BUZON DE APÓCRIFOS: Evidencias

lunes, 15 de diciembre de 2003 · 01:00
México, D F (apro)- “Cuando esta guerra termine comenzaremos a rodar por la pendiente Entonces no será necesario recurrir al pueblo en busca de apoyo Por lo tanto, él será olvidado y sus derechos no se tendrán en cuenta”: Thomas Jefferson Estimados lectores: tengo que decirles que, como lo mismo que toda la Historia en general, la historia de Estados Unidos también es un error generador de injusticias y atrocidades Comparto tan lamentable idea de tantos estudiosos del tema, no porque sea un misántropo o cínico por naturaleza, sino porque con frecuencia he sido testigo de extraordinarios reuniones en las que participan diversos personajes fundadores de EU ¿Cómo es posible tan fantástico hecho para un hombre, como este su servidor, tan alejado de ese tiempo? Pues en el único espacio en que puede serlo: en el que recrea la imaginación En él, todavía hervidero de entusiasmos y decisivos y sostenidos apoyos “a las verdades evidentes de que todos los hombres han sido creados iguales; que a todos confiere el Creador ciertos derechos inalienables, entre los cuales están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”, como lo afirma la Declaración de Independencia de EU, vi y veo cómo esos personajes, en sus negociaciones, debates y disputas, no ignoraban que el enemigo natural de esas verdades evidentes eran el monopolio del poderío económico y las fuentes de riqueza, y planteaban ya el conflicto que existía (¡y sigue existiendo!) entre los derechos humanos y los de propiedad Al respecto, destaca lo que Alexander Hamilton fríamente dice: que en el curso corriente de la naturaleza humana, el poder sobre la subsistencia de un hombre (aclaro: la dependencia que sufren tantos individuos de los que son propietarios de tierras, dinero y/o medios de producción) equivale al poder sobre su voluntad Por su parte, Benjamin Franklin sostiene que si bien la propiedad puede incluirse entre los derechos naturales del hombre, hay que limitar la cantidad de propiedad que entra dentro de esa clasificación; que sólo la cantidad necesaria, en términos de subsistencia y procreación, forman parte de su derecho natural, de quien nadie puede privarle con justicia Thomas Jefferson, por otro lado, más radical y práctico, muestra su satisfacción por haber encabezado en Virginia, su estado natal, el ataque contra los privilegios de los terratenientes, que abolió la primogenitura o derecho a heredar del hijo mayor, obligó a dividir las grandes posesiones, el haber hecho aprobar una ley que estableció la libertad religiosa También le satisface ser campeón denodado de los derechos humanos, de la libertad de pensamiento, prensa y palabra, ya que las considera medidas necesarias para combatir y debilitar el monopolio del poderío económico y las fuentes de riqueza Manifiesta que las consecuencias de la monstruosa desigualdad de la propiedad, que causa tanta miseria a la humanidad, son tales que nunca serán suficientes los métodos que los legisladores ideen para subsidiarla Dice también que otro medio de equilibrar la desigualdad sería cobrar impuestos a las proporciones más altas de propiedad en progresión geométrica Igualmente, no pocas veces, en esas reuniones extraordinarias resuenan las palabras de Thomas Allen, reverendo radical, advirtiendo que le corresponde al pueblo vigilar para que mientras luchamos contra la agresión del rey y del Parlamento, no tengamos que soportar que la misma opresión surja de nuestras propias entrañas Evidentemente el tal reverendo adivinó que podía darse algo peor que el tener que pagar impuestos sin representación, esto es, que los representantes populares, que se dicen servidores de sus electores, terminen por perjudicar a los más de ellos al votar o no votar para hacer obligatorios los impuestos, sobre todos los que se cobran por mercancías y servicios, y pagan por igual pobres y ricos, lo que viene a ser como quitar igual número de pelos a un perro xoloiztcuinctli, a uno peludo de aguas ¿Cuál de los dos saldrá más perjudicado con ello? Mas a lo que íbamos Es evidente que EU nació a la historia presentando una carta de propósitos que orgullosamente sabía que teóricamente les hacía la mejor y hasta la más revolucionaria de las naciones, por lo menos en su tiempo Digamos, estimados lectores, si en este momento, en el que hace alarde de su hegemonía, por cierto conseguida en parte con el despojo de tierras, la anexión forzosa de un país y la eliminación de otro en su cuna –Puerto Rico y Hawai--; hegemonía que apadrina, protege e impone una globalización a la que somete a decisiones unilaterales, incluso de guerra, sin dudar para ello de hacer uso de la mentira; hegemonía que apadrina, protege e impone una globalización que demanda el mayor respeto al capital y la propiedad, “recomienda” “privatizaciones” de todo y “recortes” en gastos sociales, propicia “rescates” bancarios, porque no hay de otra, pues vendría el desastre, y por último, también “recomienda”ajustes fiscales que, por lo general, se reducen a cobrar menos a los que más tienen y a cobrar más a los que menos tienen, como impuestos como el IVA, ante estos hechos, y otros muchos de parecida índole que se pueden añadir, insisto, estimados lectores, díganme si no se puede decir que la historia de EU es un error ¿Pues esos hechos no traicionan los deseos más ideales y generosos de los más notables de los padres fundadores de Estados Unidos? Ustedes dirán ¿Evidente? ¿O no? Sin más y a sus órdenes Juanito Contreras

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