Niños y adolescentes bailando

sábado, 23 de agosto de 2003 · 01:00
México, D F, 22 de agosto (apro)- “Los Niños Virtuosos del Cáucaso” tuvieron varias dificultades para presentarse en México: sus visas no les fueron otorgadas a tiempo, por lo que la fecha de su función tuvo que ser pospuesta Se trata de un extraño grupo de talentosísimos niños que fueron anunciados como “herederos del conocimiento y de la experiencia del Ballet Nacional de Georgia” Más de treinta pequeños entre los 7 y los 12 años de edad, que por extrañas razones, supuestamente ligadas al virtuosismo y a la magia de la danza, lo mismo bailan sobre la punta de sus pies, clavan cuchillos en el piso que mantienen peleas con sables Como sucede en este tipo de espectáculos --inspirados en ciertas tradiciones y resemantizados para convertirse en espectáculos de perfil nacionalista--, la música es en vivo con acordeón flauta y percusiones, el vestuario, impecable, aunque un tanto uniformador y las secuencias coreográficas se sostienen en los desplantes de gallardía y feminidad de los bailarines No obstante, a pesar de la perfección en este particular caso las complicaciones técnicas de las ejecuciones que los niños deben de realizar son muy cuestionables y en algunos casos, casi un abuso Es entonces que viene al recuerdo la frase del exesposo de Martha Graham, que refiriéndose a la técnica de su exmujer decía: “no porque se puede se debe de hacer” Si el saltar a gran altura para caer sobre las rodillas, girar sobre las rodillas o forzar los pies a la punta para saltar sobre los metatarsos es parte de la tradición caucásica tal vez deberían ser adultos los que ejecutaran tales obras La pregunta es por qué niños de tan pocos años son sometidos a semejantes esfuerzos y con tanto riesgo Y también dónde estudian, por qué son sometidos a ese tipo de disciplina y por qué trabajan, aunque sea dando giras por todo el mundo El espectáculo, impresionante, sobre todo por la parte del peligro, resultó además extraño y un tanto desorganizado A quinientos pesos el boleto de entrada, cuando menos los organizadores debieron haber mandado hacer programas de mano, o anunciar cada número, pero ni eso y como siempre, el Auditorio Nacional resultó un espacio pésimo para el espectáculo ”Los primos” El otro lado de la moneda es el grupo dancístico “Los Primos”, bailarines callejeros de barrios defeños que integran acrobacia, hip hop y rap, y que se encuentran incorporados al Circo Atayde Hermanos durante su actual temporada En un país donde dedicarse profesionalmente a la danza significa enfrentarse a los estereotipos del machismo y a los prejuicios de que todos los bailarines varones “se vuelven homosexuales”, resulta refrescante encontrar que los ejecutantes dancísticos de este tipo de danza se empiezan a convertir en profesionales Descubiertos por el cineasta y circófilo Federico Serrano en el Zócalo de la Ciudad de México, “Los Primos”, ocho autodidactas de corazón, no tenían originalmente ni técnica ni manejo escénico No obstante, se les propuso audicionar y se quedaron Inmersos en el mundo del espectáculo han aprendido lo que implica la fuerza de un diseño de vestuario adecuado, la fuerza de la precisión, la magia del impacto de la acrobacia Con dos funciones diarias saben ya lo que es la adrenalina de un aplauso ganado, literalmente, a pulso Resulta paradójico que mientras la danza académica desfallece cada vez más por la ausencia de varones que asuman su deseo de bailar –se cuenta que en las escuelas del INBA hay generaciones completas sin que se inscriba un solo hombre--, la danza callejera se haya ido convirtiendo en uno de los movimientos de expresión cultural más importantes del país Tan sólo con prender la televisión al mediodía y ver lo que pueden hacer algunos muchachos en el concurso “Duelo de titanes” se podría encontrar la veta para nutrir a las escuelas de danza del país

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