LOS PASOS PERDIDOS: Subsidios oficiales y Grupos de Danza

martes, 21 de octubre de 2003 · 01:00
México, D F, (apro)- Discrepancias, actos de espontánea solidaridad, conflictos, disertaciones encontradas? De todo ha acarreado el cese de las actividades del Ballet Teatro del Espacio (BTE), dirigido por Gladiola Orozco y Michel Descombey Pero a pesar de lo polarizada que se encuentra la discusión, hay un punto en el que no pueden cuestionarse las palabras de Descombey: su crisis, es sólo la punta del iceberg de la que vive el gremio de la danza contemporánea independiente Hasta el momento, resulta increíble que las tres compañías subsidiadas del INBA ?Ballet Teatro del Espacio, Ballet Independiente y Ballet Nacional-- no hayan recibido actualizaciones sobre los fondos que reciben desde 1988 También resultan increíbles las bajas cantidades que pagan tanto el INBA y la UNAM por función a los grupos independientes y, peor aún, es que en muchos casos ni siquiera les paguen Es paradójico, para muchos la petición de Descombey es absurda, pero más absurdo es que no se cuestione al mismo tiempo el papel que juega el gobierno en el manejo de los recursos dedicados a la danza La perspectiva no debe reducirse a analizar con lupa únicamente lo que requieren las compañías subsidiadas y cuáles son sus resultados, sino en poner en claro que es fundamental la realización de un diagnóstico sobre la situación que guarda la danza nacional En una llamada anónima que recibí, un hombre dejó grabado un mensaje en el cuál decía con una extraña voz y como lleno de cólera: "?y la danza nacional qué" y algo más, así como "el petulante Descombey que nada le parece" Sin noción clara de que existen identificadores de llamadas, el sujeto, con voz temblorosa concluyó su mensaje diciendo "soy: un amigo" Esa llamada, evidencia claramente la marginalidad que vive el gremio Resulta obvio que al ser reveladas las cantidades que reciben tres compañías, las que no reciben ni un centavo y perciben bajos honorarios por sus funciones después de ensayar por meses y aquellas que, incluso, están dispuestas a asumir los costos de presentarse en algún lado, con tal de hacerlo, se sientan insultadas Se sabe que algunas agrupaciones intentarán pedir que les den a ellos el subsidio del BTE, si es que esta compañía se cierra de manera definitiva y que, como si se tratara de una corte de los milagros, muchos lo desean y están a la espera de que se cierren los subsidios a los tres grupos para que vean lo que es bueno "que caigan las vacas sagradas y que sientan lo que es bueno" Pero es ilógico, porque tampoco pueden quedarse fuera de la evaluación: la Compañía Nacional de Danza, del INBA; el Ballet Folklórico, de México de Amalia Hernández; y la Compañía de Danza Folkórica, de Nieves Paniagua Y ya entrados, tampoco deberían de quedar fuera las agrupaciones de supuesto tinte estudiantil como el Taller Coreográfico de la UNAM, el Ballet Folklórico de la Universidad de Colima, el Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana junto con todas las demás compañías del país Y qué hay de la Guelaguetza, peculiar evento que da ganancias multimillonarias, pero que no le da ni un centavo a sus participantes Si bien la situación por la que pasan las agrupaciones de danza contemporánea es crítica; lo más grave es que cada día empeorará más Hasta el día de hoy, por más que se ha intentado no existe para los bailarines ni la seguridad social, ni seguros de accidente o lesiones, pago de ensayos, ni jubilaciones Habría que preguntarse qué caso tiene dedicarse a la danza, para qué quieren escuelas profesionales y centros técnicos de preparación dancística si el destino manifiesto de quienes se dedican a esta actividad es la de vivir casi en la miseria No tiene sentido, para qué seguir engañando a decenas de jóvenes que se entrenan diariamente para poder lograr tener un lugar en el medio artístico y vivir de su trabajo El ejemplo más cercano de la marginalidad de la danza es Cora Flores Bailarina ?una de las diez mejores del siglo XX en México--, coreógrafa de altos vuelos ?dirigió la compañía nacional de Costa Rica--, dedicada de tiempo completo a bailar y a dar clases, no contaba con que su cuerpo se desgastaría más de lo debido Con una operación de caballo para colocarle una cabeza de metal en el fémur, Cora se quedó sin posibilidad de volver a pisar un escenario, sin trabajo porque no puede dar clases y sin dinero, porque nunca pudo hacerse de un mínimo capital que le permitiese una jubilación Por su parte, Isabel Hernández, destacada maestra, está en peores condiciones, salió mal de su operación de cabeza de fémur, no tiene con que pagar otra operación, no puede subir la escalera de su edificio y ha tenido que buscar quién quiera rentar un cuarto de su casa para hacerse de un poco de dinero A esas tristes historias se les une la de Waldeen ?fundadora de la danza en México? que murió en la pobreza en Cuernavaca, Morelos

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