Diego Rivera, luces y sombras

martes, 13 de marzo de 2007 · 01:00
Lumen México
Frida en un mural de Rivera (Proceso 1584/11 de marzo de 2007) Editorial Lumen México pone en circulación un nuevo libro de la crítica de arte Raquel Tibol, Diego Rivera, luces y sombras, ensayo minucioso donde desarrolla el papel del artista como miembro de una generación que hizo posible el sueño de la fundación de un arte nacional Se glosa enseguida el pasaje donde la autora describe con detalle el mural desaparecido Pesadilla de guerra, sueño de paz, que desmiente una información aparecida esta semana en la prensa sobre el lugar que ocupa dentro del mismo Frida Kahlo El Festival de México en el Centro Histórico (FMCH) anunció que por primera vez se exhibirá completo el boceto del mural Pesadilla de guerra y sueño de paz, realizado por Diego Rivera en poliestireno sobre tela, entre 1951 y 1952, para la exposición de Arte Mexicano Antiguo y Moderno, y que tras haber sido vendido a China se encuentra desaparecido Con el título Diego, pintor; Frida modelo; dibujo para un mural desaparecido, desde el próximo 22 de marzo se mostrará en el Palacio de la Autonomía de la UNAM (Licenciado Verdad 2, Centro Histórico) el dibujo original de 410x10 metros, que permaneció inédito por más de 50 años en poder de Rina Lazo, ayudante de Rivera, según información del Museo Soumaya, propietario ahora del boceto En esa misma información (wwwsoumayacommx) se detalla que la pieza, "constituida por nueve fragmentos", se exhibió "por primera vez" en la muestra Los muros en papel, presentada en el museo Mural Diego Rivera en 2003, así como en la exposición Quimera de los murales, con la cual se conmemoró en 2004 el 70 aniversario del Palacio de Bellas Artes La muestra, que destaca a Frida Kahlo como modelo, es una de las 16 exposiciones en torno de la figura de los dos pintores mexicanos, que en la vida real fueron esposos, del FMCH Inscritas en los aniversarios 50 de la muerte de Diego y 100 de natalicio de Frida, forman parte del programa de 42 exposiciones, dirigido por Patricia O?Gorman para el festival Pero aunque el título alude a Frida como la modelo del mural y el director del Soumaya, Alfonso Miranda, declarara que "el personaje central del mural es Frida Kahlo en silla de ruedas recabando firmas ante las inclemencias del capitalismo" (Reforma, 8 de marzo), en realidad la pintora forma parte de todo un conjunto En Diego Rivera, luces y sombras, de Raquel Tibol, editado por Lumen, que comenzará a circular esta semana, la crítica de arte describe el mural: "Los temas se habían desarrollado en dos secciones horizontales; en la parte superior se puede apreciar una explosión atómica, crucificados, ahorcados, fusilados, torturados A la derecha del espectador se levantan construcciones arquitectónicas propias del gran capital, así como obreros explotados y reprimidos Del lado izquierdo, los líderes comunistas José Stalin y Mao Tse-Tung le ofrecen la paloma de la paz a las figuras emblemáticas del Tío Sam (Estados Unidos), John Bull (Gran Bretaña) y Marianne (Francia) En la franja inferior obreros, soldados, campesinos, madres con sus hijos, artistas, intelectuales y activistas sociales acuden al llamado por la paz lanzado desde Estocolmo en abril de 1950 por el Comité Permanente de Partidarios de la Paz, firmando o recogiendo firmas Entre los personajes reconocibles: el general Heriberto Jara, los poetas Enrique González Martínez y Efraín Huerta, la arquitecta Ruth Rivera, Frida Kahlo en silla de ruedas" Y cuenta Tibol la historia de esta obra encargada a Rivera para la exposición mencionada que itineraría por París, Estocolmo y Londres, organizada por el museógrafo Fernando Gamboa durante el gobierno de Miguel Alemán: "La guerra de Corea había conmovido al artista, a la vez que las pláticas de paz entre Corea del Norte y del Sur habían despertado en él esperanzas de arreglos a largo plazo que ahuyentaran el latente peligro de un reinicio del conflicto Cuando en 1951 le fue cursada a Diego la invitación para realizar la obra, él propuso el tema Pesadilla de guerra y sueño de paz, el cual fue aceptado antes de que hiciera el dibujo preparatorio Dispuesta al trabajo, se instaló con su gran tela en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes para pintarla a la vista del público Trazada la composición en todos sus detalles, Rivera se disponía a concluir la tarea cromática, cuando Carlos Chávez, director del Instituto Nacional de Bellas Artes, le planteó verbalmente ciertas inconformidades que ratificó por escrito el 26 de febrero de 1952, donde le comunicaba que el mural no sería exhibido en Europa porque ?contiene graves cargos de naturaleza política en contra de varias naciones extranjeras con cuyos gobiernos el nuestro cultiva relaciones amistosa?, aunque el contrato seguía vigente y la pieza podría mostrarse en México" Rivera respondió a Chávez y le hizo una descripción del mural argumentando que un solo hecho histórico era preciso en la iconografía: "la crucifixión de un guerrillero norcoreano en la ciudad de Tchedonindo por tropas de Sigman Rhee Siendo esto un crimen contra los derechos humanos y la civilización del dominio público, en letras de molde y en imágenes fotográficas, me guardé de hacer el insulto a usted, de pensar que pretende usarlo como un cargo hecho por mí a varias naciones" Y aunque Chávez había ofrecido inicialmente que la pieza podría exhibirse en México, y en una segunda misiva a Rivera le asegura que no hay inhibiciones a la libertad de expresión, le plantea al pintor que la obra tampoco puede mostrarse en el Palacio de Bellas Artes (PBA), pues por ser un edificio público sería ofensivo "para las naciones amigas a las cuales usted en ella agravia" La obra, narra Tibol, fue retirada del PBA por órdenes del secretario de Educación Pública, a la sazón Manuel Gual Vidal, la noche del 14 de marzo de 1952 ?mismo día en el cual había recibido una carta de Chávez? por un grupo supervisado por Gamboa, que cortó la tela de su bastidor y se la llevó Al día siguiente, Rivera convoca a una rueda de prensa Para él había una razón política en la pretensión de no dejar que la obra se exhibiera: " es inútil repetir aquí lo que en todos los tonos se ha dicho respecto de la creciente presión o influencia del imperialismo anglosajón sobre nuestro gobierno" Fue hasta mayo de 1953, ya en el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines, cuando se le entregó a Rivera el tubo que contenía su obra Entonces el pintor la vendió al gobierno de China, el cual pagó 5 mil dólares por ella, pero al parecer la pieza no llegó a su destino Como México y China no mantenían relaciones diplomáticas, el envío debió hacerse por Checoslovaquia y por mar, pues las dimensiones del bulto no permitieron su traslado en avión Se embarcó el 30 de julio de 1953 y "ahí se perdió el rastro", subraya Tibol para añadir: "Rivera murió sin saber a dónde había ido a parar su pintura En los años noventa surgió el rumor de que se encontraba en una bodega en Rusia, y los rusos siguen sosteniendo que si lo encuentran lo harán saber de inmediato Por lo raro del caso, se podría sostener que la tal bodega está más cerca, en algún sitio del territorio mexicano Quizás algún funcionario decidió que el secuestro tuviera un nuevo capítulo El enorme contenedor no era un alfiler como para que desapareciera sin dejar rastro" En la promoción de su pieza, el Soumaya destaca en su sitio web que el hecho de que la obra al óleo esté perdida "hace de este apunte a tamaño real un documento invaluable", y agrega que mientras no se encuentre el mural, el boceto "es señero testimonio de una pieza desaparecida de uno de los pintores más estudiados del arte nacional del siglo XX" l

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