Amnistía denuncia uso indebido del gas lacrimógeno contra protestas

viernes, 12 de junio de 2020 · 14:40
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El uso desmedido e irregular de gas lacrimógeno que los cuerpos policiacos utilizan para disolver protestas y manifestaciones en casi todo el mundo está desatando innumerables casos de violación a los derechos humanos, acusó Amnistía Internacional (AI). “Nos hacen creer que el gas lacrimógeno es un medio seguro para dispersar multitudes violentas, que evita tener que recurrir a armas más nocivas, pero demostramos que las fuerzas policiales están haciendo un uso indebido de él, y en escala generalizada”, denunció Sam Dubberley, director del Programa de Respuesta a las Crisis de AI. A un año de los violentos disturbios ocurridos el año pasado en Hong Kong, la organización defensora de derechos humanos,presentó el sitio interactivo ‘Tear Gas: An investigation‘, en el que da cuenta de lo casos donde el uso excesivo de gas ha llevado a los manifestantes hasta la muerte. Con base en 500 videos de protestas y decenas de entrevistas con jóvenes que se han visto involucrados, la organización reveló que, en 22 países se han presentado al menos 80 casos, que exhiben una alarmante tendencia de uso generalizado e ilegítimo de un gas que puede mutilar y matar. https://twitter.com/amnesty/status/1271425674604052485?s=20 Los casos se han perpetrado a través de las ventanas de los autos, al interior de un autobús escolar, en cortejos fúnebres, en pasillos de hospitales, edificios residenciales, en el metro, en plazas comerciales y hasta en calles prácticamente vacías. En su mayoría, la policía tiene al menos cuatro modos para soltar los cartuchos de gas: de forma directa, desde camiones, tanques y drones que son controlados a gran velocidad. Las víctimas son las mismas, sin importar la protesta: estudiantes de secundaria, médicos, periodistas, migrantes y defensores de derechos humanos. https://www.proceso.com.mx/615399/gases-lacrimogeno-migrantes-tapachula
Gas lacrimógeno: voces del atropello
“Los soldados dispararon gas lacrimógeno y munición real en el hospital. Después vinieron varios a la sala de urgencias y dispararon cuatro cartuchos de gas; el único cartucho que explotó estaba bajo la cama de un hombre de 70 años que había sufrido un paro cardiaco. Murió a los 10 minutos”, atestó uno de los médicos. El 1 de junio de 2020, durante el tercer día de las revueltas desatadas por el asesinato del afroamericano George Floyd, en calles de Filadelfia, en Estados Unidos, AI denunció como las ráfagas de gas lacrimógeno fueron disparadas en contra de los manifestantes que se quedaron atrapados en un desnivel de una autopista sin salida. A las afueras de un hospital ubicado en Jartum, capital de Sudán, personal médico de Omdurmán, relató que, un grupo de soldados y fuerzas de seguridad tomaron por asalto la sala de urgencias del hospital y lo llenaron de gas tóxico, que dejó afecciones respiratorias en 10 personas. Amnistía Internacional hizo un llamado urgente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que se regule de manera más estricta el comercio global del gas lacrimógeno y que, además, se incluya en los controles internacionales sobre armas menos letales y dispositivos de inmovilización. Patrick Wilcken, investigador sobre Control de Armas, Seguridad y Derechos Humanos exhibió que en México, Venezuela, Estados Unidos, Chile, Turquía, Líbano, Israel, Palestina, Francia, Bolivia, Irak, y otros 14 países, “malinterpretan cómo y cuándo pueden usarlo de forma legítima, mientras que otros prefieren hacer caso omiso de esas instrucciones y algunos lo utilizan como arma”. El estudio también reveló que las empresas Cavim, Condor Non-Lethal Technologies, DJI (encargada de producir drones que son utilizados para lanzar gas lacrimógeno en Gaz), Falken, PepperBall, The Safariland Group y Tippmann Sports LLC, son las principales encargadas de crear los artefactos. (Manuel Alejandro Godínez López)

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