CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El 18 de julio de 2005, el perímetro original de Ciudad Universitaria integrado por el Estadio Olímpico, el Circuito Interior Universitario, con los edificios de Rectoría, Biblioteca Central y las facultades que lo integran, así como la Alberca Olímpica, los frontones y las áreas deportivas, fue declarado Monumento Artístico de la Nación. Casi 15 años después, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recordó en un boletín que este espacio fue el primer conjunto arquitectónico en ser catalogado Monumento Artístico de la Nación. De acuerdo con el decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), esta obra arquitectónica y urbanística, desarrollada por los arquitectos Mario Pani y Enrique del Moral y construida entre los años de 1949 a 1952, logra consolidar una interpretación nacionalista propia y es uno de los más notables ejemplos urbanísticos de México. “Esta obra, cumbre de calidad e innovación de la arquitectura mexicana, con gran despliegue y asimilación de avances técnicos, fue edificada tomando en cuenta las nuevas necesidades de esa casa de estudios, lo que permitió una profunda integración plástica, a cuya convocatoria respondieron arquitectos, ingenieros y artistas plásticos en cantidad y calidad sin precedente, para dar como resultado la adaptación de la obra al medio en un modelo urbanístico funcional”, se lee en el documento. La obra, según el decreto, puede incluirse en el movimiento moderno, el cual se caracteriza por el funcionalismo y racionalismo y se inclina más a la estructura y al espacio, “dando lugar a una síntesis entre las corrientes internacionales y algunos elementos tomados de la tradición, que constituye el ejemplo más representativo de la arquitectura moderna mexicana”. En el marco de los 15 años de que Ciudad Universitaria fuera acreedora a la categoría de Monumento Artístico de la Nación, la UNAM recordó que fue seleccionada por la extraordinaria arquitectura del conjunto original, que alberga diez murales realizados entre 1952 y 1956 por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Juan O'Gorman, Francisco Eppens y José Chávez Morado. De estos murales, comentó, seis pueden ser visitados y apreciados con motricidad gracias al proyecto “Murales en movimiento”, en el que se dio vida a los mismos a través de plataformas audiovisuales, fotografía, animación y figuras en 3D. Abel Zúñiga, egresado de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), y desarrollador del proyecto explicó que intentó retratar cómo sería la Biblioteca Central si por un segundo cobraran vida los elementos. “Es como un códice en movimiento, como si fuera un engrane de elementos que se mueven en conjunto, como si fuera una maquinaria completa, la historia de nuestro país”. El proyecto integra las animaciones de los murales “La Conquista de la Energía” y “El retorno de Quetzalcóatl” de José Chávez Morado; la escultopintura “El Pueblo a la Universidad. La Universidad al Pueblo. Por una cultura nacional neohumanista de profundidad universal” y “Las Fechas en la historia de México o el derecho a la cultura” de David Alfaro Siqueiros; “La superación del hombre por medio de la cultura” de Francisco Eppens y “Representación histórica de la cultura” de Juan O’Gorman, se encuentran disponibles para su apreciación en la página de Facebook Campus Central de Ciudad Universitaria UNAM. En el decreto publicado en el DOF, quedó asentado que Ciudad Universitaria “presenta una solución urbanística por su tratamiento de grandes plazas, que evocan soluciones del pasado prehispánico, como elementos de articulación y distribución, así como por los criterios de zonificación y la asimetría dinámica del conjunto, que le confieren el carácter de testimonio invaluable del desarrollo de la arquitectura en nuestro país”. (Melisa Carrillo)