Bruselas autorizó 'buzón” para abandonar bebés: cómo opera y dónde hay

miércoles, 16 de septiembre de 2020 · 16:32
CIUDAD DE MÉXICO (apro). – Año y medio después de anunciar que, por cada niño nacido en Bruselas, Bélgica, se plantaría un árbol en un país de desarrollo, este país, capital de la Unión Europea, aprobó la solicitud de la organización no gubernamental Corvia de activar un “buzón” para abandonar a recién nacidos de manera anónima. “Nos felicitamos a nosotros mismos porque todos los niños merecen el derecho a un futuro”, indicó Mathilde Pelsers, colaboradora de Corvia, agrupación que buscó este aval del 21 de septiembre de 2017 cuando después de abrirlo, el exalcalde del distrito Pierre Muylle, les ordenó cerrarlo. Confió que el “buzón” comience a operar en octubre próximo, confirmó la agencia EFE. Según Corvia no se está alentando el abandono de menores, sino “ofrecer a madres la posibilidad de dejar a su hijo de manera segura”. Nota de interés: La rifa del avión exhibe el talento de AMLO para el espectáculo: NYT ¿Cómo funciona? La manera de operar del “buzón” es que, al abrirlo, el bebé es depositado en una cuna que hay adentro. Quien lo haga, recogerá una pieza de rompecabezas por si desea identificar al bebé en el futuro. Una vez depositado el recién nacido y cerrada la puerta no la podrá volver a abrir, pues suena una alarma para alertar a los encargados. Después de que el bebé es depositado se le realiza una revisión médica y se da aviso a las autoridades. Nota de interés: Kínder rural de Aramberri, NL, gana 20 millones de la “rifa del avión” Las posturas Hace 20 años se instaló el primer buzón para bebés en Amberes, Bélgica. El 26 de febrero de 2019, Bruselas anunció que plantaría un árbol por cada bebé que nazca. “El mensaje es muy poderoso: el nacimiento de un ser humano y su supervivencia está vinculado al equilibrio de la naturaleza. Por eso, en Bruselas, capital de Bélgica, desde el año pasado se estipuló que por cada bebé nacido en la ciudad se plantará un árbol en algún país en desarrollo”, ´según una nota informativa publicada por la organización Pro Bosque de Chapultepec. Se trató de una iniciativa del “Plan Clima” para coordinar y planificar esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptar el territorio al cambio climático, según citó, y agregó que la iniciativa estipula que desde el 2019, por cada bebé registrado en Bruselas, cada padre o madre de familia recibirá una tarjeta para apuntar en qué lugar del mundo desea sea plantado un árbol a nombre del nuevo habitante del planeta tierra. En diciembre de 2018, en Polonia se realizó la 24 Conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, cuyo tema principal fue frenar el calentamiento global y la adaptación al cambio climático. Ahí fue que se tomó esta decisión, lo cual implicaría alrededor de 2 mil árboles plantados al año. Desde el 2012, la polémica por cunas para abandonar a bebés ha estado presente en Europa. En Alemania, por ejemplo, en los senderos o entre los árboles hay cajas de acero inoxidable con una manija que, al ser abiertas, se puede sacar las cobijas dobladas para abrigar a los recién nacidos. En el interior también hay una carta con indicaciones sobre qué hacer si se cambia de opinión por abandonar a un bebé, ya que al hacerlo, de manera anónima, quien lo deposita no vuelve a saber nada del ser abandonado. Las críticas giran en torno al anonimato, pues quienes están en contra de este sistema que comenzó en el medioevo y se ha ido reactivando en Europa con los años, consideran que podría no tratarse precisamente de mujeres sin opciones, sino padres inescrupulosos o proxenetas que presionan a las madres para deshacerse de los niños, según comentó a la BBC el psicólogo de la Universidad de Norringham del Reino Unido, Kevin Browne. “Una serie de estudios en Hungría muestran que no son necesariamente las madres las que abandonan a sus hijos en estas cajas. Pueden ser parientes, proxenetas, padrastros o los padres. Por eso, la gran pregunta es si estas cunas están protegiendo los derechos de la mujer y si la madre del bebé está de acuerdo en que se lo deje allí. Este sistema es tan anónimo, tan alejado de la posibilidad de dar ayuda psicológica, que genera una situación dañina para la madre y para el hijo”, consideró. Los países con cunas de este tipo son: Alemania (99), Polonia (45), República Checa (44), Hungría (26), Eslovaquia (18), Lituania (8), Italia (8), Bélgica (1), Países Bajos (1), Suiza (1), Vaticano (1) Malasia (1). También hay una en Canadá y otras tantas en Japón y en Estados Unidos. Los impulsores de estas cunas no están de acuerdo con lo anterior, pues dicen que están ofreciendo una manera segura a las madres desesperadas que parieron hijos no deseados, para que no los abandonen en la intemperie y mueran o se presenten casos como el de una alemana que tiró a su bebé desde el balcón de un quinto piso. Se pretende que la iniciativa se extienda para que sucedan cosas como en Hungría, donde la ley fue modificada para que dejar al recién nacido en la caja sea similar a entregarlo legalmente en adopción, mientras que dejarlo en otro sitio sigue siendo un delito. Para Browne, esto ha sido aceptado en países con un pasado comunista o en naciones católicas donde tener un hijo sin estar casado es mal visto por la sociedad. El psicólogo, quien estuvo a cargo de una investigación al respecto en el Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños, señaló que este proyecto les quita el derecho a los niños a saber quiénes son sus padres. Los defensores no están de acuerdo e incluso mencionaron el caso de una madre que se arrepintió de dejar a su bebé en la caja y fue a recogerlo. Dijo a la BBC que optó por esta opción al verse sin pareja, ella joven y confundida, pero cuando lo vio supo que no podía abandonarlo. Según sus dichos, este sistema le dio tiempo de aclarar sus pensamientos. Nota relacionada: Unicef: millones de niños podrían morir si no hay inversiones urgentes en servicios de salud En Hamburgo, en diez años dejaron a 42 bebés. De 17 madres contactadas, 14 regresaron por sus vástagos. “Esto es mejor que nada”, consideró una de las encargadas del sistema en Hamburgo, Steffani Wolpert, quien recordó que en 1999, cinco bebés fueron abandonados y tres fueron encontrados muertos. Estos argumentos no convencen al Comité de la ONU ni a los críticos, quienes consideran la reactivación de estas cajas como un regreso al pasado, cuando la iglesia instaló un mecanismo similar para dejar a los niños no deseados por sus padres. “Este sistema envía a las mujeres embarazadas un mensaje equivocado: que está bien esconder su embarazo y dar a luz en circunstancias no controladas y más tarde abandonar a sus hijos”, señaló a la BBC la psicóloga del Comité de la ONU, Maria Herczong.

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