José Emilio Pacheco, primer mexicano que recibe el premio Octavio Paz

miércoles, 12 de marzo de 2003 · 01:00
México, D F (apro)- José Emilio Pacheco es el primer escritor mexicano que recibe el Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo, que otorga la fundación creada en 1997 por el poeta Nobel La presidenta de dicho organismo, Marie Jose Tramini, dijo sentirse “muy contenta y muy orgullosa de que sea un mexicano, y que sea José Emilio Pacheco” La viuda de Paz --quien el miércoles asistirá a una ceremonia por los cinco años de la muerte del poeta Octavio Paz, que le será rendida por los alumnos del Colegio Williams donde el poeta estudió en su barrio natal de Mixcoac-- dijo que la poesía es algo necesario en esta época y en un país como México, “donde todo parece estar tan confundido” A su vez, desde su sede de profesor residente en la Universidad de Maryland, Estados Unidos, lugar al que acude a dar clases dos veces por año a lo largo de tres meses cada una, Pacheco se mostró “contentísimo” con la obtención del premio, y comentó a esta agencia que gracias a esa cantidad tan alta (cien mil dólares), “como nunca había tenido en la vida”, podrá equilibrar los gastos que le ocasionaron “una serie de enfermedades que el año pasado, por primera vez en 45 años de trabajo, me tiraron” Pacheco, quien junto con el mismo Paz, Homero Aridjis y Gabriel Zaid estructuró la más importante antología de poesía mexicana del siglo XX, “Poesía en movimiento”, tuvo sin embargo alguna vez una alejamiento con el autor de “El laberinto de la soledad”, como recordó en Proceso, a la muerte del poeta chiapaneco Jaime Sabines Entonces, el galardonado rememoró el día en que Paz se molestó porque Pacheco entregó a “Vuelta” un artículo elogioso sobre Sabines; eso fue tomado por Paz como un agravio, “aun cuando yo nunca había intercambiado una palabra con Sabines”, relató el también premio “José Asunción Silva” Reacio a conceder entrevistas “porque tendría que empezar dándole una a mi esposa Cristina” (Pacheco), el escritor es un hombre que evita la vida social y las presentaciones públicas Por eso, cuando impartió dos conferencias magistrales en El Colegio Nacional durante la conmemoración de los cien años de Jorge Luis Borges, el público asistió masivamente al recinto Considerado como un poeta apocalíptico, nostálgico, defensor de una naturaleza que cree irremediablemente perdida, y cuestionador implacable de la usura y el autoritarismo despótico, es también un poeta desgarrado por el transcurrir del tiempo, como lo asentó en uno de sus poemas más célebres: “Pertenezco a una era fugitiva, mundo que se desploma ante mis ojos” Su pesimismo le ha creado enemigos entre sus mismos colegas literarios Tras la muerte de Paz y de Sabines en los últimos años del siglo, en México, y la reciente de José Hierro, en España, Pacheco se levanta como la voz más sólida y la obra más profunda en poesía de la lengua española El jurado, que eligió a Pacheco por unanimidad, reconoce “la excelencia de su obra, que recorre todos los géneros literarios y es una contribución valiosa a la cultura de nuestro tiempo” Así lo establece el acta firmada por el escritor e historiador José Luis Martínez, el catedrático Manuel Durán, el investigador Anthony Stanton, y los poetas José Luis Rivas y Tedi López Mills, quienes por unanimidad decidieron otorgar el premio a Pacheco Nacido en la Ciudad de México en 1939, Pacheco se distingue por la versatilidad de su creación, ya que lo mismo ha escrito cuento que novela, ensayo, crítica y periodismo Es también investigador, promotor cultural, traductor e historiador Pero es esencialmente un poeta Fue así como lo definió Jaime García Terrés, cuando el autor de “Las batallas en el desierto” ingresó como miembro de El Colegio Nacional, en 1986: “José Emilio Pacheco es, ante todo, poeta Vale decir, un hacedor intuitivo, un creador Y esta es la madera con la cual se forma al crítico de verdad” De hecho su primer libro fue justo un poemario, “No me preguntes cómo pasa el tiempo” En este género ha publicado también “Los elementos de la noche”, “El reposo del fuego”, “Irás y no volverás”, “Islas a la deriva”, “Desde entonces” y “Tarde o temprano” En opinión de Pacheco, según escribió en una de sus famosas columnas semanales en la revista Proceso, llamada “Inventario”, la primera mitad del siglo XX perteneció a Alfonso Reyes, y la segunda a Paz Sobre este último, al cual definió como “el primer poeta y el primer ensayista del idioma”, dijo parafraseando al primero: “Enseña a decir, enseña a pensar, enseña a no estar de acuerdo, a veces ni siquiera con él mismo Le devuelve al ensayo su naturaleza suscitadora y dialogante” Estas palabras las escribió en 1998, unos días después que el poeta chileno Gonzalo Rojas recibiera en la sede de la Fundación Octavio Paz, en Coyoacán, el primer premio “Octavio Paz” Para el autor de “Las batallas en el desierto” se trató de una decisión “inobjetable” Ahora es el propio Pacheco quien lo recibirá en una ceremonia cuya fecha está por definir la Fundación Octavio Paz Pacheco ha recibido también los premios Aguascalientes y Xavier Villaurrutia, entre otros En 1980 se le hizo entrega del Premio Nacional de Periodismo e Información por su “Inventario” de Proceso Y en el 2001 obtuvo el primer Premio Iberoamericano de Letras José Donoso Dotado por un monto de cien mil dólares, el galardón ha sido recibido por el brasileño Haroldo de Campos, en 1999; el español Tomás Segovia, en 2000; en la peruana Blanca Varela, en 2001, y el español Juan Goytisolo, en 2002 11/03/03

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