Radiópolis: Pleito de oligarcas

viernes, 28 de agosto de 2020 · 23:00
La venta de la mitad de las acciones del grupo Radiópolis por parte de Televisa provocó una disputa entre dos conglomerados de gran poder económico: el español Grupo Prisa y el nuevo inversor: Miguel Alemán Magnani con el Grupo Coral, en sociedad con el empresario Carlos Cabal Peniche, beneficiario del Fobaproa y acusado de fraude bancario y fiscal durante el gobierno de Ernesto Zedillo. En juego está el control empresarial y capacidad para influir en los contenidos de este medio de comunicación. CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En 2001 la alianza entre Televisa y el español Grupo Prisa para la gestión de Radiópolis, que tuvo como testigo al entonces presidente panista Vicente Fox, fue calificada por Emilio Azcárraga Jean como “un sueño”. Pasados 19 años la venta de la participación accionaria de Televisa en Radiópolis a Corporativo Coral, que pertenece a Grupo Alemán, por mil 248 millones de pesos ha sido una pesadilla que tiene como trama la lucha por el control de la empresa entre dos grupos oligárquicos. El pasado martes 25 el nuevo accionista, Miguel Alemán Magnani, presidente ejecutivo de Interjet, y su socio en la compra, el exbanquero de la época salinista Carlos Cabal Peniche, exigieron la renuncia de Francisco Cabañas, quien hasta ese momento era director general de Radiópolis, que cuenta con 17 frecuencias radiofónicas. Mientras en España era de madrugada, en México personal de Coral y un equipo de seguridad privada entró a las instalaciones de Radiópolis en Tlalpan, en la Ciudad de México, dijeron testigos. La incursión provocó una serie de rumores en redes sociales sobre una supuesta toma a la fuerza de la estación W Radio. Reinó la confusión, pero los programas de radio se transmitieron con normalidad. De acuerdo con la versión de Prisa, que es negada por Grupo Coral, el personal de Coral intentó entrar de manera no autorizada a sus sistemas de información para anunciar la dimisión de Cabañas y el nombramiento de un nuevo director general, Ignacio Carral Kramer, cercano a Cabal Peniche y presidente del Consejo de Administración de Vivcolmex, empresa a la que el Banco del Bienestar dio un contrato por 10 mil 800 millones de pesos para la instalación de 8 mil cajeros. A las 22:00 horas Radiópolis difundió un comunicado de prensa, que al día siguiente fue desconocido por Prisa, en el que informa una serie de cambios decididos en la asamblea de accionistas. En dicha asamblea, también desautorizada por el grupo español, se habría determinado el cese del director general, nuevos miembros del Consejo de Administración y la “revocación de cualquier poder concedido hasta la fecha por la compañía”. Nota relacionada: Miguel Alemán Magnani toma el control de W Radio y sustituye a Francisco Cabañas El origen del problema La entrada de Prisa a la radio en México en 2001 fue muy cuestionada. Ante las restricciones legales que había para la inversión extranjera en la radiodifusión, Televisa y Prisa emplearon una figura de “inversión neutra”, que limitaba los derechos corporativos del grupo de medios español, pero le permitió realizar la operación. Se trató del 50% de Radiópolis con una inversión, en ese momento, de 50 millones de dólares y una aportación de capital de 10 millones de dólares. Como parte del acuerdo Televisa administraría la empresa y Prisa se encargaría de la política editorial y los contenidos. Los accionistas acordaron que Prisa designaría al director general de Radiópolis, que tendría que ser votado por el Consejo de Administración. Sin embargo, Corporativo Coral desconoció ese acuerdo con base en la Ley de Inversión Extranjera, que señala en su artículo séptimo que los inversionistas internacionales podrán participar en la radiodifusión hasta en 49% y no podrán rebasar ese tope por mecanismos que “otorguen control o una participación mayor”. Además, empleó en contra de Prisa la figura de “acciones de inversión neutra” que le permitió en su momento entrar a la radiodifusión mexicana. La defensa legal de Alemán Magnani argumenta que Coral cuenta con acciones clase 1 y puede tomar decisiones en el seno del Consejo de Administración sin la participación de los accionistas clase “n” (acción neutra), en este caso Prisa. “En el contrato que le presenta Prisa al señor Alemán, le pone indebidamente que ellos van a nombrar al director general y van a tener una serie de votos que no pueden tener conforme a la ley”, dice en entrevista Luis Cervantes, abogado de la familia Alemán. De acuerdo con Cervantes, cuando revisaron el nuevo contrato entre Prisa y Coral se dieron cuenta que era ilegal, pues los españoles pretendían tener el control de toda la administración. Por ello, acudieron a un juez para que suspendiera el contrato en tanto se resuelve en un tribunal arbitral la nulidad del mismo. “Con la suspensión del contrato ordenada por un juez, celebramos una asamblea especial con inversionistas de clase 1 y nombramos a la mayoría del Consejo de Administración, conforme lo establece la ley”, añade el litigante. El Consejo de Administración tiene a 3 miembros de Grupo Alemán y 2 de Prisa. Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), considera que detrás de este conflicto está la intención de Alemán Magnani de influir en los contenidos y en la línea editorial como todo empresario que invierte en un medio de comunicación. “Estamos ante un conflicto entre accionistas en el peor de los escenarios que es 50 y 50. Es el peor tipo de alianza que puede hacer un inversionista, porque no te vas a poner de acuerdo nunca”, comenta en entrevista. “El tema aquí es que el inversionista extranjero no tiene capacidad de voto ni de decisión en cuanto a los consejos de administración. La inversión neutra debilita la posición de Prisa. Es decir, la que le permitió invertir es a la vez la que le limita sus derechos”, explica el analista de medios y telecomunicaciones. El regreso de los Alemán La disputa por el control de Radiópolis es también entre dos grupos oligárquicos mexicanos. Prisa tiene como accionistas al empresario de Atlacomulco Roberto Alcántara, uno de los principales contratistas del expresidente Enrique Peña Nieto, presidente del Consejo de Administración de Grupo Toluca y VivaAerobus, con 5.2%, además de Carlos Fernández González, miembro del consejo de Banco Santander, y el magnate Carlos Slim, ambos con una participación de 4%. Coral es propiedad de la familia Alemán. Miguel Alemán Magnani es miembro del consejo asesor empresarial del presidente Andrés Manuel López Obrador y su padre, Miguel Alemán Velasco, preside México Cumbre de Negocios, una iniciativa que creó en 2013, cuando era gobernador de Veracruz. Este año la Cumbre de Negocios está integrada por el compadre de López Obrador, Miguel Rincón Arredondo de Bio-PAPPEL y algunos empresarios con cierta cercanía al gobierno lopezobradorista, como Carlos Bremer Gutiérrez, de Value Casa de Bolsa; y Olegario Vázquez Raña, de Grupo Empresarial Ángeles, cuyo hijo, Olegario Vázquez Aldir, de Grupo Imagen, también forma parte del consejo asesor. La compra de las acciones representa el regreso de la familia Alemán a Radiópolis. Alemán Magnani, nieto de Miguel Alemán Valdés, presidente de México entre 1946 y 1952, vendió la totalidad de sus acciones en Radiópolis en 1999, mientras que su padre, Alemán Velasco, abandonó sus cargos en el Consejo de Administración de Grupo Televisa en 1998 y en el Comité Ejecutivo en 1997. Pero los Alemán siguieron siendo socios de confianza de Televisa y en 2018 pactaron la compra de un paquete accionario de Radiópolis a través de Corporativo Coral, cuyo propósito es fungir como tenedora de acciones, y es propietaria de 10% del capital social de la empresa Grupo Integral de Desarrollo Inmobiliario, SAPI, dueña del centro comercial Antara, en la Ciudad de México. Debido a la crisis en Interjet, propiedad de los Alemán, Coral tuvo problemas de liquidez y no consiguió los créditos para cumplir con sus obligaciones de pago. Televisa inició acciones legales por el incumplimiento. Incluso López Obrador se propuso como mediador del conflicto, pues aseguró que su gobierno tenía la “obligación de apoyar las empresas nacionales”, “para ayudar a que no fracasen”, sin recurrir a rescates como el Fobaproa. Pero el pasado 2 de julio Coral consiguió el dinero gracias a un grupo de inversionistas, entre ellos Teresa Pasini, esposa de Cabal Peniche; Samantha del Valle, hija del empresario Alejandro del Valle; y Rosa Rubio, esposa de Carlos Aguirre, quien fue director de Grupo Radio Centro hasta 2013. A la par, Cabal Peniche y Del Valle capitalizaron a la aerolínea de los Alemán con más de 150 millones de dólares para que pudiera seguir con sus operaciones. De acuerdo con el diario español El País, del Grupo Prisa, el 2 de julio, las acciones compradas por Coral fueron a dar a un fideicomiso controlado por los nuevos inversionistas, en una acción previa a la venta de las acciones a una nueva sociedad integrada por Cabal Peniche, del Valle y Aguirre, y en la que Alemán Magnani mantiene sólo 10%. Sin embargo, Luis Cervantes niega este hecho en entrevista: “Eso es tan falso como que van a correr a Loret. Nadie va a correr a nadie y el dueño de grupo Coral es la familia Alemán, no hay socios, eso es mentira”. Cabal Peniche, personaje oscuro El rescate de la familia Alemán es también el retorno de un personaje oscuro en la historia del país: el exbanquero tabasqueño Carlos Cabal Peniche, beneficiario del Fobaproa, que rescató a sus bancos Cremi y Unión, con más de 50 mil millones de dólares, debido a que su mal manejo los dejó en bancarrota. El empresario pudo comprar ambas instituciones financieras gracias a la privatización de la banca en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. En 1994, en el gobierno de Ernesto Zedillo, huyó de México con 10 órdenes de aprehensión por fraude bancario, financiero y fiscal. Fue detenido en 1998 en Melbourne, Australia, donde se dedicaba a vender vinos y quesos. Al año siguiente confesó haber aportado 20 millones de dólares al PRI en 1994 para campañas electorales, entre ellas la de Roberto Madrazo a la gubernatura de Tabasco, en la que compitió con el entonces perredista Andrés Manuel López Obrador. Fue extraditado a México en 2001, en el gobierno de Fox, mismo año en el que Prisa y Televisa sellaron su alianza. Pero logró evitar la cárcel con tres juicios de amparo y tres fianzas. El País reveló también que Alemán Magnani, quien a su entrada en el capital de Radiópolis se había convertido en presidente del Consejo de Administración, envió al grupo español el acta de una asamblea, que Prisa consideró ilegítima, en la que nombra a Cabal Peniche vicepresidente del comité editorial de la radiodifusora. El conflicto por el control editorial está lejos de terminar. Prisa anunció acciones legales ante las irregularidades en la asamblea de accionistas y Corporativo Coral informó que resolverá el diferendo en un panel arbitral.

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