CIUDAD DE MÉXICO (apro). - Persistente en abordar el proceso judicial que se sigue a Genaro García Luna en Estados Unidos, incluyendo con frecuencia la mención al expresidente Felipe Calderón, la admisión presidencial de hoy fue un viraje:
Hasta ahora, el expresidente Felipe Calderón no ha sido señalado en el juicio de García Luna en Nueva York y, de plano, el presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó que el vínculo “se infiere, porque fue su secretario de Seguridad Pública, que puede haber complicidad, pero no está probado”.
Así, en su conferencia de prensa de este miércoles, el mandatario pidió “no adelantar vísperas, ni hacer un juicio sumario”, pidió esperar, pero no cejó en considerar que, si las imputaciones a García Luna se prueban, implicarán que no había gobierno independiente, sino que había un narco estado o un narco gobierno.
“Eso es gravísimo ¡Imagínense! El secretario de Seguridad Pública al servicio de una de las bandas del narcotráfico. No es cualquier secretaría, en el momento en que se declara la guerra al narcotráfico, cuando hay más enfrentamientos, masacres y es público y notorio que se trataba de un funcionario muy cercano al presidente, que se sabia quién era García Luna”, siguió.
Lo mismo en relación al caso Lozoya, en la que aparece mencionado Calderón:
“Hasta ahora no se puede decir que haya una responsabilidad o culpabilidad de Calderón”.
Sin embargo, se mantuvo en la idea de la extradición en caso de que Estados Unidos solicite la de Felipe Calderón.
Como en el caso de ese expresidente, los de Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto fueron mencionados hoy en la alocución presidencial que, en espera de que se resuelva la procedencia o no de la consulta para que la sociedad defina si deben ir a juicio los expresidentes o no, debe quedar claro cuáles delitos proceden, en cuáles gozan de protección, cuáles ya prescribieron y garantizó que, en cualquier caos, actuará conforme a derecho.
