CINE PERMANENCIA VOLUNTARIA: "Scooby-Doo",la película más chafa del verano

jueves, 15 de agosto de 2002 · 01:00
México, D F(apro)- Si la caricatura de Scooby Doo era estúpida, la película (Scooby-Doo, EU, 2002) es diez veces más Después de dos años de estar separados debido al ego de algunos de sus integrantes, Daphne (Sarah Michelle Gellar), Velma (Linda Cardellini), Fred (Freddie Prinze Jr), Shaggy (Matthew Lillard) y Scooby-Doo se reúnen para solucionar un nuevo misterio El escenario es un parque de diversiones de terror --el lugar consiste en una serie de juegos cuyo único fin es asustar--, y el problema radica en que los jóvenes que ingresan sufren cambios en su comportamiento al momento de salir; es como si los hubieran cambiado por otros La película posee los mismos giros que la caricatura, mismos que intentan mantenernos en suspenso, y los mismos chistes tontos acompañados con "scooby galletas", y algo más, algo que no tiene la caricatura: una escatología que en ocasiones le gana a las películas de los hermanos Farrelly ("Loco por Mary", o "Irene, yo y mi otro yo") Por ejemplo, Scooby y Shaggy se avientan una competencia de flatulencias que los personajes de la cinta "La venganza de los nerds" se morirían de la envidia La personalidad de los personajes está muy exagerada, es decir, la cinta resulta más caricaturesca que la caricatura misma, y a la vez, más banal Lo único que vale la pena es el atractivo visual compuesto por Daphne, Velma --que se ve, en ocasiones, más sexy que Daphne--, y Mary Jane (Isla Fisher), la chica que se enamora de Shaggy Pero de ahí en fuera, no hay nada más Queda sólo una incógnita: ¿Por qué entra uno a ver películas que, de entrada, sabe que estarán malísimas? Y no sólo eso, sino, ¿por qué utilizar a sus hijos, sobrinos o alguna novia caprichosa, para justificar su acción? La verdad, por puro morbo Un morbo que propicia estos "churros" de Hollywood Por supuesto, se trata de unas cuantas personas; habrá gente altruista que vaya a ver esta cinta sólo para complacer a alguien más Si usted es padre, lo más seguro es que no tenga otra opción que asistir; así que, de entrada, deje su cerebro fuera de la sala Pero si no es padre, para nada intente darle gusto a alguien más

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