CIUDAD DE MÉXICO (apro). - El Banco de México (Banxico) anticipó que el impacto del covid-19, en el peor escenario, será una caída de la economía mexicana de hasta 8.8% en 2020, además de que arrojará 1.4 millones de desempleados.
Al presentar su Informe Trimestral de Inflación, el banco central señaló que si bien desde inicios de 2020, y previo a la propagación de covid-19, la actividad económica mantenía el estancamiento observado por varios trimestres, en marzo la producción resintió la marcada debilidad de la economía global y disrupción en las cadenas globales de valor, así como las medidas adoptadas para contener la propagación de la pandemia, lo que se reflejó en una importante caída del producto en el primer trimestre del año.
Además, agregó, se espera que dichas afectaciones sean de mayor magnitud en el segundo trimestre, y que ello se refleje en una importante contracción de los principales componentes de la demanda agregada, dando lugar a fuertes disminuciones en el empleo.
https://twitter.com/Banxico/status/1265712126678753281
El instituto, encabezado por Alejandro Díaz de León, aclaró que el hecho de que la evolución de la pandemia aún está en proceso tanto a nivel global como nacional genera un alto grado de incertidumbre para cualquier proyección de la actividad económica de México.
En particular, aún es incierta la duración y profundidad de la pandemia, tanto en México, como en otros países. Ello, a su vez, implica incertidumbre sobre la duración y severidad de las medidas de contención y de distanciamiento social que será necesario adoptar y mantener.
“Además, incluso ante el eventual relajamiento o levantamiento de muchas de las medidas de contención, existen riesgos de brotes adicionales y se desconoce cuándo podría haber un tratamiento efectivo o vacuna disponible”, acotó.
Los escenarios
El Banxico prevé tres escenarios.
En el primero, el escenario de afectación tipo V, los daños económicos -provocados tanto por la debilidad de la demanda externa causada por la pandemia, como por una menor producción de diversos sectores de actividad en cumplimiento de las medidas de distanciamiento social- se concentran en el primer semestre del año.
Posteriormente, se supone una recuperación relativamente rápida de la actividad económica, que persiste a principios de 2021, normalizándose el ritmo de crecimiento de la actividad en el resto del horizonte. Ello resultaría en una contracción del PIB de -4.6% en 2020 y una expansión de 4% en 2021.
En el segundo caso, es decir, en el escenario tipo V profunda, las afectaciones a la actividad económica son más intensas y se extienden al tercer trimestre del año, para luego presentar una reactivación hacia el cierre del año y durante 2021. Ello daría lugar a una caída del PIB de -8.8% en 2020 y un crecimiento de 4.1% en 2021.
Finalmente, en el escenario de afectación tipo U profunda la debilidad de la actividad económica causada por el choque en el primer semestre de 2020 se extiende durante el resto del año, seguido de una recuperación lenta durante 2021. Ello ocasionaría un retroceso del PIB de -8.3% en 2020 y una disminución adicional de -0.5% en 2021.
Los riesgos
Sin embargo, existen varios riesgos.
De entrada, que, con el objetivo de evitar mayores contagios, se prolonguen las medidas de distanciamiento social o se implementen medidas más estrictas, ocasionando una mayor o más prolongada parálisis de la actividad económica, tanto a nivel global, como nacional.
Que se observen episodios adicionales de volatilidad en los mercados financieros internacionales; que las medidas de apoyo adoptadas, tanto a nivel nacional, como internacional, no sean efectivas o de suficiente alcance para evitar cambios en la estructura productiva más duraderos como resultado, por ejemplo, de quiebras de establecimientos o histéresis en el desempleo.
Asimismo, que las secuelas de las afectaciones causadas por la pandemia sobre la economía sean más permanentes si, por ejemplo, implican rompimientos en las cadenas globales de valor o posiciones más proteccionistas en distintos países. En particular, en un contexto de elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Que se observen deterioros adicionales en la calificación de la deuda soberana y de Pemex; aunado a la continuidad de la debilidad de los componentes de la demanda agregada que venían presentando incluso antes del episodio de pandemia.