Susan Sontag: "Hay cada vez menos intelectuales con espíritu de solidaridad internacional"

miércoles, 29 de diciembre de 2004 · 01:00
* La guerra en Bosnia, su principal "causa perdida" México, DF, 28 de diciembre (apro) - En junio de 1995, el semanario Proceso publicó una entrevista con la recién fallecida escritora Susan Sontag, en la cual habla sobre el problema de la guerra de Bosnia A continuación se presenta el documento: Madrid (Proceso)- Susan Sontag a sus 62 años es una mujer apasionada y entregada a dos causas importante: la literatura y la guerra en Bosnia Se siente "ciudadana del mundo" porque es una manera de protestar contra el nacionalismo "letal", y lamenta que la mayoría de los intelectuales se dediquen sólo a problemas de sus propios países y olviden el "espíritu de solidaridad internacional" La escritora norteamericana reflexiona sobre estos temas mientras desayuna salmón, queso y cerezas Tiene unas pronunciadas bolsas bajo sus ojos negros y expresivos Su mechón de pelo blanco le cae sobre la cara, mientras engulle, da un trago de café y contesta a las preguntas de Proceso: "La primera vez que fui a Sarajevo en abril de 1993, estuve hablando con mucha gente creativa, artistas e intelectuales de aquí de Europa, y les dije varias veces: `deben ir a Bosnia, deben verlo, deben escribir sobre lo que pasa allá, deben hacer algo, lo que sea El único que dijo que sí a la primera fue Juan Goytisolo y lo hizo, pero él fue como periodista, no fue como yo para trabajar con la gente De todos modos, lo interesante es que casi todos o mejor dicho, todos los demás, dijeron: `es demasiado peligroso', o simplemente ‘tú no entiendes, yo estoy trabajando en mi propio país’ La guerra en Bosnia ha sido su principal "causa perdida" Comparte su tiempo entre Nueva York y Sarajevo, donde ha pasado siete largas temporadas Allí montó una obra de teatro (Esperando a Godot) y mantiene una serie de proyectos formativos y de educación: "Esa es mi aportación", dice con una sonrisa Esta escritora sorprendió a los intelectuales de los años sesenta con su ensayo “Contra la interpretación”, editado cuando tenía 33 años Impresionó con su oposición a la guerra de Vietnam, que la condujo a viajar a Hanoi en el momento más intenso de los bombardeos de la aviación norteamericana, y escribió Un viaje a Hanoi Entre sus obras destacan: Contra la ambigüedad, La enfermedad como metáfora, Sobre la fotografía, Bajo el signo de Saturno, El benefactor, Ultimo recurso, Estuche de muerte y Yo, etcétera Además, ha escrito una obra de teatro, realizado cuatro películas, publicado numerosos artículos, y editado e introducido la obra de otros muchos escritores, entre ellos su traducción al inglés de Pedro Páramo, de Juan Rulfo Posee una valiente sinceridad y rechaza toda afiliación académica o política: "Yo soy escritora y, como ser humano, tomo ciertas posiciones, nada más" Sus escritos sobre la fotografía, el arte y la enfermedad la han convertido en una fuerza intelectual internacional No tolera la pereza: "No estoy cansada, me siento como cuando tenía treinta años, quizás llegue un momento en que la vida me pase factura y me llegue de golpe la vejez, pero por el momento tengo la misma energía y capacidad de entusiasmo que siempre" "El volcán" Sontag estuvo en España para presentar su última novela, El amante del volcán (Alfaguara), una historia de amor entre lady Hamilton, esposa del embajador británico en Nápoles, sir William Hamilton, y el almirante Nelson Es una de las historias de amor más famosas que incluso ha sido llevada al cine, pero Sontag con su pasión le inyectó nueva vida y reconoce que probablemente su personalidad está diseminada en unos y otros personajes: "Porque a los personajes hay que quererlos de otra manera, el libro parece muerto" El libro incluye el gusto por el coleccionismo, y Susan Sontag se confiesa una "acumuladora" La escritora es coleccionista de libros y grabados arquitectónicos del siglo XVIII Así nació la idea de su novela, según narra ella misma: "Estaba en la tienda de Douwma (en Londres), mirando unos grabados de Piranesi y frustrada porque no encontraba nada que me acabara de gustar o que, gustándome, pudiera permitirme bueno, me puse a ver un montón de grabados que había en otro rincón y encontré algo: dos docenas de imágenes coloreadas de un volcán, de paisajes sembrados de peñascos y de primeros planos de rocas y minerales, todas ellas claramente salidas de la misma mano Vi que estaban sin firmar y pregunté de quién eran La dependienta no sabía el nombre del artista, pero buscó el título del libro que habían ilustrado Campi Phlegraei, me dijo Sabía que la campiña Phlegreana es una región volcánica situada al oeste de Nápoles Así que el volcán en erupción que aparecía en algunas de las imágenes era el Vesubio ¿Y el autor? La dependienta consultó la ficha y dijo: sir William Hamilton, el embajador británico en Nápoles (es decir, en el Reino de las Dos Sicilias), a finales del siglo XVIII Había hecho una edición privada de este libro, un relato de sus muchos años de observación del Vesubio, en 1776 Era ese Hamilton El marido de Emma En el diccionario me enteré que, además de famoso cornudo, había sido un ilustre coleccionista (de pintura y de cerámica antigua) y un gran experto, uno de los primeros, en vulcanología" En la novela, su causa feminista también está incluida: "Cuando se piensa que la palabra genérica para referirse a la humanidad, son ‘los hombres’; y cuando se refieren al género se dice siempre el masculino, ‘los padres’, nunca ‘las madres’, ‘las hijas’ Me gustaría saber qué pasaría si los hombres tuvieran que aceptar ser incluidos en el genérico femenino" Diálogo con Saramago Sontag, en El amante del volcán, ofrece, desde el romance, un estudio feminista de los cambios en la sociedad occidental desde la época de la Ilustración La cuarta parte de la novela corresponde a los monólogos de cuatro mujeres muertas Juan Goytisolo y José Saramago (dos de los escritores favoritos de Susan Sontag) presentaron su libro en esta ciudad capital, y el portugués se refirió a la obsesión de la escritora por la muerte: –¿Qué tanto le obsesiona la muerte? La muerte ha estado presente en sus escritos y en esta última novela hay cuatro monólogos de mujeres muertas, ¿por qué? –No puedo comentar sobre mis propias obsesiones La muerte es un hecho de la vida y muchas novelas la contienen, pero no creo que esté obsesionada con la muerte Lo interesante de los cuatro monólogos es que, primero: son mujeres; segundo: son mujeres distintas y que tienen distintos puntos de vista; y tercero, la forma de poner los monólogos más allá de las tumbas Creo que inconscientemente fue inspirado en las ‘Memorias póstumas’ de Machado de Asís No creo que si alguien escribe algo es a causa de una obsesión, tal vez la muerte es la obsesión de Saramago (risas) Además de la muerte, Sontag ha puesto en sus escritos especial énfasis en las enfermedades de manera penetrante y esclarecedora La escritora asegura que el concepto de enfermedad no es jamás inocente: "Hablar de cáncer para dar cuenta de un fenómeno político es incitar a la violencia" Sin embargo, no le gusta referirse a sus enfermedades, prefiere dedicar su tiempo a lo que sucede a su alrededor, y a sus "causas": "La salud significa para mí lo mismo que para todo el mundo, por supuesto que hay gente que no le importa su salud, que hace tonterías como fumar, pero todo el mundo preferiría estar sano La salud es energía y sentido de bienestar" –¿Está unida a la pasión? –No relaciono las dos cosas Cada concepto tiene su propio mundo Tengo que decirte que no me gusta hablar de cosas abstractas –Entonces hablemos de sus causas: usted las toma con pasión incansable, como el caso de la guerra en Bosnia ¿Por qué ocurre el genocidio bosnio? –Esa es una pregunta concreta (risas) Por el imperialismo serbio –¿Y quién permite que suceda, el mundo? –No es el mundo, porque el mundo está gobernado por mil personas que toman las decisiones importantes que influyen en la vida de todos los demás Hay que ser muy realistas, no es la opinión pública la que hace al mundo En este caso particular, la decisión del abandono de Bosnia la han tomado 20 personas: el señor Kohl, Mitterrand, Major, Clinton, etcétera, y otras personas que no son tan famosas Entonces no es que al mundo no le importe –¿Se ha demostrado que no le importa a Occidente? –Yo no uso esos términos, perdóname Esto es algo como dice la expresión alemana: ‘real politik’ Es una decisión de las personas que gobiernan los países clave, para dar la victoria a los serbios Ellos han tomado la decisión, pero dicen: "es una situación terrible, lo siento mucho por los bosnios" No es que al mundo no le importe, es que ellos han tomado una decisión política –¿Qué es lo que más le ha impactado en Bosnia? –El sufrimiento de la gente Allí hay todo tipo de sufrimiento Los asesinatos, las mutilaciones de cientos de miles de personas Gente perdiendo sus casas, sus familias, sus personas queridas, su país Me han impactado sus sentimientos de terror, de humillación La vida ahí sin agua, sin electricidad, sin vidrios en las ventanas, escondiéndose de los obuses y de las balas No tienen nada para comer, gente que incluso no se baña desde hace tres años –¿Ha sentido impotencia? –No es impotencia, es mucho peor que eso No siento impotencia, porque eso sería una arrogancia Esto implicaría que yo pudiera cambiar una gran decisión política tomada por los poderes europeos ¿Cómo podría ser tan arrogante? Intelectuales apáticos Sontag critica la apatía de los intelectuales del mundo, y considera que a pesar que los responsables de lo que sucede en Bosnia son los gobernantes de los países ricos, la respuesta de los intelectuales ha sido muy poca "Lo de Bosnia ha supuesto un fracaso total de los intelectuales Es producto de un gran error histórico y conlleva un gran deshonor a los que se consideran intelectuales" –Además del genocidio bosnio, existen también otros genocidios, como el de los indígenas en América Latina Algunos intelectuales han tomado una actitud muy participativa en el conflicto de Chiapas, ¿cómo ve esto? –Precisamente lo que está pasando ahora es que cada vez más los intelectuales están involucrándose solamente con las cosas que suceden en su propio país Esto es muy notorio Por ejemplo, le pregunté a una gran directora de teatro francesa, Arian Suskin, por qué no había ido a Bosnia, una mujer con gran conciencia y persona maravillosa con principios morales muy fuertes, y me dijo que estaba trabajando en contra del racismo en Francia, concretamente contra Le Pen, y yo le dije: ‘una cosa no excluye la otra’, pero ella me contestó que tenía que dar toda su energía a eso, porque en Francia estaban sucediendo cosas terribles Esta es una respuesta mejor que decir ‘no voy porque es demasiado peligroso’ (risas) Lo que me sorprende es que en los viejos tiempos la gente podía hacer las dos cosas Cada vez más se pierde el espíritu internacional de solidaridad; éste es algo muy raro, aun entre los intelectuales que están comprometidos Solamente una minoría de los supuestos intelectuales que están comprometidos, gente políticamente comprometida, hace acciones públicas por la parte de las víctimas en algún sitio, en causas sociales justas, pero cada vez más la gente se dedica solamente a lo que sucede en sus propios países "Me gustaría decir que no es deber de un escritor estar comprometido El único compromiso de un escritor es escribir bien y no contribuir al deterioro de su lengua, esos son sus deberes absolutos y morales Las causas son un deber opcional Son una norma de todo ser humano, no sólo para los escritores" –De todas las causas, ¿cuál es la más importante para un escritor? –La primera causa de todos los escritores es defender la literatura Es una gran causa, en la que se materializan los valores de seriedad, es un tesoro que conlleva mucha lucha –¿La literatura es la causa por la que vale más la pena luchar? –Sí, porque la literatura es también estar en la posición de defensa La cultura de los medios masivos, de la televisión, destruye el tipo de concentración que es requerido para leer, es algo muy fácil Si no lees libros cuando eres niño, y creces viendo la televisión o jugando juegos electrónicos, aunque seas una persona básicamente inteligente y luego empieces a leer libros, probablemente no lo vas a disfrutar tanto, tal vez porque leerás relativamente despacio y te parecerá un trabajo Leer no debería parecer un trabajo, debería ser un placer Por ejemplo, el cerebro es un músculo que hay que ejercitar: si yo aprendo a nadar y nunca he nadado, lo encontraría difícil o como jugar al tenis Hay que empezar a ejercitar esos músculos mentales a corta edad "Sin embargo, si todos los niños están plantados enfrente de las televisiones o jugando con juegos electrónicos, ellos no van a querer leer, no van a entender por qué hay gente que sí lee y hace esa `cosa tan peculiar o rara', un papel con marcas que no se mueve, que no canta, que no baila (risas) Todas las artes antiguas serias están hoy en día a la defensiva Entonces esto es una lucha para preservar algo de la cultura antigua y profunda" –En su escrito Contra la interpretación, usted hace una protesta contra la hipocresía de esos años, los sesenta ¿Ha cambiado el panorama moral en los noventa? –Todo mundo en principio está en contra de la hipocresía, aunque la mayoría son hipócritas Si lo que me estás preguntando es si las posiciones adversarias que están contenidas o están dadas a entender en Contra la interpretación son válidas absolutamente ahora, diría en general que sí Por supuesto que ahora no escribiría los ensayos en la misma forma, claro que no Hay modificaciones que haría, no los escribiría justo de la misma forma, algunos sí, pero la mayoría no Estamos 30 años después: la situación cultural, los principios morales, la situación ha evolucionado Los principios básicos no cambian, pero la situación cultural sí Por ejemplo, no en esa colección, sino en una posterior, hay un ensayo de pornografía que se llama La imaginación de la pornografía, que escribí en 1966-1967 Cuando lo escribí no existía una industria masiva de la pornografía tan comercializada como ahora Entonces, eso es un tema que no abordé, es decir, la cuestión completa de la difusión o comercialización de la pornografía Yo estaba hablando en el ensayo de altos ejemplos literarios como Bataille, de lo que yo llamo la imaginación pornográfica Claro que si lo escribiera ahora me ocuparía más de la comercialización de la pornografía Esto es un ejemplo de cómo han cambiado la cosas después de 30 años, no han cambiado los principios, sino los ejemplos y el énfasis Susan Sontag afirma que ella no se ve como una "intelectual neoyorquina", como muchos la definen Reconoce que vive en esa ciudad porque hay mucha actividad cultural, pero aclara que más bien se siente "ciudadana del mundo" Incluso muy europea, porque dice que probablemente tenga más amigos escritores en Europa que en Estados Unidos –¿Tiene usted relación con los intelectuales de su país, o se siente unida a ellos? –Yo no pienso así Desde luego conozco gente, pero actúo individualmente la mayoría de las veces, excepto muy ocasionalmente que tengo algún papel en conexión con el mundo Por ejemplo, durante una temporada fui presidente de la sucursal americana del Pen-Club (organización internacional de escritores) Cuando era presidenta me tocó el inicio del caso de Salman Rushdi, entonces yo estaba hablando con la gente, organicé la reacción y la protesta de los escritores norteamericanos en la condena y defensa de Salman Rushdi Entonces tenía una relación concreta con otros escritores Pero tengo que decirte que no quiero hablar sobre mi actividad, lo que soy, lo que escribo y las acciones concretas que yo tomo, no pienso en mí misma desde fuera –¿Es usted ciudadana del mundo, como dijo en la presentación del libro? –Eso es sólo una frase, pero es una frase que no uso ligeramente La razón es que de verdad me desagrada el nacionalismo, por eso uso esa frase Es una forma de expresar mi protesta contra el nacionalismo Pienso que el nacionalismo es muy es muy kitch Y peor, es también letal El nacionalismo es kitch y letal

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