'La Vieja Guardia”: Guerreros inmortales

viernes, 17 de julio de 2020 · 21:03
MONTERREY, NL (apro).- En lo que parece ser una variación de las películas sobre superhéroes tradicionales, ‘La Vieja Guardia’ (The Old Guard, 2020) muestra a un grupo de guerreros inmortales que han trascendido las épocas, desde los tiempos de Las Cruzadas, pasando por los más importantes conflictos bélicos del pasado milenio, hasta llegar al presente. La novela gráfica de Greg Rucka es un muy buen principio para destrabar el género de prohombres que ya han saturado el mercado con personajes icónicos pero muy visitados de DC y Marvel. Y aunque el lanzamiento estelar es un novedoso compendio de mercenarios de todas las épocas, con una pareja gay incluida, queda la sensación de un sabor ya conocido, porque todas las películas de acción de Netflix son demasiado parecidas y se reciclan en una fórmula ya probada. El formato visual es espectacular, de gran presupuesto, pero muy similar a las anteriores creaciones de la misma casa productora, sin una mirada propia del autor. Charlize Theron es una imposible guerrera ancestral, demasiado bella para ser ruda y letal. Sin embargo, como es también excelente como actriz, saca adelante su interpretación como la líder del equipo especial, que se mantiene en las sombras haciendo el bien, con un sentido bastante nihilista de la justicia. Estos caballeros invulnerables son especiales. Se puede encontrar uno cada siglo. Casualmente, en la actualidad es localizada una combatiente de Estados unidos en Afganistán, que reúne los requisitos para convertirse en una integrante más de la cofradía ancestral. Todos quedan expuestos al ser contratados por un personaje de doble intención que les tiende una trampa para capturarlos y ofrecerlos al mercado de la medicina, donde se puede obtener la cura de la inmortalidad… a cambio de sacrificarlos para sus experimentos. El gran problema con la película es que presenta un riesgo diminuto. El malvado Doctor Merrick, un enorme cliché que es casi un recurso cómico, le agrega muy poca sazón a la aventura fantástica. Los principios morales del científico son cuestionables, aunque tampoco se le puede culpar por buscar el genuino progreso de la medicina. Sin embargo, cualquier predicamento épico queda fácilmente superado por la falta de apego que provocan los personajes. Lo que queda son los segmentos de acción. Los combates de pocos contra decenas se convierten en exhibiciones de artes marciales en las que no hay tensión, aunque sí una exhibición de habilidades de estos titanes que, con pistolas y sables, defienden al mundo de las acechanzas de las fuerzas oscuras. Los baños de sangre van a dar gusto a los chicos que gustan de la violencia como complemento al drama. ‘La Vieja Guardia’ es una película de acción de antiguo cuño, que se mueve entre la modernidad, con el involucramiento de temas científicos de vanguardia, y la tradición, con seres humanos honestos, grandes combatientes, dispuestos a dar la vida en el nombre de la verdad. Es entretenida, aunque sólo vale como pasatiempo de fin de semana. Y el final queda abierto, dejando el terreno listo para el surgimiento de una franquicia.

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