ADELANTO DE LIBROS: "La pintura de Enrique Estrada", de Andrés Luna

lunes, 15 de julio de 2002 · 01:00
México, D F (apro)- El Instituto Cultural de México en Washington expone, desde el 20 de junio, 21 pinturas de Enrique Estrada A menudo la obra de los artistas sólo se encuentra en libros de lujo; acercarse a la explicación crítica o a la elaboración descriptiva de su arte en ocasiones, por lo mismo, resulta un tanto inaccesible De manera que remitimos al lector a un texto del crítico Andrés de Luna, tomado del volumen "La pintura de Enrique Estrada", que publicaron conjuntamente el Conaculta, el INBA y la Fundación Cultural Bancomer en 1998 Se trata de un fragmento de la primera parte de esta monografía retrospectiva del artista chiapaneco nacido en 1942 EL ARBOL DEL APRENDIZAJE En el arte de Enrique Estrada aparecen las escalas de un viaje pleno de variaciones, sin que esto indique seguir la veleta de las modas Por el contrario, la modernidad del artista consiste en tener como punto de partida su experiencia y su proceso; con ese espíritu subjetivo, conquista expresiva sin par, en el cual la pintura asume los riesgos de ir a contracorriente de las veleidades del momento Conocedor del arte de ayer y de hoy, Estrada resuelve sus cuadros por medio de gruesas capas de pintura que modelan un espacio y dejan que el pincel actúe Velázquez, Zurbarán, el primer Cézanne, Picasso o Bacon asumen esa relación entre la materia y el lienzo, diálogo indispensable para concretar una emoción que se domina y que de pronto es expresividad plástica Porque pintar de ese modo implica muchas cosas, entre otras la posibilidad de darle cuerpo y vida a la superficie pintada; pues el cuadro es un espejo reflexivo al que se recurre para percibir las texturas, comprobar la eficacia de los colores y dejar que, en el caso de Enrique Estrada, las figuras admitan sus nexos y queden plasmadas en un trayecto que requiere de escalas, de correcciones, de cambios repentinos y de modificaciones Es decir, y esa es una especie de alquimia, el cuadro queda a merced de su metamorfosis, sólo que ésta se produce en medio de los rigores creativos, nada de caprichos o de arbitrariedades, porque incluso la libertad del artista, el uso de la subjetividad, se rige por el conjunto de sus saberes Revisar la obra de Enrique Estrada es admirar el cultivo de la forma, el dominio de la pintura en un sentido clásico, y abismarse por un universo donde la ironía, la crítica y los valores humanísticos arman un nudo indispensable Primero fue el aprendizaje con Siqueiros, titán de las técnicas renovadoras y hombre lúcido La huella del muralista queda en Estrada, sin que esto sea un dique impasable Al contrario, la grandeza de David Alfaro Siqueiros fue uno de los ejes para el conocimiento profundo de la pintura En sus cuadros que sobreviven de la etapa inicial está Puerta vieja (1970), minucioso ejercicio de profundidad y realismo que el artista habrá de continuar en obras posteriores de temática semejante Mientras que en Ave negra (1968) aparece un personaje a la medida del arte de Estrada: un hombre vestido de oscuro cuyo rostro es amenaza, contempla al espectador con mirada fugaz; su cabeza es calva y todo en él parece atraer violencias Inquisidor, asesino, ladrón o salteador de caminos, este sujeto de aspecto antiguo está descrito con la fuerza expresiva de un artista que empieza a conocer los secretos de su arte Podría decirse que en este cuadro ya están los dones de la plástica que practicará Estrada en los siguientes años Estudio de grises y negros (1970) es experimentación geométrica, abstracción orgánica, donde Estrada se niega a olvidarse de lo figurativo, incluso le da cabeza, tronco y extremidades a estos bloques pétreos que componen una imagen escultórica En Enrique Estrada lo bello se aleja de las facilidades de la preconcepción Desde un principio se ha manifestado como un artista que entiende que su actividad es proceso, larga cadena de variaciones, mecanismos estimulantes que afinan una idea y precisan las rupturas El recorrido es fascinante, porque en Estrada los cambios sugieren la modificación de un concepto Podría decirse que en el artista pesan las tradiciones de la pintura europea, sólo que en él esto es símbolo de la modernidad

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