La segunda temporada de 'Enemigo íntimo”

lunes, 29 de junio de 2020 · 08:57
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Rodada en México y España, la segunda temporada de la serie mexicana-estadunidense Enemigo íntimo se centra en el odio que existe entre la narcotraficante Roxana Rodiles Gallardo (Fernanda Castillo) y su hermano, el policía Alejandro Ferrer (Raúl Méndez). Es una producción de Argos Comunicación y Telemundo Global Studios que se estrenó el pasado 22 de junio en el canal Telemundo, bajo la dirección de los destacados Walter Dohener, Danny Gavidia y Felipe Pipe Aguilar. Ahora Roxana, quien ya no puede esconderse bajo nombre de El Profesor, luchará para restablecer el cártel Mil Cumbres, pero Alejandro no la dejará. En la primera etapa se muestra que Alejandro, un niño de 10 años, juega con su hermanita próxima a cumplir los cuatro cuando sus padres son asesinados y su hermana es secuestrada. Pasan 25 años y el pequeño se convierte en el capitán Alejandro, en Ciudad Juárez. Pero al otro lado del mundo, Roxana cae en una trampa y es recluida en Las Dunas, cárcel que alberga en simultáneo a hombres y mujeres. Ahora se integran al elenco Luis Alberti, Germán Bracco, Julio Casado, Irán Castillo, Tiago Correa, Erick Chapa, Leonardo Daniel, Jorge Gallegos, Héctor Kotsifakis, Aitor Luna, Yuvanna Montalvo, Manuel Ojeda, Amaranta Ruiz, Ruy Senderos, Alejandro Speitzer y Elyfer Torres, entre otros. El joven actor Germán Bracco es Manuel Salas en esta drama. Quedó huérfano a muy temprana edad, pero creció dentro del mundo del narco porque su padre estaba involucrado con el cártel de los Zopilotes. Manuel trata de seguir los pasos de su progenitor, por lo que busca entrar al cártel del Bere Bere, interpretado por Alejandro Speitzer. En entrevista por teléfono, Bracco explica que esta historia “está más allá de un relato de acción y narcotráfico porque plantea personajes reales que si no toman las decisiones correctas, habrá consecuencias”. Aquí dos hermanos luchan, dice, “y uno debe atrapar al otro”. Prosigue: “Se dan cuenta que no pueden arreglar el pasado. Cada quién tomó una decisión y ahora deben tomar al toro por los cuernos, y se hacen una declaración de guerra hasta las últimas consecuencias”. Bracco, nacido el 22 de agosto de 1998 en la Ciudad de México, participó en la nueva versión de La usurpadora. En teatro trabajó como Knox Overstreet en la obra La sociedad de los poetas muertos. Respecto a su papel en Enemigo íntimo explica: “Manuel Salas empieza a sobrevivir en un cártel. Es sagaz, persuasivo, sabe lo que la gente quiere, puede trabajar bajo presión, pero no es un hombre de armas, no es rudo, y se empieza a dar cuenta poco a poco de que lo más fácil no es lo correcto. Con Salas se cuenta el problema del narcotráfico desde la perspectiva de un joven, de cómo lo ven las nuevas generaciones. Deben de observar los jóvenes que sus problemas no los resuelven con el narcotráfico, es una decisión equivocada. Espero que al ver este tipo de personajes reflexionen y vean que ese no es el camino”. Cuenta que el elenco tuvo la total libertad de los tres directores: “Vi varios documentales de cómo se vive el mundo del narco, investigué todo acerca de Ciudad Juárez. Empecé a leer mucho, de cómo funciona el crimen organizado. Después se le tuvo que dar un lado humano a Salas”. --¿Cómo se sintió con el resto del elenco? --Muy contento. La primera temporada de Enemigo íntimo fue bastante exitosa. Para esta segunda, igual todos se entregaron al cien por ciento. Había mucho ánimo que motivaba. Al principio me costó un poco de trabajo manejar el personaje, sobre todo físicamente, en la forma de moverse, pero después ya no. Aprendí de su visión de Manuel, de que todos los obstáculos los convertía en oportunidades para realizar mejor las cosas, aunque él no se dé cuenta, pero así es. Así que me quedo con eso definitivamente. Te recomendamos: Filman serie de TV en penal de Morelos

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