Niña de 13 años es herida de bala en zona de conflicto entre Aldama y Chenalhó

viernes, 17 de julio de 2020 · 19:09
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Una niña fue herida de bala en el municipio de Aldama, luego de varios disparos desde una montaña, donde indígenas de la zona denunciaron la presencia de un grupo armado del vecino municipio de Chenalhó, al que las autoridades estatales ni federales han desmantelado. A siete años del conflicto por 60 hectáreas de tierras que viven comunidades de Aldama con comunidades de Chenalhó, que ha dejado siete muertos y varios heridos, este viernes, como ocurre a diario, los disparos desde las montañas impactaron en una pequeña de nombre María, de 13 años. Los hechos ocurrieron esta mañana en la comunidad de Cocó, municipio de Aldama, cuyos habitantes escucharon disparos provenientes de las montañas donde se ubica la comunidad de "Nech'en" Santa Martha, municipio de Chenalhó. La niña recibió dos impactos de bala, uno en el ojo y otro en el pecho, mientras trabajaba en su telar de cintura. María fue llevada de inmediato al Hospital de Aldama y esta misma tarde trasladada en el Hospital de las Culturas de San Cristóbal de Las Casas, donde se debate entre la vida y la muerte. Indígenas de Aldama exigieron al gobierno estatal y federal parar la ola de violencia que viven por parte de sus adversarios de Chenalhó. Advirtieron que, si el gobierno no interviene, tendrán que armarse para enfrentarlos. Desde el 2013, sus adversarios le reclaman 60 hectáreas de tierras, y tras un acuerdo de darles 27.5 hectáreas de las que reclaman, se han negado a aceptarlo y estos años han tenido ya siete de sus compañeros muertos y varios heridos. Incluso, en vez de perseguir y encarcelar a los hombres armados, el gobierno tiene preso a Cristóbal Sántiz Jiménez, uno de los líderes de Aldama que ha encarado a los hombres armados que desde las diversas montañas de Chenalhó los cazan para matarlos. Esto ha ocasionado que unas 106 familias de 111 comunidades se hayan desplazado a la cabecera municipal, donde viven hacinadas unas 2 mil 36 personas, hombres, mujeres y niños. Todos ahora pasan hambre por no poder trabajar sus tierras desde hace varios años, por eso el martes pasado, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, con recursos aportados por la fundación de la activista Ofelia Medina, les llevó víveres a los desplazados.

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