CANTO RODADO: 55 años del Conservatorio Nacional

lunes, 26 de abril de 2004 · 01:00
México, D F, 26 de abril (apro)- Fue un viernes 18 de marzo de 1949 Las contundentes palabras que expresó entonces el compositor y director del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) Carlos Chávez, resuenan todavía hoy con absoluta vigencia: “La miseria de cultura es más grave aun que la miseria de dinero; la miseria total es preferible a la insolente opulencia inculta” Aquellas frases de Chávez fueron pronunciadas durante la inauguración del edificio que alberga desde hace 55 años el Conservatorio Nacional de Música (CNM) y son recogidas para la reciente edición de “Conservatorianos: Revista de información, reflexión y divulgación culturales” por su editora, la pianista Betty Luisa Zanolli Fabila en el texto “LV Aniversario del Conservatorio Nacional de Música en Polanco: los espacios de la historia conservatoriana” Relata Zanolli, también profesora especializada en enseñanza escolar del propio CNM, que dicha ceremonia inaugural fue encabezada por el presidente en turno, Miguel Alemán Valdés, a quien posiblemente iba dirigida la oratoria de Chávez Así mismo, reproduce fragmentos de la crónica elaborada sobre el acontecimiento por la pluma de Salvador Novo (tomada de “La vida en México en el periodo presidencial de Miguel Alemán)”, compilación y nota preliminares de José Emilio Pacheco, CNCA/INAH, 1994), donde Novo narra: “El presidente llegó puntualísimo, como siempre (…) y empezó el programa con un ‘Honegger’ dirigido por Moncayo y ejecutado por la Sinfónica del Conservatorio Luego, Carlos (Chávez) leyó un discurso en que hacía la breve historia del Conservatorio desde los tiempos de García Cubas hasta el presente, y se refirió al escaso patrocinio oficial que recibe el arte…” El contenido de ese discurso lo sintetiza de esta manera Zanolli: “(Chávez) reconoció el valor de la costosa obra realizada en aras del provecho cultural del país, ya que hasta esos momentos, decía, en México ‘no ha habido un sistema, ni siquiera incipiente de escuelas, teatros, museos, talleres, academias, que desarrollen y estimulen la creación de nuestro arte y nuestros artistas con un sentido general’, por lo que evidentemente era ya la hora ‘de empezar la tarea organizadora de una cultura superior, generalizada y penetrante’, y finalizaba diciendo, ‘ojalá que este nuevo edificio sea como marca de una nueva etapa’” Y Novo: “Después, Blas Galindo dirigió su ‘Suave Patria con la Orquesta y los Coros del Conservatorio de que es director, y tuvo con ello un triunfo estruendoso Irradia simpatía este indio purísimo y lleno de talento musical La contagió, y no se acababan las ovaciones…” Alemán declaró solemnemente inaugurado el edificio con diseño de Mario Pani (reconocido como “el arquitecto del régimen”, asienta Zanolli); se cantó y tocó el Himno Nacional y comenzó un recorrido por “la totalidad de los terrenos que constituían el Club Hípico Alemán, en la avenida del Castillo y calle de Mazarik, con una extensión de 53 mil metros cuadrados” El recuento histórico de Zanolli remonta los orígenes del CNM a un edificio colonial que a mediados del siglo XIX era “la Escuela de Medicina y, durante un par de siglos, el Palacio de la Inquisición”, sito en la esquina que ahora conforman las calles de Brasil y Belisario Domínguez En uno de sus patios, “el de los Naranjos”, el 16 de enero de 1866 tuvo lugar un acto por el que la Sociedad Filarmónica Mexicana instaló su Conservatorio Musical La autora detalla paso a paso las andanzas de sedes y, con fotografías, ilustra la primera casa formal del Conservatorio en Donceles y Allende (antes Canoa y El Factor) entre 1866 y 1867; el edificio de la exUniversidad, en Moneda y Seminario, durante la segunda mitad del siglo XIX; las casas de Mayorazgo de Guerrero, en la calle de Moneda (sede conservatoriana de 1914 a 1947), y algunas más Como complemento a esta investigación, Zanolli ofrece además una entrevista con Job Martínez Morales, actual director del CNM, quien hace un balance de la institución a casi 140 años de haberse fundado y es cuestionado por la problemática académica, amén de los retos y necesidades por nuevos planes de estudio mismos que, para mayores datos, llevan un cuarto de siglo en espera de modernización (aunque usted no lo crea) La revista incluye una veintena de colaboraciones, entre las que se cuentan: “El sonido 13 y Edgar Allan Poe”, de Raúl Carrancá y Rivas; “Breve comentario a la Reforma de 2003 a la Ley Federal del Derecho de Autor en México”, por José Luis Caballero Leal; “La Universidad de la Música G Martell”, de Tonatiuh P Ponce; la semblanza “Felipe Villanueva (1862-1893); la evocación de René Villanueva Sandoval (el desaparecido fundador del conjunto musical Los Folkloristas) por su hijo, René Villanueva Pezet, y las partituras musicales “Guarda esta flor” y “Danzas habaneras”, de Tomás León (“Conservatorianios: Revista de información, reflexión y divulgación culturales Editora: Betty Luisa Zanolli Fabila; año 2, número 8, marzo-abril del 2004, distribución gratuita en escuelas e instituciones)

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