Contra la piratería
México, D F, 2 de octubre (apro)- Con la llegada de equipos caseros capaces de crear discos compactos y ahora hasta DVD, las empresas dedicadas a la creación de contenidos están viendo con alarma que sus negocios dejarán de serlo, al menos como normalmente habían trabajado
Por ejemplo, las compañías discográficas han empezado una campaña masiva contra los que comparten la música de los CD a través de Internet
Desde que empezó este asunto, la industria del disco buscó herramientas para detener a estos “ladrones”
Hicieron discos que no se podían leer en las computadoras caseras, mecanismo que no gustó a nadie y se les revirtió, pues los mismos compradores de música decidieron no comprar discos con este esquema de protección
Otros decidieron ponerles “marcas de agua” electrónicas a sus “rolas”, y esto implicaba que alguien podía tener cientos de canciones en su walkman mp3, pero no podría compartirlos con otros, pues la firma electrónica impedía que la música se reprodujera en otro aparato Esto fracasó también
Ahora la industria disquera ha decidido el camino legal, demandando en un inicio a 200 norteamericanos por intercambiarse música a través del ciberespacio
En términos reales, estas demandas sólo quieren demostrarle al público que la industria afectada está dispuesta a demandar a quien sea, pero veo difícil que pueda hacerlo con 70 millones de personas que en el mundo intercambian música a través de la red
La realidad es que los argumentos de las disqueras son poco menos que patéticos porque nadie se los cree Han dicho hasta el hartazgo que el intercambio por Internet impide que la industria pueda sobrevivir, porque el dinero que antes llegaba a productores, arreglistas, intérpretes, etcétera, ha desaparecido, y esto pone en riesgo toda la industria del disco
La verdad es otra: lo que buscan es recuperar sus márgenes de ganancia, que siempre fueron espectaculares y que de pronto han empezado, finalmente, a ocupar el lugar que verdaderamente merecen
Cierto es que algunos cantantes venden millones de discos, y con sólo eso pueden vivir por cientos de años Pero para la mayoría de los intérpretes, el disco es meramente un artículo que puede darles promoción
Quienes hacen las grandes ganancias son las disqueras, pues producir cada disco compacto (sin importar quién sea el intérprete), les cuesta menos de un dólar, incluyendo caja, folletito y serigrafía
Pero ese mismo CD lo venden a 20 dólares Es decir, sus márgenes de ganancia son brutales incluso considerando distribución a las tiendas, pago por los servicios de músico, post producción en un estudio en el extranjero, etcétera
Simplemente revisen la salida del nuevo disco de Luis Miguel Hoy día, al estar escribiendo esto, aparece una doble plana completa en el periódico Reforma con la portada de dicho cantante Es decir, las disqueras, con Internet o sin éste, esperan que el disco se venda como pan caliente
Pero vayan a las casas de discos, como MixUp o Tower Records Vean dónde tienen sus locales y el tamaño de los mismos ¿Cómo le harán para pagar rentas, tantos empleados y mantener ese catálogo de discos? ¿No que los piratas están destruyendo a la industria? Qué raro entonces ver que la gente sigue comprando CD Es decir, la realidad que veo choca contra lo que la industria disquera se la ha pasado diciendo últimamente
Los tiempos han cambiado Por ejemplo, en el capítulo de telecomunicaciones, Telmex dejó de ser monopolio y, como resultado, las llamadas de larga distancia bajaron radicalmente con respecto de lo que costaban cuando solamente Telmex estaba funcionando como la única empresa telefónica del país
Carlos Slim y su Telmex saben que esos márgenes de ganancia, verdaderamente de robo, ya no pueden ser Aún así la telefónica no dejará de funcionar y, además, seguirá siendo una empresa con enormes márgenes y utilidades
Regresando entonces a las disqueras, en mi opinión, la verdad de todo este asunto es una: a nadie le gusta dejar de ganar lo que ganaba antes Se redujeron probablemente los márgenes de ganancia gracias precisamente al formato mp3 y a Internet, pero de ahí a que las disqueras vayan a cerrar, créanme, eso nunca va a pasar