ADELANTO DE LIBROS:"La voz profunda. Antología de la literatura mexicana en lenguas indígenas&

lunes, 12 de abril de 2004 · 01:00
* Compilación de Carlos Montemayor México, D F, 12 de abril (apro)- Una literatura muy propia de México es la realizada en lenguas indígenas Y ha sido Carlos Montemayor quien ha pugnado por ese reconocimiento a una parte fundamental de nuestra cultura, al compilar para la Editorial Joaquín Mortiz “La voz profunda Antología de la literatura mexicana en lenguas indígenas”, tanto de tradición oral como de escritos actuales Los editores sintetizan en la contraportada: “En esta gran antología de literatura mexicana contemporánea en lenguas indígenas, la más completa hasta ahora, Carlos Montemayor ha seleccionado una treintena de autores de diferentes géneros literarios: narrativa, poesía, ensayo y teatro” Montemayor echa mano a lenguas como el maya de Yucatán, tzotzil, tzeltal, tojolabal, zapoteco del istmo y de la sierra; mazateco, náhuatl, ñähñu, huichol, totonaco… El siguiente es el Prólogo: La literatura es una forma de conocimiento del mundo Como recreación de la realidad, constituye no un reflejo, sino una toma de conciencia Borges decía que la lengua es una forma de entender el mundo y no un repertorio arbitrario de símbolos Esto lo he comprendido a lo largo de muchos años de trabajo con un grupo de jóvenes escritores mayas y en mis recorridos por varias comunidades del deslumbrante territorio de Yucatán La lengua española no tiene la sutileza ni la ductilidad musical para poder describir a profundidad el mundo que el pueblo maya conoce, comprende, describe en su lengua El descubrimiento actual de la riqueza de México implica el descubrimiento de las lenguas indígenas que han estado cantando, comprendiendo nuestro territorio milenios antes de la lengua española Acercarnos a esas lenguas nos revelará otras cosas: las culturas que se sustentan en esos idiomas; las terribles condiciones de miseria que se les ha obligado a vivir durante siglos a los pueblos que las hablan; el notable vigor de los indios para sobrevivir a masacres, represiones, despojos de tierras o se su fuerza de trabajo y, por supuesto, la capacidad para conservar y defender su lengua a lo largo de cinco siglos Las culturas de México permanecen vivas entre otras causas por el aporte esencial del idioma, por la función que desempeña en numerosos aspectos sociales En los momentos precisos en que la ritualización de la vida civil, agrícola, política, religiosa, exige una elevación de concepto, un reconocimiento de la dignidad de la vida de la comunidad, aparece el idioma indígena: poderoso, musical, oculto, como parte del rumor del viento en las más escarpadas montañas del país o en los más secos valles Esta relación entre los enclaves sociales de resistencia cultural y el uso de la lengua aun en comunidades donde le bilingüismo se acrecienta, es uno de los casos preclaros en que el idioma representa la vida misma de los pueblos Lenguas que merecen tanto apoyo como los pueblos que las hablan, como los niños, ancianos, mujeres, muchachos que las conservan México ha sido injusto con ellos Y esas culturas, esos pueblos, esos idiomas profundos y nítidos, son los que mejor podrían decirnos ahora qué es México, qué no hemos aún descubierto de nosotros mismos El uso de las lenguas indígenas en los contextos de cohesión o de resistencia cultural de las comunidades es un uso específico, una modalidad que supone un cierto tipo de composición Este uso específico se destaca del uso coloquial de la lengua, en la misma medida que en cualquier otro idioma de la Tierra se distingue la composición artística de la expresión común De “arte de la lengua” es necesario partir para entender el fenómeno de la literatura en lenguas indígenas de ayer y de hoy Varias imprecisiones, olvidos históricos e incluso creencias ingenuas toman confuso a menudo lo que debemos entender por literatura indígena Primero, creer que los idiomas pueden diferenciarse por distinguidos grados de crecimiento y que las lenguas con cierto desarrollo son los idiomas propiamente dichos y las otras lenguas son tan sólo “dialectos” De aquí se pasa a identificar las lenguas desarrolladas como aquellas que hablan los países hegemónicos de la Tierra y a los dialectos como las lenguas que hablan los pueblos sojuzgados en todo el mundo: por ejemplo, las lenguas de los pueblos indios de América Pero quizás sorprenderá a muchos en México saber que no hay idiomas superiores a otros, que todo idioma es un sistema lingüístico definible en los mismos términos que cualquier otro, con el ordenamiento gramatical necesario para una compleja gama de comunicación abstracta, simbólica, metafórica, imperativa, expresiva, lúdica, a partir de un sistema fonológico particular En náhuatl es un tema tan completo como el francés; el zapoteco lo es también como el italiano y el purépecha como el griego, o el español y el inglés lo son como el otomí y el mazateco Variación dialectal es un concepto lingüístico que se aplica al uso regional de un idioma Los usos regionales de la lengua española afectan el léxico, la fonética y aun la sintaxis en Andalucía, Buenos Aires, Bogotá, Yucatán o la Ciudad de México Estos son algunos de los dialectos del idioma español, y sólo en este sentido es posible hablar de “dialectos” en lingüística Un segundo error, acaso relacionado con los divergentes criterios que se aplican a las lenguas europeas e indígenas, es el de creer que las lenguas con tradición escrita tienen “literatura” y que las lenguas indígenas o de sociedades ágrafas tienen otra cosa que se llama tradición oral El término “literatura” supone no sólo un ejercicio de escritura, sino un “arte de la lengua” En cambio, en el concepto de tradición oral no se distinguen las fronteras entre “arte de la lengua” misma (escrita o no) y “comunicación oral” Creer que las leyendas del México colonial son la literatura mexicana de la Colonia sería equivalente a creer que las leyendas de tradición oral de los pueblos ágrafos son su lengua de arte Quizá a esto contribuye, además de la visión etnográfica o etnolingüística que afecta los estudios de tradición oral (en lugar de criterios estéticos, que son los que operan en los estudios de las literaturas de los países hegemónicos), el olvido de que las dos obras cumbres de la “literatura” de Occidente, “La Iliada” y “La Odisea”, de Homero, son obras surgidas antes de la invención del alfabeto y, por tanto, producciones de una sociedad ágrafa La comunicación oral se apoya en numerosos elementos extralingüísticos como la inflexión de la voz y rasgos gestuales y situacionales sin que importe la repetición de frases o su interrupción, la irregularidad de tiempos verbales o de personas gramaticales, el uso de términos o giros vagos, ambiguos, que son propios de la “conversación”, no de la “composición” cuidadosa que aparece en plegarias, conjuros, discursos ceremoniales, canciones, diálogos de danzas colectivas y rituales, coplas festivas, etcétera, cuya composición pone en juego propiedades de la lengua no empleadas en el habla común: fonológicas, rítmicas, acentuales, tonales, morfológicas, léxicas o sintácticas Es decir, el arte de la lengua construye sus estilos o usos específicos en géneros propios Sin reconocer su profundo sentido de religiosidad y su artificio de expresión, no se entenderá la función del arte de la lengua en el mundo indígena, como sería difícil entenderlo, comparativamente, en la poesía lírica ulterior: peanes, himeneos, trenos, etcétera

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