PERMANENCIA VOLUNTARIA: "Alguien tiene que ceder"

lunes, 2 de febrero de 2004 · 01:00
* Nicholson y Diane Keaton sacan agua de una piedra México, D F, 2 de febrero (apro)- Es bonita, esperanzadora y cursi a más no poder, pero con diálogos y actuaciones ingeniosas que equilibran en cierta medida los desaciertos del guión, escrito por Nancy Meyers, quien también es la directora de la cinta No es una película de culto y tampoco llega a ser una desechable comedia romántica “Alguien tiene que ceder” (Something’s Gotta Give, EU, 2003) es una despliegue memorable de actuación entre Jack Nicholson (nominado al Globo de Oro como Mejor actor) y Diane Keaton (ganadora al Globo de Oro como Mejor Actriz y nominada al Oscar, también como Mejor Actriz) Con más de 60 años, Harry Sanborns es un codiciado soltero, dueño de muchas compañías, entre ellas la disquera más exitosa de hip-hop en el mundo Harry sale con mujeres de todo tipo, pero eso sí, deben ser menores de 30 años Sale con Marin (Amanda Peet), la hija de la más importante dramaturga de Broadway, Erica Barry, una mujer de 56 años, divorciada y neurótica, quien cree estar condenada a pasar el resto de sus días a solas y en celibato Las cosas cambian cuando Erica llega a su casa de playa con su hermana Zoe (Frances McDormand) para descansar y trabajar con tranquilidad el fin de semana Sin embargo, no contaba con que su hija y Harry estarían por ahí para hacer de la suyas Al principio la convivencia entre los cuatro es un poco tensa, pero para su mala suerte y por azares del destino, Erica terminará cuidando a Harry un par de días Las diferencias entre ambos harán surgir algo totalmente distinto al odio, algo que será difícil de desarrollarse debido, entre otros factores, a la presencia de Marin y del doctor de Harry (Keanu Reeves), un apuesto joven pretendiente de Erica “Alguien tiene que ceder” carece de sorpresas, de hecho es bastante convencional tanto en lo visual como en lo narrativo Lo que no tiene nada de convencional es la dupla protagónica Nicholson-Keaton, que hacen de esta trillada cinta un producto respetable y digno de ver Nicholson y Keaton pasan de la comedia al drama con enorme facilidad, sin mencionar momentos maravillosos que nada tienen que ver con algunas líneas ingeniosas sino a la capacidad histriónica y a la improvisación De hecho, su espontaneidad es el ingrediente que salva a la cinta de ser un completo fracaso “Alguien tiene que ceder” es una cinta ligera y rentable, y por lo mismo, bastante recomendable para las personas que padecen de estrés, o para aquellas que simplemente deseen un reír un buen rato

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