México, D F, 19 de julio (apro)- Lo que primero llama la atención de esta cinta es no ver a Ashton Kutcher haciéndola de adolescente tonto, como su personaje de “That’s Seventies Show” Y luego, ya que vimos que Kutcher sí actúa (y hasta sorprende), nos dejamos llevar por una trama ingeniosa, conmovedora y de mucho impacto “El efecto mariposa” es una cinta mezcla de ciencia ficción, con parapsicología en donde Evan, un chico fuera de lo común, pues padece de blackouts cuando ocurren ciertos episodios traumáticos, es decir, Evan borra de su memoria todo hecho doloroso No es para menos, pues Evan se encuentra en un ambiente un poco hostil, con un padre recluido en una institución mental y un par de amigos, Tommy y Kayleigh, un poco conflictivos, hijos de un padre perverso Para ayudar a la memoria de Evan, el psiquiatra recomienda que tenga un diario, pero esto parece no servir de mucho Evan, ya adolescente, y su madre, luego de un terrible incidente que Evan no puede recordar, se marchan de la comunidad en donde vivían para hacer una nueva vida Lo más doloroso para Evan es dejar a Kayleigh, de quien está enamorado Pero años después la vida de Evan es mucho mejor, los blackouts han cesado y sus calificaciones en la facultad de psicología son excelentes Las cosas se complican cuando una noche romántica, su “cita” descubre los viejos diarios y pide a Evan que los lea, y mientras éste los lee, su cuerpo y mente comienzan a transportarse al pasado Asustado, Evan comienza a indagar en el pasado con sus amigos de la infancia; como consecuencia, Kayleigh se suicida Lleno de culpa, Evan repite la operación que lo llevó al pasado, pero esta vez intentará cambiar los hechos ocurridos inicialmente Por supuesto, las consecuencias no son las esperadas, pues ocurre el “efecto mariposa” (concepto que hace alusión a la teoría del caos: el aleteo de una mariposa puede provocar un huracán en Nueva York) La cinta es complicada debido a esos viajes al pasado, que no sólo sirven para cambiar el presente, sino que explican el pasado mismo de Evan; sin embargo, resultan emocionantes, pues las consecuencias son violentas, dramáticas al igual que lo fue la niñez del protagonista Uno de los aspectos más fuertes de la cinta es el elemento psicológico, muy bien manejado por el director, a la vez que se plantea un problema existencial, pues Evan juega a ser Dios de alguna manera; pero desgraciadamente las cosas no resultan acorde a lo planeado, por lo que Evan sentirá frustración e ira, una y otra vez durante toda la película Lo único malo, o el más bien el único “pero”, es que a veces quedan algunos cabos sueltos en la trama, pues la conexión entre los blackouts y la habilidad de Evan para regresar al pasado no se explican muy bien: pero de ahí en fuera la dirección y el guión resultan una propuesta narrativa interesante