Un mural de totomoxtles para López Obrador

jueves, 13 de diciembre de 2018 · 10:44
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Espléndido como obra artesanal y diseño escenográfico, el mural –o alfombra vertical, como lo denominan sus productores–, que enmarcó los rituales y espectáculos que acompañaron la toma de posesión del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo de la Ciudad de México, el sábado 1 de diciembre, provoca alertas sobre una posible falta de coherencia entre el discurso y la actitud de la nueva gestión gubernamental del sector cultural. Si bien la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, publicó el 29 de noviembre en sus redes sociales que se estaba levantando un escenario “hecho a mano con hojas de totomoxtle por los artesanos” de Huamantla, omitió informar sobre procesos de selección, tipos de colaboración, autorías específicas y significados simbólicos. Omisiones que inciden tanto en la opacidad característica del sector cultural, como en el menosprecio del trabajo artesanal. Elaborado en una coproducción entre los creativos en producción de eventos Gala, Sánchez Renero y Enrique Go-sselín, y el Colectivo Alfombristas Mexicanos Huamantla, A. C., el sobrio tapete vertical denominado “Mosaico Tlaxcala”, fusiona el vocabulario estético-conceptual del diseño con la poética afectiva que caracteriza a la manufactura del arte popular. Invitados por Alejandra Frausto para diseñar la escenografía del 1° de diciembre en el Zócalo, Sánchez Renero y Go-sselín desarrollaron un concepto visual que se inspiró en la estructura de un tejido social que florece. Creadores tanto del modelo de la flor rodeada de elementos geométricos como de la paleta cromática en tonos rosas, lilas, verdes y azules de matices degradados, la diseñadora y el comunicador llevaron su propuesta a un nivel superior al colaborar con el mencionado Colectivo. Reconocidos a nivel internacional por el arraigo de sus temas, la precisión de sus resoluciones formales y el simbolismo de los materiales que utilizan –además de flores y semillas originarias, todos los derivados del maíz como el grano, la caña, el olote y la hoja o totomoxtle–, el Colectivo, premiado en 2016 con el 1° lugar en el Congreso Internacional de Arte Efímero de Noto, Sicilia, Italia, se ha convertido en un importante vínculo entre la tradición local, la creación contemporánea y la vinculación internacional con la disciplina artística conocida como alfombrismo. Considerado como un subgénero del arte efímero, el alfombrismo consiste en la realización de instalaciones de formas figurativas y geométricas a piso que, si son únicamente para contemplarse se denominan alfombras, y si están destinadas a ser pisadas reciben el nombre de tapetes. Producido originalmente en México en escenarios vinculados con rituales colectivos de identidad religiosa, el alfombrismo es una práctica que se realiza en distintos Estados de la República, pero sobresale notoriamente en Huamantla, Tlaxcala, por las propuestas que invaden atrios y calles en agosto durante las celebraciones de la Virgen de la Caridad. Ajeno a intereses lucrativos e integrado por voluntarios convencidos de que al practicar el alfombrismo promueven también valores y convivialidad comunitaria, el Colectivo, al conocer el concepto de la escenografía, propuso representar las figuras con totomoxtles por tres razones: las ventajas del material, el simbolismo que tiene el maíz en la cultura mexicana, y la referencia a Tlaxcala, que significa el lugar del pan del maíz. Pintados magistralmente por aproximadamente 23 miembros del Colectivo, los totomoxtles, de tonos contundentes y sutilmente degradados, se impusieron discretamente exigiendo un reconocimiento autoral que les debió haber otorgado la misma Alejandra Frausto.   Este texto se publicó el 9 de diciembre de 2018 en la edición 2197 de la revista Proceso.

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