CINE/PERMANENCIA VOLUNTARIA: "Star Trek: Némesis":

lunes, 17 de febrero de 2003 · 01:00
* Un clon de sí misma México, D F(apro) Desde sus inicios en 1966, la franquicia de Star Trek ha generado cinco series de televisión, diez películas, un parque de diversiones, libros, camisetas, juguetes y demás cosas que usted pueda imaginar, gracias a lo cual ha conseguido obtener más de 4 billones de dólares Por eso no es de extrañarse que su creador, Gene Rodenberry, se haya animado a realizar la décima película, “Star Trek: Némesis” (EU, 2003), una cinta que sólo los fans podrán disfrutar, en donde los esquemas utilizados son los mismos con los que inició la serie No hay nada nuevo La historia va como sigue: En el “Enterprise”, el capitán Jean Luc Picard (Patrick Stewart) viaja con su tripulación a la “segunda boda” de su compañero de años, el comandante Riker (Jonathan Frakes) --ya había habido una ceremonia en Alaska, hogar del cónyuge--, con la consejera de la nave Deanna Troy, hacia el planeta natal de la segunda, Betazod En el ínter, descubren una transmisión en donde parece ser que sus enemigos de años, los romulanos, principalmente el pretor del imperio, desean la paz con la federación, y como el “Enterprise” es la nave más cercana a la zona, deberán corroborar esta información Como es de suponerse, hay algo oculto, pues el pretor es un tal Shinzon (Tom Hardy), quien fuera exiliado al planeta gemelo de Rómulo (Remo), después que ya no fuera útil para los planes del imperio Y es que Shinzon es una especie de clon de Picard, que alguna vez debía tomar el lugar del capitán del “Enterprise” y causar estragos en la federación No se sabe de qué forma, al menos al principio, pero Shinzon tomó el control de los romulanos y posee un arma capaz de destruir la tierra Picard es el único que podrá detenerlo, pero como Shinzon tiene mucho del primero, la lucha será un poco cerrada Como siempre, los protagonistas analizarán una y otra vez los hechos para comprender lo que sucede, procurarán establecer el diálogo hasta que el enemigo no les deje otra opción que la fuerza; los escudos descenderán y saldrán chispas del cuarto de control (el puente de la nave) Entonces, los protagonistas contraatacarán, pero no llegarán a la destrucción del enemigo, sino que utilizarán la inteligencia para someter a sus contrincantes, hacerles desistir de su ataque (inician un segundo diálogo), en donde se harán aliados del otro, o de plano no les dejarán otra opción que acabar con él, como ha sucedido desde que comenzara la serie, a mediados de los sesenta Con todo y que la serie tenga un fuerte carácter humanista --siempre está tratando problemas existenciales, ya sean personales o surgidos a través de las relaciones humanas, y no tan humanas, en un mundo donde la tecnología no sofoca al ser humano--, “Star Trek: Némesis” se ve deslucida, sin nada qué ofrecer Y es que, como dicen, todo por servir se acaba

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