PERMANENCIA VOLUNTARIA: "Érase una vez México"

lunes, 3 de noviembre de 2003 · 01:00
México, D F(apro)- “Érase una vez en México” (“Once Upon a Time in Mexico”, EU, 2003) no sólo es la mejor cinta de la trilogía de “El Mariachi”, sino que también es el trabajo más maduro de Robert Rodríguez Descabellada, violenta, surrealista… “Érase una vez en México” comienza con el agente de la CIA, Sands (Johnny Depp), buscando a “El Mariachi” para hacer un trabajito Al parecer, la CIA ha arreglado el asesinato del presidente mexicano en turno (Pedro Armendáriz Jr), a cargo del general Márquez --quien odia a “El Mariachi” por haberle robado a su chica, interpretada por Salma Hayek)--; sin embargo, la CIA no desea a Márquez en el poder, por lo que Sands decide contratar a “El” (así es como lo nombran) para que se haga cargo de eliminar al traidor de la patria Además, existe un narcotraficante implicado, Barrillo (William Dafoe), quien por ser amigo de Hernández también deberá ser eliminado del mapa Lo malo es que el intrincado complot de Sands y la CIA se verá en problemas cuando la traición se haga presente Total que, como siempre, “El” termina siendo presa de las circunstancias: no puede decir no a Sands, pues Hernández es tan poderoso que probablemente terminará por matarlo, y además “El” tiene cuentas pendientes que saldar, cuentas que no pueden esperar: “El Mariachi” se verá obligado a dejar su guitarra a un lado y tomar sus pistolas, para volver a matar “Érase una vez en México” es entretenida: escenas de acción, casquillos humeantes y conspiraciones nos mantendrán despiertos durante toda la película, aun si uno se encuentra en la última función Pero no sólo eso, lo que hace de esta cinta algo singular son los elementos surrealistas y descabellados de Rodríguez, quien toma los aspectos más folclóricos de nuestro país y los resalta al máximo También podemos citar a un presidente bien intencionado, tanto así que el pueblo mexicano está dispuesto a morir por él; un vicepresidente traidor, semejante en su físico a Carlos Salinas de Gortari; personajes que se visten todo el tiempo igual, salvo en algunos casos; tres mexicanos guapos y entrones, que en realidad son dos españoles (Antonio Banderas, Enrique Iglesias) y un italiano (Marco Leonardi), y muchos errores de continuidad “Érase una vez en México” no está mal, siempre y cuando no sea tomada en serio

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