CINE PERMANENCIA VOLUNTARIA: "Mini espías, mejor sin 3-D"

lunes, 17 de noviembre de 2003 · 01:00
México, D F, a 17 de noviembre (apro)- La tremenda desventaja de la nueva cinta dirigida por Robert Rodríguez es precisamente el elemento que funciona como gancho publicitario de "Mini espías 3-D": el 3-D, o sea, el de la "tercera dimensión" En esta tercera parte de la secuela "Mini espías", la familia Cortez tiene una doble misión: acabar con el videojuego "Game Over" (es decir, "El juego terminó"), realizado por un programador llamado Toymaker (el "Hacedor de juegos", Silvester Stallone), cuya finalidad es la de apoderarse de la mente de todos aquellos que lo jueguen, y rescatar a su hermana Carmen Cortez (Alexa Vega), la primera en caer en las garras de este "software" El indicado para salvarla es su hermano Juni (Daryl Savara), quien deberá introducirse en "Game Over" para superar cinco niveles, si es que desea traer de regreso a Carmen, quien se encuentra atrapada en el cuarto nivel Posteriormente, el legendario actor oriundo de la capital mexicana Ricardo Montalbán (¿recuerdan la serie "La Isla de la Fantasía"?), quien la hace del abuelo Cortez, entrará al juego para ayudar a sus nietos La cinta resultará interesante sobre todo para aquellos que practiquen videojuegos, pues las aventuras de Juni se acercan en extremo a las que tendría cualquier personaje de un juego de video Pero además, contiene una trama ágil, llena de amor y valores familiares No obstante, el problema consiste en que los lentes que utilizamos para ver el elemento de "3-D" en esta cinta, dan la impresión de que la estamos viendo a través de una ventana sucia, sin mencionar que los efectos en "3-D" llegan en diversas ocasiones a distraernos de la trama Llama la atención el grandulón Stallone, quien en "Mini espías 3-D" demuestra su nunca bien ponderada faceta cómica no una, sino hasta en cuatro ocasiones, esto es, con cuatro personajes distintos Poco queda de aquél rudo sujeto que triunfó como "Rocky", el boxeador al que estuvimos tan acostumbrados (ahora que visitó México advirtió que ya no haría más este papel de pugilista, pues se sentía viejo y debía cuidarse el cuerpo) La cinta es capaz de dejar un buen sabor de boca, si es que se supera la molestia que causa el uso de los lentes y los efectos "3-D" Fuera de eso, todo lo demás está decente

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