CHIPANCINGO, Gro. (apro).- Sin equipo de seguridad, en sandalias y bermudas laboran sepultureros en el panteón municipal de El Palmar en el puerto de Acapulco, Guerrero, donde se habilitaron 70 fosas para enterrar a personas fallecidas por covid-19. Las 300 fosas planteadas en este cementerio están destinadas a personas de escasos recursos debido a que familiares de las víctimas no tienen dinero para pagar servicios de cremación como han sugerido las autoridades federales, ya que que aumentaron de cinco mil a 20 mil pesos, señalaron autoridades porteñas desde la semana pasada. Al respecto, los trabajadores del panteón municipal de El Palmar informaron a medios locales que hasta el momento han sido sepultadas 19 personas fallecidas por covid-19 y en promedio están llegando tres cuerpos por día. Además, narraron que a diferencia de otros funerales en estos casos, sólo llegan máximo hasta dos familiares y la inhumación se realiza sin las ceremonias habituales para cumplir con la indicación de las autoridades y evitar más contagios. No obstante, en las imágenes difundidas por medios de comunicación, se observa a algunos sepultureros sin medidas básicas de protección y trabajando en un ambiente asfixiante de 30 grados.

“Quédate en casa”

Mientras el gobernador Héctor Astudillo Flores y el líder de pepenadores, Fernando Román Sánchez, movilizaron a recolectores de basura en esta capital para invitar a la población a quedarse en casa. https://twitter.com/HectorAstudillo/status/1265320065970438147?s=20 A través de un acto oficial realizado en la residencia oficial Casa Guerrero, el mandatario habilitó esta tarde a 150 choferes de camionetas recolectoras de basura como brigada de perifoneo, actividad considerada como no esencial, con el propósito de reducir la movilidad en la capital de la entidad. Los recolectores de basura utilizados por el gobierno estatal forman parte de un sector desprotegido de la sociedad porque en su mayoría habitan en zonas de alta marginación, hacinados y sin servicios básicos para garantizar la salubridad, además de desempeñar una labor de alto riesgo ante los niveles de contagio en Chilpancingo.