Agustín Coppel en el arte contemporáneo

miércoles, 27 de marzo de 2019 · 09:38
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- ¿Cómo va a enfrentar la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Lucina Jiménez, la supuesta participación del empresario Agustín Coppel en lo que se ha denominado Operación Berlín: conjura antiAMLO?  (https://aristeguinoticias.com/1703/mexico/krauze-opero-contra-amlo-testimonio-sobre-la-insidia/ y http://www.ejecentral.com.mx/operacion-berlin-conjura-antiamlo/).  Reconocido en el escenario artístico no sólo por su espléndida colección de arte contemporáneo –sobre todo internacional–, sino también por su patronazgo al Museo Tamayo, a la Coordinación Nacional de Artes Visuales (CNAV) –ambos pertenecientes al INBAL–, y a numerosos artistas nacionales y extranjeros de la Galería Kurimanzutto, Agustín Coppel, con su participación en la Operación Berlín, confronta la opaca relación que existe entre el empresariado vinculado con el arte y los funcionarios culturales y museísticos. Integrado por lo menos con un mil 500 piezas, el acervo que inició el empresario a mediados de los años noventa con creadores mexicanos tan destacadas como los pintores Enrique Guzmán (1952-1986) y Julio Galán (1958-2006), se expandió a prácticas contemporáneas de firmas internacionales y nacionales de prestigio en el mainstream. A inicios del siglo XXI, la colección se convirtió en una asociación civil que, bajo el título de Colección Isabel y Agustín Coppel (CIAC), se dedica a impulsar la investigación y difusión del arte contemporáneo a través de exposiciones que produce y presenta en diferentes recintos nacionales y extranjeros, publicaciones y apoyos a proyectos y eventos artísticos diversos. Sobresaliente por la cuidada selección de las piezas, la CIAC cuenta con obras de artistas esenciales como Bill Viola, John Baldessari, Dan Graham, Joseph Kosuth, Gordon Matta Clark, Maurizio Catellan, Cindy Sherman, Adriana Varejao, Mona Hatoum, Ana Mendieta y, entre los fotógrafos, Bernd&Hilla Becher, Rineke Dijkstra y Thomas Ruff. En cuanto a los autores mexicanos, como no existe un inventario de consulta pública, la revisión de distintos catálogos de exposiciones arroja una marcada preferencia por los artistas de la galería Kurimanzutto, entre ellos, Gabriel Orozco, Abraham Cruzvillegas, Eduardo Abaroa, Carlos Amorales y Damián Ortega. De otras galerías, Teresa Margolles, Pablo Vargas Lugo, Tercerunquinto, Melanie Smith y Francis Alÿs también son favoritos. Además de su participación en el Jardín Botánico de Culiacán, Sinaloa, en donde instaló 38 obras entre la que sobresale una de Olafur Eliasson, la CIAC ha apoyado proyectos que merecen atención especial por su vinculación con dos instancias del INBA: el CNAV y el Museo Tamayo. En 2009 apoyó la participación de Teresa Margolles en la 53° Bienal de Venecia, y en 2011 la de Melanie Smith; ambas artistas fueron seleccionadas por el CNAV para representar a México. Y en lo que corresponde al Museo Tamayo, en 2010 la CIAC presentó una pieza de Tino Sehgal y patrocinó el catálogo de la exposición de Franz West, en 2011 su remodelación, y en 2013 apoyó la exposición Germinal del artista de la Kurimanzutto, Carlos Amorales. En 2014, la CIAC apoyó la producción del catálogo de la 8° Bienal de Berlín. Un evento curado por Juan Gaitán –director del Museo Tamayo de 2015 a la fecha– y cocurado por Mariana Munguía, actual directora de la CNAV. ¿Por qué llegó Juan Gaitán a dirigir el Tamayo un año después, por qué fue tan descarada su preferencia por exhibir artistas vinculados con la Kurimanzutto, y por qué lo mantuvo Lucina Jiménez en su equipo? Al margen de la CIAC, Agustín Coppel forma parte de los patronos de la Fundación Olga y Rufino Tamayo que está vinculada al museo.   Este texto se publicó el 24 de marzo de 2019 en la edición 2212 de la revista Proceso

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