BUZON DE APOCRIFOS: De leyes

martes, 25 de junio de 2002 · 01:00
México, D F (apro)- Lastimosos vivientes: van a perdonar que este misántropo irredento, pues ni mi generación ni las que la heredaron, y al parecer la de ustedes tampoco, han generado hechos que desmientan y contradigan mi innata misantropía, les escriba la presente Pongo en letras mi voz desde la memoria inconsciente que forma parte del imaginario colectivo, y que tienen por herencia, donde con muchas otras voces de sus antepasados de varia y hasta opuesta esencia a la mía, guardan silencio, pero desde donde vibran, despiertan, se elevan y escuchan cada vez que un viviente las toca con su imaginación reproductora, esto es, las hace presente en su conciencia, posibilitando con ello su reorganización en órdenes distintos, para alimentar y desarrollar lo que ustedes llaman la imaginación productora, de la que depende por cierto el conocimiento y la invención Pues bien, debido al fenómeno descrito, días atrás se dio la siguiente situación Del imaginario colectivo se elevó y tomó cuerpo una vieja voz, del siglo VI AC, diciendo lo siguiente (por favor, donde ponga una l, pronúnciela como r, pues se trata de una voz oriental): Cuantas más leyes y plohibiciones hay en el mundo Más poble y míselo selá el pueblo Cuantas más almas tenga el impelio Más desolden hablá en el pueblo Más cosas inselvibles e inútiles hablá Cuantas más óldenes y leyes dicten los gobielnos Más salteadoles y ladlones hablá? Como si este recitado fuera un conjuro, luego, luego se dejaron escuchar celebrándolo las voces de Herbert Spencer y Karl Popper El inglés Spencer, uno de los padres del evolucionismo, dijo que, ¡ah! Cuanta sabiduría había en esas palabras milenarias chinas, que la tradición atribuía a Lao Tse Que se sentía orgulloso de haber acertado resumirlas en la frase DEMASIADAS LEYES, que le sirvió de título para un ensayo que cuestionaba la superstición del omnisaber y la omnipotencia del Estado y el acatamiento sin discusión de tantas leyes que en él mismo se generan; ensayo, como escrito por un liberal convencido de que el mejor gobierno es el que menos gobierna, también era un alegato del laissez faire, del dejar hacer individual, de defensa y reivindicación de la ayuda a sí mismo, semilla de poderosa energía y perseverancia para satisfacer las necesidades y deseos personales El vienés K Popper, con movimientos de cabeza, escuchaba complacido, y dijo que esos principios, los expuestos por Spencer, eran los mismos de los de su SOCIEDAD ABIERTA, paradigma donde la libertad es más considerada que la igualdad, la libertad es garantizada por el ejercicio de la democracia y el ejercicio de la democracia abre la posibilidad de que, sin recurrir a la violencia, se lleven a cabo los cambios tanto políticos, económicos como sociales indispensables para la estabilidad y desarrollo de la sociedad Añadió que en lo personal se sentía más que satisfecho que el tercer milenio haya iniciado su existencia con el pleno triunfo con eso que ustedes los vivientes llaman la globalización, ya que la misma encierra en esencia los principios de su SOCIEDAD ABIERTA Yo les escuchaba indignado de tanta complacencia y satisfacción Iba a intervenir cuando una risa sarcástica nos sorprendió a todos; a continuación, la voz conocida como la del pensador de la descomposición, EL RUMANO Emile Cioran, se dejó oír diciendo que nadie se hiciera pato, que había que admitir que toda creencia, toda teoría, sea esta filosófica, religiosa, política, económica o social, no eran más que farsas que se defienden o rechazan no porque sean verdad o mentira, sino porque gustan o disgustan según beneficien o perjudiquen las necesidades, deseos o intereses individuales, por lo que ser militante o defensor de esta o aquella creencia o teoría, equivale a quedar prisionero de sí mismo Que tanto vale la libertad como la igualdad, el dejar hacer individual como la planeación llevada a cabo por el Estado, lo personal como lo colectivo, el tener pocas como demasiadas leyes, con lo que la llamada SOCIEDAD ABIERTA bien podía ser mejor, pero también tan mala o casi como otra sociedad cerrada Dejó de hablar y ardió Troya, pues en apoyo y defensa de sus creencias y teorías, comenzaron a esgrimir ejemplos históricos, estadísticas y hasta noticias del día, que más que para otra cosa más bien sirvieron para caldear los ánimos, al punto para irse a las manos Fue suficiente para mí y así los dejé Que conste: no les escribo la presente con ánimo de entretenerles, ni tampoco con el exclusivo de vejarlos, sino con el de ver si los que la lean aprenden algo y son capaces de alguna acción que desmienta y contradiga mi innata misantropía Es un desafío Espero su respuesta JONATHAN SWIFT

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