CANTO RODADO: Tambores del colombiano "Batata"

jueves, 28 de noviembre de 2002 · 01:00
Bogotá (apro) - Recuerdo que fue en Cancún, durante el Festival de Cultura del Caribe 1990 La cantante y bailarina educada en Francia, “Totó La Momposina” había llegado desde Colombia con un excelente ballet folclórico, la gaitera Mayte Montero, de Cartagena (quien regresaría a México en 1994 para presentar el disco de Carlos Vives “Clásicos de la Provincia”) y los tambores hembra, bongóes, maracas, marímbula y coros del genial negro Paulino Salgado, alias “Batata” “Batata” continuó con ella una gira mundial que los llevó en octubre de aquel año de 1990 al XIX Festival Internacional Cervantino en Guanajuato Juntos han grabado muchos de los discos que conforman la amplia discografía de “Totó La Momposina” (como “La candela viva”, en el sello MTM/Realworld del rockero Peter Gabriel) Con “Batata” conversé acerca de su vida y sobre los ritmos colombianos de San Basilio de Palenque, como el porro, la gaita y la cumbia de aquella región colombiana, cerca de donde nació el vallenato (Valledupar) En la noche inaugural del festejo caribeño, aquel percusionista “Batata” me impresionó de tal forma por su golpe tamborero que insistí para vernos al día siguiente y hacer una entrevista en un hotel de la costera donde se hospedaba Fue más difícil de lo que pensé, pues aunque entendía a “Batata”, su conversación se disparaba por rumbos muy diferentes “comiéndose” las terminaciones léxicas y en ocasiones, yo pensaba que no se dirigía a mí sino a algún espíritu “Batata” me habló de la cultura musical de su tierra en la costa atlántica de Colombia, el Palenque de San Basilio en Mahates, departamento de Bolívar, cerca de Cartagena, donde más que en otra región de su país se muestra un mayor grado de retenciones en los estilos musicales de los esclavos cimarrones africanos llegados durante los siglos XVII y XVIII (Cf http://wwwjaverianaeduco/Humana/palenquehtml) “Batata” bebió con algunos colegas músicos varias botellas de ron durante la entrevista, misma que reproduzco por primera ocasión en este “Canto Rodado” lo más fiel a la fonética del viejo “Batata” que recuerdo con mucho afecto: “¡Chaca, Robelto, si tú ere mi sangre…! ¡No me venga a mí con esa guanábana, mi hermano! ¡Ecribe la hitoria de ete negro, ecribe la hitoria de ‘Batata’ y de lo Batata! Y tú, Avelino (Sánchez, uno de sus músicos en el tiple y el coro), corrígeme que también ere mi sangre” “Batata” me contó que nació el 29 de mayo de 1927 en Tabará, Palenque: “Una noche mi madre (Luz María Valdés) dijo a mi padre: ‘Veo un niño en mi futuro’ Ese niño fue ‘Batata’, yo Mi padre fue Miguel Simancas, nació en 1902, sabía cogé brujas y murió en el 68; él me enseñó a tocá la marímbula de boca A él le gutó esa música, la tocaba mi tío Manuel Simancas en una napa de palma de cocotero, y esa música se la enseñaron uno cubano cuando llegaron a mi tierra y el abuelo de mi papá, Manuel Silvestre Tariarte de Baté A mí me enseñó el papá de mi papá ¡Y me pegaba una limpia!: “—Uté, maldito carajo, uté no quiere coger eso “Y mi papá me enseñó cuando llegó con otla mujé (Graciela Salgado de Valdés), de los Batata que también toca Me llevaron a una bóveda: “—¡Pelo mila padre, si él coge el tambó! A vel, ‘Batata’, tráeme eso tambore…” “Batata” tuvo otros cuatro hijos, pero sólo dos heredaron la herencia sonora de los tambores Definió a la batata como “una mata, un árbol que nace bajo la tierra, un tubérculo familiar de la patata” Y me contó la magia de su estilo: “El tambó mide metro y medio Epichiche se llaman lo tambore de San Basilio, lo mejore del mundo entero El tambó tiene una frase Cuando va a tocá el tambó hay que tocá el canto en la orilla y eso generalmente nadie lo utiliza Se usa en el combo de un bajo de cantadora Entonce, se bajan lo dedo y ¡paf!, pa sacale el sonido al tambó hay que metele lo dedo Ahí uno aguanta Me lo enseñó mi abuelo y alzo el pié, me da el sonido que quielo Si lo bajo, me da otro” En el terreno que compró su tío Pantaleón Salgado, mayor que el padre de “Batata”, ensayaba mientras “cogía culebras” “Una ve el tambó de Willie Colón me preguntó cómo sacaba mi sonido porque se dio cuenta que ‘Batata’ tiene un secreto Mi padre me lo enseñó, Robelto, lo tapo con lo dedo del pié Soy hijo de mi padre, también ‘Batata’, cuando salgo a tocá todo mundo me mira y oigo que mi abuelo me grita: ‘¡Simanca, buca el tambó!’ Yo sé tocá con el que sea Cuando yo levanto la música me río, pue de palte de mi padre son todo eso sonido Y ecucho que me grita: ‘¡Juan Pablito!’ Me pongo a tocá el porro y en el mismo cuero lo Batata me sale Y una ve que toqué con él, le dio miedo a mi padre porque en el mundo entero no hay nadie como yo Ese e ‘Batata’” Otro de sus maestros de marímbula fue su tío Batallón Simancas “Batata” iba de un tema u otro: “Nosotro tenemo una hitoria La culebra se llama cascabel Cuando no quiere que te pique, suena Sale esa culebra, suena y se va Nosotros la sacamo allá en Palenque, a la mapaná blanca, le prendemo una candela y se tira a la llama Y mi padre clamaba: “—¡Juanita, ven acá, mira, bajaté! Y así fue que me gané el festival de tambó Tocaba con lo gaitero de todo Colombia y ello se burlaban, me decían que etaba muy pollo Me cayeron hasta 60 tamborilero y yo le dije: “—Tranquilo, yo soy ‘Batata’, yo tengo un revuelo de tambó y ese nadie me lo quita Porque mi padre me decía: “—Cuando eté perdido, m’hijo, vuele; que no hay ninguno como lo Batata…” Cuando Totó lo vio tocar en la isla Mompós, por el Río Magdalena no dudó en “raptarlo” para su grupo estelar “Llegamo a la capital Bogotá y ahí etaba yo, noche y día con el tambó El esposo de Totó se puso bravo y le dijo: “--Oye Sonia, ese hombre no me deja dormí… “—Anda, déjalo… Está recordando a su papá” Al calor del ron, “Batata” lloró: “Vio a un tipo en el camino, un brujo Lo cogió y lo montó Se lo agarró a papá “—Yo me voy –nos dijo Te quiero, ‘Batata’ Y murió Así que mi abuelo me decía: “—Cuando vaya en el camino y encuentre a una culebra, toca “Y me pongo a cantá esa melodía de ‘Yo tenía mi cascabel…’ porque quien mejor tocaba no había ni que buscarlo: era mi padre” Le pregunté acerca de los ritmos y “Batata” contestó: “La gaita tiene un número, todo lo que toca e porro que salió de mi tierra, San Basilio de Palenque El porro tiene una vaina y la gaita otro, pues es asimilación del porro La cumbia tiene otra vaina, e una asimilación de la gaita Yo sé cuándo entrá, siento un ruido y digo: “Aquí hay un pájaro Soy yo, ‘Batata’” Hace una semana en la capital bogotana, doce años después de aquella conversación, toqué el timbre de la Calle 13 Sur para reencontrarme con “Batata”, quien debe tener 75, y ha creado toda una escuela de tambor en Colombia; pero como casi siempre, anda de gira Al retirarme de aquella dirección me acordé con una sonrisa que al concluir la entrevista y llegar al foro de Cancún donde tocarían “Toto La Momposina” y sus tambores, la artista se enojó con él por oler a ron No le permitió subir a tocar y aunque primero hizo su coraje, “Batata” finalmente me pidió acompañarlo para perdernos en la noche caribeña de Cancún Todavía recuerdo su sonrisa y las frases que gritó cuando me dio su mano callosa: “¡Pelo tú publica lo de lo tambore de San Basilio, Robelto! ¡Publica la historia de ete negro, publica a ‘Batata’! ¡Chaca, Robelto, si tú ere mi sangre… No me venga a mí con esa guanábana…!”

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