México, D F, 24 mayo (apro)- Atribulada especie humana: nuestro pésame porque, ¡otra vez!, sus palabras y acciones afirman que, salvo raros ejemplos que como toda excepción confirman la regla, ustedes son mucho peores que nosotros, el reto de los animales Ni modo, pero esos sus maravillosos inventos de apenas ayer, los de las variadas grabaciones de voz, sonidos e imagen y su difusión, especie de espejos congelantes, sirven también para exhibir de manera patente e irrefutable que no pocas de sus acciones y palabras no son más que un siniestro doble manejo de esa su particularidad que ustedes, humanos, tienen, proclaman y defienden como signo evidente de su superioridad sobre nosotros: su moral Lamentable que los noticiarios de televisión y radio, fotos, videos y documentales, principalmente los que día con día generan los conflictos de Irak y el que divide a judíos y palestinos, día con día, les estén informando y confirmando lo que hace años escribió el doctor Anthony Store: “… sabemos, a ciencia cierta, que cada uno de nosotros (ustedes, los hombres) alberga en su seno los bárbaros impulsos generadores de asesinatos, torturas y guerras” Entendemos su horror ante la información que, día con día, TV, radio y prensa escrita, ofrecen a sus ojos y oídos de la detestable esencia de la naturaleza humana Comprendemos su estupor de que tan nefandos hechos se justifiquen y se legalicen por “razones de seguridad”, por “responsabilidad de preservar y expandir la libertad”, por “rescatar a otros de la tiranía” Nos hacemos cargo de su indignación cuando llegan a enterarse que tan nefandos hechos no pocas veces obedecen a muy particulares intereses económicos, por asegurar posiciones geopolíticas o por así convenir a las ambiciones electorales de determinados partidos que, con tal de conseguir sus fines, se escudan en el silencio y no retroceden ni dudan en hacer uso de la mentira, en manipular la realidad si es necesario para ello No nos explicamos y casi nos da risa ese su rasgarse las vestiduras ante esos hechos vergonzosos que infaman la naturaleza humana, cuando la inmensa mayoría de lo que les enseñan, aprenden, estimula y hasta divierte en sus ocios se basa en las teorías de inminentes pensadores, Hobbes, Darwin, Nietzsche, Lorenz entre otros; teorías goznes sobre los que giran fundamentalmente los pensamientos, palabras y obras de su globalifílico quehacer histórico actual; teorías que insisten y defienden la idea de que el hombre es por naturaleza un ser agresivo y violento, lo que llevó a escribir a un tal Nicholas Tomalin que ustedes, los hombres, descienden de “brutos jingoístas con toda la bajeza del burgués y su sentido de propiedad” Y más aún, esas brillantes teorías, cuando no lo afirman, dan a entender que la naturaleza hostil, competitiva y rapaz del hombre es inalterable, ya que está determinada por factores biológicos reforzados por experiencias milenarias y dan por cierto que la agresión es un instinto básico de todo animal con capacidad para la supervivencia, y llegan a decir que ésta y el progreso del hombre como especie dependen de la agresión, pues ella, en sus múltiples formas, es medio de selección de los más aptos, tanto de los pueblos como de los individuos ¡Adentro! Sí, casi nos dan risa ese sus rasgarse las vestiduras, ¿por qué?, porque no vemos que hagan los mayores esfuerzos, ni en lo colectivo ni en lo individual, para conseguir que lo que mayormente les enseñen, aprendan y hasta divierte en sus ocios, tenga por base y se alimente de las otras teorías, apoyadas también en descubrimientos científicos, que hablan de la ambigüedad del instinto de agresión, de que la agresión se debe más bien a las tensiones e injusticias sociales; teorías que afirman que la supervivencia del hombre prehistórico se debió más al espíritu de cooperación que a su instinto agresivo y que sostienen que es posible la perfectibilidad de la especie humana por medio de la educación y la reestructura del ambiente social sobre líneas cooperativas ¿Nombres de autores de estas últimas teorías? Les damos la palabra para que los citen Si los ignoran o los han olvidado, que todo puede ser, no se preocupen mayormente, pues eso puede servirles para que vayan averiguando a qué clase de hombres pertenecen Para terminar Atribulada especie humana, por el momento y tal como marchan sus quehaceres, les reiteramos nuestro sincero pésame En representación y nombre de la comisión, elegida en magna asamblea, designada para el estudio de la problemática humana actual KING KONG