México, D F (apro)- Lleno de intrigas políticas, acción y un romance fatal, el "Episodio II: El ataque de los clones" (Episode II: The attack of the clones", EU, 2002) es, entre otras cosas, una cinta reveladora El Episodio II posee dos tramas En primer lugar, cuenta la historia de cómo el joven Anakin Skywalker (Hayden Christensen) de veinte años de edad se enamora de la antes reina, ahora senadora Padmé Amidala (Natalie Portman), y el inicio de su camino hacia el lado oscuro; y por otro lado, la caída de la república y con esto el inicio de la decadencia de los Jedi Diez años después del Episodio I, Anakin y Obi Wan (Ewan MacGregor), son designados como protección de Padmé, pues ésta ha sufrido un atentado Después de un segundo intento de homicidio, Obi Wan debe ir a investigar quién es la mente maestra detrás de todo este conflicto Por su parte, Anakin se queda como escolta de la senadora, y ahí el romance comienza a desarrollarse Se sospecha que el cerebro que planeó el asesinato es el conde Dooku, un ex Jedi que dirige un movimiento separatista (muchos sistemas planean desafiliarse de la república) Pero no hay nada claro, todo ser irá desentrañando durantes las dos horas y media (aproximadamente) que dura la cinta La película, que estrictamente hablando no es tal, pues fue grabada en cámara digital, es un deleite visual Los escenarios y los efectos son magníficos, y ni qué hablar de las escenas de acción; por fin vemos a los Jedi entrar en combate, lo cual es verdaderamente sorprendente Pero nada como la escena de acción que protagoniza el maestro Yoda La trama cogea un poco, lo visual se la come En parte a que el Episodio II, al igual que el I, se encuentra en función de los episodios IV, V y VI Sólo sirven para aclararnos las cosas Los actores están bien, pero no superan a Harrison Ford, Carrie Fisher o Mark Hamil, pues la parte visual sostiene toda la película Pese a lo anterior, es poco probable que el Episodio I decepcione a los fans; al contrario, deja mejor sabor de boca que la cinta anterior, aunque hay quienes afirman que haberla grabado en cámara digital la hace parecer sumamente fría, como si una computadora la hubiera contado Pero tan sólo son personas anticuadas