México, D F, 10 de noviembre (apro)- México su apuesta por la cultura, el nuevo libro editado por Proceso junto con la editorial Grijalbo, busca reelaborar lo que se dice y piensa sobre la danza en el siglo XX Desde su inicio, el diseño conceptual de la llamada “enciclopedia”, se pensó como una relectura de lo más significativo de lo que sucedió en el siglo XX Para ello, se convocó periodistas, escritores, coreógrafos e investigadores que pudieran aportar nuevos elementos sobre algo que, aparentemente, ha sido estudiado a plenitud Conocido en el medio como uno de los bailarines más importantes del grupo de danza gay “La Cebra”, Manuel Stephens realizó toda una investigación documental para llevar al cabo una cronología que incluye una buena parte de la danza de los ochenta y noventa que hasta el momento no había sido documentada del todo A punto de obtener su título de licenciado en letras inglesas por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Stephens es un escritor agudo y minucioso y se perfila como un futuro especialista en el campo de la danza nacional Investigadora titular del Cenidi-Danza “José Limón” del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la doctora Margarita Tortajada escribió el notable ensayo “Bailar la Patria y la Revolución” Se trata de un estudio minucioso sobre la búsqueda de lo “mexicano” para representarlo dentro de las diferentes corrientes de danza en el siglo XX Sin duda, Tortajada es una de las grandes especialistas en el entendimiento de las tésis vasconcelianas que cruzaron de cabo a rabo a las diversas vertientes del arte del siglo pasado Por su parte, Alberto Dallal, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, explica por qué, para él, Raúl Flores Canelo, fundador del Ballet Independiente, es un mártir de la danza moderna mexicana; Marcela Sánchez Mota analiza la naturaleza del performance, género artístico que involucra tanto a las artes plásticas como a la danza y el teatro; Patricia Cardona, actual directora del Cenidi-Danza “José Limón” y experiodista del diario Uno más uno, expone su visión sobre las décadas de los setenta y ochenta, con su concebido inicio del llamado “movimiento de danza contemporánea independiente” Además, se incluyeron dos entrevistas: la primera realizada por Javier Barreiro y esta reportera a la legendaria Guillermina Bravo que sin modestia alguna se autodefine “sigo siendo una radical” y la segunda, efectuada por Javier Barreiro al codirector del Ballet Teatro del Espacio, Michel Descombey, en la que confirma que para él “la danza es totalmente marginal” Como una especie de broche de oro, el notable dramaturgo Emilio Carballido hace un retrato escrito de la que fuera su gran amiga, la coreógrafa Amalia Hernández, quien de forma indeleble marcó la manera de realizar espectáculos dancísticos sobre las tradiciones de nuestro país En contraparte, la antropóloga Amparo Sevilla pone en tela de juicio el impacto generado por el Ballet Folklórico de México sobre las tradiciones populares e indígenas y la academización del folclor El actual coordinador de danza, Marco Antonio Silva, rinde homenaje a Gloria Contreras y su Taller Coreográfico; Jorge Domínguez, creador artístico, narra sus vicisitudes como bailarín decidido a no seguir las líneas del Ballet Nacional; Marcela Sánchez Mota narra la perspectiva artística que tienen los bailarines herederos del milenio; y el crítico e investigador Gustavo Emilio Rosales hace bocetos sobre las tendencias de la nueva coreografía Por último, se incluye una encuesta nada científica, realizada por esta reportera a ciento y un figuras de la danza en México sobre quiénes son los diez coreógrafos, las diez obras y los diez bailarines más significativos del siglo XX