El mural que quisiera pintar sobre el México de hoy, "me costaría la cárcel": Chávez Morado

lunes, 2 de diciembre de 2002 · 01:00
Guanajuato, Gto - Unos días después de cumplir 87 años, desde su enorme cama de la casa de Pastita, postrado, imposibilitado de caminar, el muralista José Chávez Morado anuncia la creación de la Fundación Olga Costa, que entregará premios a las pintoras más destacadas del país, porque "están marginadas en México" También promete un museo en su casa natal en Silao –que acaba de readquirir–, para la obra escultórica de su hermano Tomás y cuadros suyos Y a solicitud de Proceso pinta verbalmente el mural que realizaría hoy, de tener fuerzas: Sería, dice, un mural de denuncia Aceptaría pintarlo, pero eso, refiere, "me costaría la cárcel" Sonríe al decir: –Mejor arrugo las cejas Está muy pesado el encargo –¿Qué figuras pondría usted y cómo? –Al presidente y al secretario de Hacienda A Salinas y sus novias Externa su opinión acerca del actual mandatario: –Es un hombre débil, se le puede perdonar pero no tanto –¿Cómo ha llegado a suceder esto en México, luego de una revolución llena de esperanzas y un movimiento muralista como el que ustedes emprendieron, que también enarbolaba esta esperanza? –Los gobernantes –responde–, han prostituido la historia, no solamente la revolución sino la vida cotidiana –¿Por qué? Con respiración difícil, con frases dichas con cierta parsimonia, expresa: –Fue la ambición, señor, los millones de dólares –¿Y el pueblo de México, cómo es que no pudo evitarlo? –Por dejadez Lo dejamos todo para mañana Y mañana para pasado mañana Dice que el muralismo se produce cuando la sociedad lo pide, y que hoy tanto la gente como los pintores "se han aburguesado" El muralismo puede ser decorativo, acepta, "pero es una prostitución" Y despacha el acta de defunción del muralismo con su obra y la del michoacano Alfredo Lo que vino después, ya no le gusta A la exposición retrospectiva de éste, "Zalce Total", que se presentó durante el Festival Internacional Cervantino en esta ciudad y se exhibe actualmente en el Palacio de Bellas Artes, entrega una sola palabra: "Apabullante" Y en algún momento, recordando a sus antecesores ("ya soy yo más viejo que ellos ahora"), privilegia: "Orozco fue mi preferido, era más dramático, era más veraz Trazaba con una línea tremenda Lo vi pintar Dejaba a toda la gente fuera y él pintaba, se encerraba a pintar solo" * * * * * La casa se levanta en lo que fue una hacienda que todavía hoy conserva el aire amplio de los espacios jardinados El hermano del muralista, el escultor Tomás Chávez Morado, maestro de la Universidad de Guanajuato, tiene su casa enseguida, y revela brevemente en torno del Museo de Silao, que no sabe del asunto "en pequeños detalles, porque de eso no hemos hablado", pero al parecer un comité de damas se va a encargar de conseguir fondos para la restauración Se trata de una pequeña casa de un piso, en el número 1 de la calle de Guadalupe Victoria, en el centro de la localidad Con Olga, el muralista vivió en Pastita hasta hace dos años, cuando la también pintora falleció Hoy Chávez Morado comparte la casona con la señora Rafaela, quien a los quince años comenzó a trabajar con la pareja en el cuidado de la casa –hace 17 años–, el esposo de ésta, Mario, y las dos hijas, Jazmín, de tres años y medio, y Olinka, recién nacida "A las dos las bautizó don José –cuenta Rafaela– Es su abuelo, aunque no lo sea El día que regresé de aliviarme el señor me estaba esperando con mariachis Y le puso Olinka, como doña Olga" El 4 de enero el pintor cumplió los 87 años y recibió la visita de Arnoldo Martínez Verdugo y el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez Ya Chávez Morado se sentía indispuesto Hablaron de la Fundación Olga Costa para las mujeres pintoras Arrancará con un fondo de un millón de pesos, producto de la compra que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes hizo de dos cuadros de gran tamaño del artista, La gran tehuana y La marcha El millón se va a invertir, y el producto será entregado para premios De eso es de lo primero que se habla con el artista: –¿Cuándo va a empezar a generar dividendos? –Tan pronto como lo inviertan Estamos en enero Para febrero ya estará produciendo, claro, lentamente A finales de este año ya vamos a premiar a algunas artistas La caracterización es que se premia a artistas femeninas y se busca que sean de toda variedad de tendencias No sé si vamos a premiar a artistas bisoñas o maduras Falta divulgarlo, yo creo que las mujeres van a recibir bien el premio No conozco a todas Hay una hija de Guerrero Galván, Irma Guerrero Es buena Es una candidata –Entre todos los que me ha mencionado van a determinar a las premiadas, o sólo usted –Hicimos una cosa manuscrita, Ramírez Vázquez, Arnoldo y yo Estábamos en una comida con el doctor Emilio Krieger, quien es el que va a hacer legalmente la Fundación El no pudo venir, ni Marakis (García Zepeda) ni González Casanova El jurado va a seleccionar de las exposiciones que vea en un año El jurado tiene que estar integrado por gentes que conozcan del arte, como Raquel Tibol o Teresa del Conde o José de Santiago –¿Cómo nació la idea? –Surgió de que está abandonada la mujer Está el Premio Lya Kostakorsky, muy acreditado, y sigue los mismos cánones El dinero que Luis Cardoza entregó, está invertido, y el producto es el que se da a los premiados Y ha tenido una resonancia internacional Tal vez nosotros lleguemos a ser así de internacionales Por ahora, solamente seremos nacionales –Y en qué sentido están abandonadas las mujeres, maestro –En que no tienen la venta, ni la salida de su obra La mujer está discriminada, porque somos los machos los que mandamos Esa es la cultura del país –¿Olga Costa estuvo marginada? –No, ella no estuvo marginada Pero es que yo le ayudé mucho También su hermana Lya le ayudaba mucho –¿Por qué se prefiere la obra de los hombres? –Sépalo Dios, porque la obra de Olga es tan buena que me da una vuelta a mí y me deja sentado Sí Pocos conocen la capacidad que tuvo Olga para mirarse Ella era supuestamente realista, pero no es así Ella ha hecho algunas pinturas abstractas preciosas Y después, haciendo catálogo de las cosas que dejó Olga, encontramos una gran cantidad de dibujos que ella no desarrolló pero eran todos abstractos Poco se influyeron mutuamente, dice, pero asegura: –Ella era mi tercer ojo Yo era su tercer ojo –Y originalmente usted se enamoró de ella por su pintura o por ella misma –Bueno, ella era alumna de Carlos Mérida en la Academia cuando yo la descubrí Pero no pintaba todavía Hay por ahí algunas mantas que hizo, pero ella no lo valoró ni Carlos Mérida lo valoró Un día que se celebraba el día de la madre en la Academia, ella me dio ya el primer beso Ella se atrevió antes a besarme – ¿que usted a declarársele? –No me acuerdo –responde apenas– No quiero soñar esta noche con Olga * * * * * La conversación es accidentada La interrumpe a veces el artista al agitar una campana para llamar a la servidumbre En otra ocasión pide se le recargue en la cabecera para firmar un papel solicitando al director del Museo de la Alhóndiga que los enviados de Proceso tengan acceso al recinto al día siguiente, lunes, en que se encuentra cerrado Como algo dice del cura del lugar, el diálogo se extravía un poco por ese camino: –¿Tiene alguna religión? –No, ninguna, aunque mi familia era católica –¿Por qué renunció a la religión? –Conocí a la viuda de Flores Magón en California Ella me prestó las revistas que él publicaba y entré en un ateísmo liberal –¿Piensa en la muerte? –Todas las gentes pensamos en la muerte –¿Qué aportó usted a la pintura mexicana, cuál es su legado? –En pintura, el mural del Hidalgo en La Alhóndiga En escultura, las tallas en piedra que hice para el Centro Médico Nacional Ese es mío, y Tomás, mi hermano, que me ayudó un poco También el del edificio del Congreso, con esa suplantación de bronce Mire, la pintura es difícil y el mural de La Alhóndiga lo hice de chiripazo Fue mi primer mural, y yo creo que lo hice muy bien Cuando voy y lo veo, hasta lloro porque hay salitre –¿Podría ir con nosotros? –No me puedo sostener, no puedo caminar Tengo una silla de ruedas, pero ya la dejé, no me gusta Camino, ayudado por un hombre fuerte, y hago ejercicio con las piernas Pero ya no va a su estudio, según cuenta Rafaela: "Lo traemos aquí, al de doña Olga No queremos ni que el aire le dé" –Y en su estudio, maestro, ¿no tiene un cuadro que esté pintando? –Uno en blanco Hay que pintarlo –¿Tiene algún tema? –Algo con piñanonas, esa planta tan bella que tiene agujeros –¿Esa se da aquí? –Es la que está justamente pegada aquí También lengua de vaca –Esa cómo es –Como esa que está en el nacimiento, al final del pasillo Rafaela dice: "El nacimiento lo hizo para las niñas" * * * * * En perfecta lucidez, Chávez Morado cuenta, sin embargo, que se encuentra "bloqueado" –¿No puede pintar? –Sí puedo pintar, si me llevan hasta el caballete Pero pinté una figura que borré porque me pareció horrible Y ahora tengo la tela blanca, y ya tengo la idea de qué voy a hacer Mañana voy a hacer que me lleven al caballete –Qué era esa figura horrible que pintó –Una mujer que parecía estatua Era de colores plácidos, pero su figura era horrible No parecían estructuras de mujer Tuve una falta de talento en determinado momento Me había bloqueado desde antes y entonces luché e hice esa figura, y la hice mal Algo me bloqueó, algo mental –Y lo que piensa pintar qué es –Yo no digo eso –Y en su mano sí tiene fuerza –Sí, en eso no tengo problema Al fotógrafo lo sorprende: –Si usted va a disparar, de una vez dispare Le señala Juan Miranda: –No, es que me quedé pensando en lo que decía de la injusticia, cuando hablaba de su mural y del maestro Zalce –Mire: Zalce y yo somos los que recibimos la estafeta Zalce hizo más obra de caballete que mural, yo hice más mural –Pero había este fuego, esta necesidad de cambio en ustedes, ¿no? –se le retoma –Nosotros vivimos la injusticia y desde el Taller de Gráfica Popular comenzamos a luchar Yo hice muchas cosas, señor Yo fui a España, yo luché al lado de Cárdenas, contra los dorados Estuve en los trancazos Ahora la vida me ha tarado –Pero sigue usted pintando –No he pintado últimamente, pero voy a pintar No esta noche Pero mañana voy a pedir que me lleven al caballete (Proceso No 1003 / 22 de enero de 1996 )

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