REPORTAJE: El vallecito, único sitio de pinturas rupestres abierto en BC
Mexicali, B C, 10 de noviembre (apro)- En la montaña se encuentra el sitio de pinturas rupestres El Vallecito --justo en el kilómetro 735 de la carretera federal número 2--, el cual abarca 180 hectáreas, donde existen 32 conjuntos de imágenes, pero sólo cinco están abiertos al público
En este mes el arqueólogo Fernando Oviedo García iniciará excavaciones para obtener más información del lugar En la entrada se advierte tener cuidado con la víbora de cascabel, pero un custodio lleva una larga vara durante el recorrido que se hace con Oviedo García, quien primero explica:
“La zona se detectó en 1950 por investigadores del Museo del Hombre, de San Diego, y uno de sus investigadores, Ken Hedges, registró los conjuntos rupestres que existen en 1960”
Pero El Vallecito, destaca el arqueólogo, es conocido por el fenómeno astronómico que se desarrolla el 21 de diciembre en el conjunto El Solsticio o El Diablito que indica el cambio del verano al invierno
El lugar, a través de estudios arqueológicos, aporta la forma de vida de los que fueron sus habitantes:
“Aquí se asentaron los kumiai, eran seminómadas que se distribuían en la parte norte del estado de Baja California y el sur de San Diego Explotaban un sin fin de alimentos del entorno: frutos, semillas, raíces, hojas, pencas, bellota y piñón Molían en metates y morteros tallados en rocas fijas dentro de los sitios en donde ellos vivieron”
En El Vallecito existió un bosque de pinos piñoneros y el verano era la etapa apropiada para obtener el fruto seco:
“Este grupo hacia sus recorridos cíclicos de acuerdo con la estaciones y aprovechaba los recursos vegetales Viajaba desde la costa del Pacífico, Tijuana, Ensenada, hacia la montaña Aquí es parte de la sierra Juárez, estamos a mil 300 metros de altura Entonces, en esta parte de la montaña tenemos productos que no se dan en la zona de la costa Hay árboles que son de encino los cuales dan la bellota
“En esta área se concentraban los grupos a hacer su vida cotidiana, establecían las chozas y en la roca hacían cavidades donde molían Eran sus metates”
En el lugar existen grandes bloques de piedra y los kumiai las usaban como resguardo y plasmaban las pinturas rupestres Entusiasmado, Oviedo García cuenta:
“Encontramos alrededor de esos afloramientos rocosos los metates y morteros donde procesaban sus alimentos, donde molían la bellota y el piñón También elaboraban herramientas en piedra: puntas de flecha, cuchillos, raspadores, en fin Además, ya tenían conocimiento de la cerámica, utilizaron ollas y cajetes para hacer sus alimentos y también para contener agua En esta parte no hay ríos, ni mantos de agua, entonces era un recurso muy valorado”
Los kumiai, según él, residieron desde hace mil años hasta hace cien años: “No se quedaban en el invierno porque la temperatura llega a bajo cero y no aguantaban Además, los productos vegetales se acababan, sólo se dan en el verano”
Este grupo dejó diferentes dibujos en las paredes y techos de sus resguardos:
“Las figuras son antropomorfas muy esquematizadas y geométricas, normalmente de tamaño pequeño Las representaciones humanas y de animales están muy estilizadas Digo que las figuras son geométricas porque hay círculos, rectángulos, cuadrados y líneas horizontales Está característica de pintura es muy representativa del norte del estado de Baja California Se le llama pintura diegueña representacional de tipo abstracto Así le llamó el investigador Ken Hedges”
Los conjuntos
El piso es arenoso, pero la piedra no es tan pequeña Primero se encuentra el conjunto El Tiburón; se llama así porque semeja la cabeza de un tiburón En su interior sobresale una figura en negro acompañada de otros trazos geométricos A su alrededor se detectan varios morteros de distintas profundidades y diámetros hechos en la roca fija
Luego está el conjunto de El Diablito Es el lugar más importante del sitio En la pared de esa roca se aprecia una diminuta figura antropomorfa en rojo con una especie de antenas en la cabeza, parece un diablito Mide cerca de 20 centímetros y al lado hay otras figuras en blanco y negro Explica el arqueólogo:
“Aquí se da el fenómeno del solsticio de invierno que marca el cambio de estación Les comunicaba a los grupos que empezaba la época del frío, de la nieve, de la lluvia, y se tenían que regresar a las costas
“El 21 de diciembre, un rayo de luz solar penetra en el interior del resguardo de piedra y toca la cabeza de la figura en rojo, luego la ilumina completamente Al parecer era un lugar ceremonial Los kumiai no enterraban a sus muertos como actualmente lo hacemos, sino que incineraban el cadáver Se han encontrado restos humanos incinerados”
En el conjunto de El Diablito se han realizado dos etapas de excavación, en 2001 y 2002 Esos trabajos arqueológicos, informa el investigador, ha aportado datos para inferir que el lugar aparte de ser un marcador astronómico del inicio del invierno, se efectuaban ceremonias particulares, más restringidas, y entre ellas era la cremación de los muertos, donde intervenía el chamán
En la miniguía de El Vallecito, se expone que la pintura rupestre o pictografía es la aplicación de pigmentos de origen mineral pulverizados finamente que se aplicaban mezclándolos con algún tipo de aglutinante en la roca utilizada como lienzo Además subraya:
“En la elaboración de su diseño se usaba comúnmente el color rojo (ocre), negro (bióxido de manganeso) y el blanco (yeso), para hacer un sinnúmero de imágenes cuyo significado sólo lo podemos deducir de los estudios que realizamos, ya que las representaciones rupestres no son un sistema de escritura como lo es nuestro alfabeto”
Sin embargo, el arqueólogo reconoce que está en proceso ver qué materias primas utilizaban para pintar, “pero generalmente utilizaban productos naturales, vegetales o algunos minerales”
Enseguida se llega al conjunto El hombre Enraizado Es un espacio pequeño de roca Ahí yace pintada una figura en color blanco Se trata de una imagen antropomorfa que tiene una especie de raíces o prolongaciones de los miembros hacía abajo
Se dan otros pasos, donde se encuentra el conjunto La Cueva del Indio:
“Este espacio debió de haber sido muy importante para sus pobladores, ya que muestra una gran cantidad de morteros, metales, material cerámico y desechos de lítica producto de la elaboración de herramientas Es un gran domo de granito en forma de hongo en cuyas paredes y techo se encuentra la pictografía”
Se observa en el panel norte varias imágenes, los colores que predominan son el rojo, blanco y negro Oviedo García indica:
“Presenta una secuencia de sobreimposición de motivos en las que destacan varias figuras antropomorfas, una de ellas mide más de 120 metros, quizá de las únicas en su género para esta zona, muchos círculos concéntricos y una alineación de rayas pequeñas que se extienden en todo el borde del techo”
En el panel sur predominan los motivos en color blanco, las figuras humanas son muy esquemáticas y algunas presentan tres cabezas, además de círculos y otros diseños elaborados bajo la técnica de delineado
Por último se ingresa al conjunto Los Solecitos o Wittinñur:
“En la lengua kumiai significa ‘piedra pintada’, al igual que la anterior, es un domo que presenta dibujos en paredes y techo en gran profusión Aquí encontramos mucha variedad de representaciones en color rojo en distintos tonos y en negro, algunos siguen la topografía de la roca”
Resaltan unos dibujos como solecitos hechos en unos pequeños huecos naturales de la roca, también presenta círculos y figuras antropomorfas que no sobresalen los 20 centímetros
Este domo descansa sobre otro que tiene más de una docena de morteros
Se le pregunta qué importancia tiene El Vallecito, ante las zonas prehispánicas del centro y sur, y comenta:
“Son sociedades diferentes las que se desarrollaron en Baja California, en la península de Yucatán o en el centro de México Aquí tienen la particularidad de que fueron grupos seminómadas y estas sociedades dejan pocos vestigios materiales y al público en general les llama más la atención los grandes centros ceremoniales, las grandes pirámides, plazas y ofrendas
“En realidad, son pocos los vestigios que dejan estas sociedades de Baja California, pero no menos importantes que otras”
En tanto, la directora del Centro INAH de Baja California, Julia Bendímez Patterson, cree que este tipo de pinturas son espectaculares, “para muchos tiene algo de arte” También señala que en El Vallecito aún no se sabe con certeza qué dicen las pinturas rupestres, pero espera que pronto se descubra