el miércoles 11 marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Minutos antes, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, decidió plantearle al COI la inminente postergación de los Juegos Olímpicos, programados para dar inicio el 24 de julio. El propio Abe anunció el aplazamiento de la justa a las puertas de su residencia en Tokyo, donde se detuvo el reloj de los Juegos Olímpicos.
Enseguida, Bach hizo pública la resolución del organismo por medio de un comunicado en el sitio oficial del COI que, junto al gobierno japonés, acordó que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos conserven el nombre inicial: “Tokyo 2020”. La llama olímpica también permanecerá en el país sede.
Si bien Carlos Padilla presentía la histórica resolución del COI, dice a
Proceso, desconocía que en la víspera la Organización Mundial de la Salud había advertido a los organizadores de los juegos sobre la aceleración exponencial del virus.
“Nunca hemos visto que un virus se expanda de esa manera”, dijo un día después el presidente del COI, pese a que 48 horas antes consideró que el aplazamiento resultaría “la solución menos justa”.
La postergación de Tokyo 2020 para 2021, cuya fecha todavía está por definirse, no sólo impacta en lo económico al COI y al comité organizador, sino que repercute directamente a más de 11 mil deportistas de los 206 países que se alistaban para la justa veraniega.
Beneficio para algunos
Ante este panorama, Valentín Yanes González, subdirector de Calidad para el Deporte de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), advierte que los atletas mexicanos no pueden pensar que la preparación para Tokyo 2020 no inicia sino hasta que concluya la pandemia. “Arranca desde ahora que se cancelaron los Juegos Olímpicos”.
Explica que los deportistas no pueden descansar. “Todo aquel que rompa su programa y se quede descansando en casa, o no cumpla con un programa individual, está perdido. Si el entrenador se desconecta de su deportista, está perdido. Los atletas que estaban clasificados o preparándose y aquellos que todavía no han clasificado tienen que empezar por hacer un programa individual directo, tocando sus puntos débiles, sus aspectos individuales, las características de cada uno de ellos, hasta que inicien los entrenamientos de forma normal. Eso es fundamental”.
En entrevista, Yanes González refiere que los trabajos individuales deben aplicarse principalmente en las disciplinas de precisión, como tiro con arco o tiro deportivo. Menciona que desde casa el deportista puede trabajar varios aspectos, como equilibrio, fuerza en los brazos o en los hombros. “Más que nunca el entrenador tiene que aportar creatividad y el atleta deberá poner voluntad y compromiso. Los próximos Juegos Olímpicos serán de mucha creatividad”.
El metodólogo de la Conade explica las complicaciones que deberán resolverse con el desfase que implica la resolución del COI. “Hay que preocuparse por la afectación del próximo ciclo olímpico, porque en lugar de realizarse en un periodo de cuatro años esta vez será de cinco, mientras que el siguiente ciclo se reducirá a tres años.
“No se contará con el año de preparación del siguiente ciclo porque 2022 marca el inicio del próximo periodo olímpico con los Juegos Centroamericanos y del Caribe. El calendario de competencias del siguiente ciclo también deberá ser valorado. Ahí está la duda.”
Aun así, Yanes considera que la medida no impactará a todos los deportistas por igual. Incluso, destaca una ventaja para aquellos que estén lesionados porque tendrán más tiempo para recuperarse. Además, los más jóvenes tendrán más tiempo para prepararse.
Sin embargo, “hay otros atletas en proceso de retiro que prácticamente estarán llegando a Tokyo 2020 con el último aire”.
Entre quienes perfilan su despido tras los Juegos Olímpicos y ahora deberán estirar su carrera deportiva se encuentran la clavadista Paola Espinosa, quien en julio cumplirá 34 años, y María del Rosario Espinoza, quien celebrará sus 33 años en noviembre.
Con una presea olímpica de bronce en Beijing 2008 y una de plata en Londres 2012, Paola acumula cuatro participaciones en Juegos Olímpicos; en tanto, María del Rosario (taekwondo) es la única mexicana que tiene tres medallas olímpicas: oro en Beijing 2008, bronce en Londres 2012 y plata en Río 2016.
El metodólogo considera que el aplazamiento de los juegos afecta principalmente a María del Rosario por tratarse “de un deporte individual, pero táctico”.
En el caso de Paola, expone, con una buena preparación no tendrá dificultad para llegar a Tokyo 2020. “Dependerá de cómo reprogramen el trabajo en esta última etapa”.
Sobre la dificultad que implica para los demás atletas el aplazamiento que los tomó en plena carrera hacia los Olímpicos, a punto de alcanzar su máximo nivel de preparación, Yanes dice que el problema va más allá de bajar la carga de rendimiento.
“El atleta rompe el proyecto deportivo que trae porque ya está cercano a la competencia, introduciendo otros medios en la preparación con programas no tan especiales, sino yendo a aspectos físicos y técnicos.”
La cuestión –agrega– está en la manera en la cual se estructurará el macrociclo para los juegos, con base en el calendario de competencia que se establezca.
“Si Tokyo 2020 lo quieren reprogramar para abril, se hará un ciclo muy corto, y si le agregan competencias clasificatorias antes de abril, será más complicado. Eso sí afecta al atleta. Es peor que este corte efectuado ahora.”
Valentín Yanes plantea que el COI tendrá que darle un periodo lógico al nuevo calendario de Tokyo. “Hay que cortar la preparación, hacer un programa de trabajo individual por atleta y luego elaborar un ciclo en función de la fecha de la competencia. La reprogramación indicada sería de aproximadamente un año, entre julio y agosto”.
Advierte que los deportistas no estarán preparados si comienzan a entrenar para las competencias clasificatorias en diciembre. “Entre más rápido se defina el calendario olímpico será más fácil estructurar. Si comenzamos a darle largas, la gente estará trabajando a ciegas”.
El aplazamiento no sólo beneficia a los atletas lesionados, también es como una bocanada de oxígeno para quienes apelaron una sanción por dopaje, como Lupita González, subcampeona olímpica y mundial en 20 kilómetros, quien está a la espera de una nueva resolución. Desde mayo último está suspendida por cuatro años.
Competencia con el futbol
La reprogramación de Tokyo 2020 implica también un problema de logística porque deberá armonizarse con otros torneos internacionales que también fueron aplazados para 2021, como la Eurocopa y la Copa América.
Además, las organizaciones que están detrás de los Olímpicos deberán coordinarse con otras entidades, como la Unión Europea de Futbol, para evitar el empalme de competencias y anticiparse a los posibles conflictos de interés que pudieran tener con las televisoras dueñas de los derechos de transmisión.
De momento, el calendario deportivo internacional 2021 ya tiene el Campeonato del Mundo de Atletismo en pista cubierta, del 11 al 13 de marzo; el Campeonato Mundial de Natación, del 16 de julio al 1 de agosto; el Campeonato del Mundo de Atletismo, del 6 al 15 de agosto; el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística, del 18 al 24 de octubre, y aún están pendientes otros torneos, como la Copa América.
El miércoles 25, Bach afirmó que no se cierra a ninguna opción para elegir la nueva fecha para Tokyo 2020, sin descartar que se realice en la primavera. El acuerdo, dijo, es organizar los juegos a más tardar en el verano de 2021. Todas las opciones están sobre la mesa para antes o en esas fechas.
“Hay que consultarlo con las 33 federaciones internacionales para este jueves (27 de marzo). Es el primer paso. Después tendremos que tomar en cuenta el calendario deportivo y otras cuestiones. Será tan pronto como sea posible, pero la prioridad es tener la opinión de todas las partes.”
Otro asunto a solventar es la venta de los 5 mil departamentos de la Villa Olímpica que, de acuerdo con el contrato, deberán entregarse este mismo año a sus propietarios.
La pandemia del covid golpeó como nunca al deporte en el mundo, pero Tokyo 2020 era la única competencia que se había mantenido firme. Todavía el domingo 22 el COI reiteró en un comunicado oficial que analizaría los posibles escenarios en las próximas cuatro semanas.
Un día después, el Comité Olímpico de Estados Unidos solicitó al Comité Organizador de Tokyo 2020 el aplazamiento de los Juegos. “Lamentamos que no haya una medida que pueda resolver todas las preocupaciones que enfrentamos. Está más claro que nunca que el camino hacia el aplazamiento es el más adecuado”, agregó el comunicado.
En la víspera, los comités olímpicos de Canadá y Australia anunciaron que no enviarían a sus atletas a Tokyo 2020, para prevenir riesgos de salud. Ambas organizaciones expresaron su apoyo para la postergación.
Dos días después del pronunciamiento del Comité Olímpico de Estados Unidos vino el repentino cambio del COI. Los tres primeros Juegos Olímpicos suspendidos fueron a causa de la Primera y Segunda Guerras Mundiales. Sin embargo, esta es la segunda ocasión que le ocurre a Japón, la primera vez fue en 1940.
El jueves 26 el COI garantizó que en los Juegos de Tokyo participarán todos los deportistas que ya consiguieron su plaza olímpica. Padilla Becerra, presidente del COM, confirma a Proceso que se les respetará su lugar a todos los atletas nacionales que ya ganaron sus plazas.
México tiene 150 plazas para Tokyo 2020. De esos lugares, 80 ya están confirmados, aunque no todos los boletos tienen nombre y apellido pues en algunos casos los pases deberán decidirse vía eliminatorias. Padilla afirma que el Comité Olímpico Mexicano está a la espera de las reglas que establecerán el COI y las federaciones internacionales.
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Carlos Padilla presidente del Comité Olímpico Mexicano. Foto: Eduardo Miranda/Procesofoto[/caption]
Pedirán apoyo federal
El aplazamiento de los Juegos Olímpicos también impacta económicamente. Padilla esboza la situación mexicana: “Traíamos un programa integrado con nuestros patrocinadores, ya nos habían dado anticipos e hicimos algunos pagos en Tokyo. Ahora tenemos que renegociar con los patrocinadores para que nos respeten los anticipos y los pagos que ya se hicieron en Japón”.
Adelanta que gestionará ante el COI y Solidaridad Olímpica becas para los atletas. Además, pretende una gestión similar ante la iniciativa privada, y para los campamentos y preparación de los atletas buscará también la ayuda de Panam Sports (antes Organización Deportiva Panamericana).
“Ante la situación económica que estamos viviendo buscaremos que el gobierno federal también pueda soportar de alguna manera y permita a los atletas continuar desarrollándose con el apoyo de los recursos del pueblo.”
Según el presidente del COM, la Conade se encargó de la preparación de los atletas hasta antes del aplazamiento de los Olímpicos. “Lo estaba haciendo bien. No obstante, ahora requerirán mayores recursos por el incremento en los boletos de avión y del hospedaje ante esta situación”.
El viernes 27, Carlos Padilla participó en una teleconferencia en la que estuvieron enlazados los titulares de Panam Sports, Neven Ilic; de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe), Luis Mejía; del Comité Olímpico de España, Alejandro Blanco, así como los responsables de los comités olímpicos de Argentina y Uruguay.
El grupo analizó los nuevos sistemas de calificación que ya trabajan con las federaciones internacionales y los apoyos de Solidaridad Olímpica, que a México le resultan de vital importancia respecto de la ayuda que recibe del gobierno federal.
Sin embargo, aún tardará en darse a conocer la nueva fecha del arranque de los Juegos Olímpicos porque deben valorarse otros aspectos, como las condiciones del clima y los calendarios escolares.
Sobre los campeonatos mundiales de atletismo y natación programados para 2021, Carlos Padilla adelanta que estas federaciones internacionales se ajustarán al programa de Tokyo 2020. Los nuevos calendarios de las competencias mundiales los darán a conocer sus respectivos organismos tan pronto como se anuncie la nueva fecha.
Este reportaje se publicó el 29 de marzo de 2020 en la edición 2265 de la revista Proceso.