Edificios 'enfermos” deberán ser desinfectados antes del desconfinamiento

martes, 1 de septiembre de 2020 · 17:23
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan con sus pares de Argentina, Colombia, España y Uruguay en un tratamiento de desinfección de “edificios enfermos” para disminuir la posibilidad de contagios del coronavirus SARS-CoV-2. Durante su intervención en el programa “La UNAM responde”, David Morillón Gálvez, del Instituto de Ingeniería, señaló que los inmuebles que quedaron vacíos, o en los cuales disminuyó la presencia humana durante el distanciamiento físico por la pandemia, deben ser desinfectados, rehabilitados, e incluso rediseñados para que estén acordes a la “nueva normalidad”, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud. (OMS), El académico detalló que en las zonas urbanas del país hay 36 millones de inmuebles, de los cuales, una gran cantidad no han sido habitados desde el inicio del confinamiento a finales de marzo y están “enfermos” debido, entre otras cosas, al abandono de tuberías y ductos del aire acondicionado. “Si no se rehabilitan estaríamos hablando no sólo de un posible contagio del coronavirus, sino de infecciones de carácter general en estómago y garganta, por ejemplo”, advirtió. Por ello, Morillón Gálvez remarcó que esas construcciones requieren tratamiento. Uno de los más probados, comentó, es elevar la temperatura artificialmente hasta 56 grados Celsius durante 52 minutos. Otro, la aplicación de rayos ultravioleta C y la ventilación. Al respecto, mencionó que “el sol nos provee de rayos ultravioleta A, por ello es importante dejarlo entrar, abrir ventanas, recorrer cortinas y favorecer el cambio de aire”. El exdirector de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía subrayó que uno de los retos ante la “nueva normalidad” y el desconfinamiento paulatino, es controlar los contagios en inmuebles donde concurren varias personas, por lo que, además de las estrategias de desinfección, deben implementarse protocolos de edificios limpios e inteligentes. “Volver a una oficina cerrada no será rentable, hay que realizar un cambio de zonificación, con eficiencia de espacios; procurar las distancias y la concentración de gente en los elevadores; procurar el menor contacto con las superficies y que no haya intersecciones en los espacios y pasillos para que las personas no coincidan a su paso”, remarcó. El también profesor titular en los posgrados de Tecnología Ambiental en Arquitectura, y Energía y Diseño Bioclimático en Ingeniería, comentó que “parece complejo, pero muchos de los cambios que ahora parecen conductas convencionales se implementaron hace 100 o 200 años, tras otras pandemias; en ese entonces el drenaje fue una aportación que se ha quedado hasta nuestros días”, concluyó. (Melisa Carrillo)

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