México, D F, 5 de julio (apro)- Nadie podría creer que Solange Lebourges tiene 53 años de edad La bailarina estrella del Ballet Teatro del Espacio, parece todavía la jovencita de cuerpo esbelto que acaparó, desde siempre, las miradas de todos aquellos que han seguido el trabajo de la compañía que presiden Michel Descombey y Gladiola Orozco Cofundadora de la compañía Danza Alternativa, Solange ingresó al Ballet Teatro del Espacio en 1980 y se convirtió en la solista principal en obras creadas por Descombey como: la Ópera Descuartizada, Preludio a la Tarde de un Fauno, Tierra Sombría, Silencio, La Noche Transfigurada, Pavana para un amor muerto, Ofelia, Sinfonía Fantástica, 1991 Año Mozart, A Rudolf Nureyev, El Miedo, Carmen 2002 y Sonata Rubia, de pelo rizado y unos pies fuertes y perfectos, Solange se distinguió durante toda su carrera por su absoluto silencio y poco protagonismo fuera de los salones de ensayo y los escenarios Su fuerza interpretativa estaba de la mano de una técnica virtuosa, una figura espléndida y una capacidad inagotable de trabajo Merecedora de diversos premios y preseas al mérito dancístico, la bailarina ha decidido retirarse Según se sabe regresará a su natal Francia a vivir junto con su hijo Esto, lo venía preparando desde hace tiempo Por ello se inscribió en la Universidad de Nanterre, Francia, donde obtuvo en el 2003 la licenciatura en Letras Modernas Resulta curioso que una bailarina de semejante talla, con 24 años de carrera en México no haya sido reconocida aquí como una de las grandes figuras de la danza nacional que se consolidaron aquí Tal vez un poco por su carácter tímido y serio o tal vez otro poco por la xenofobia del medio dancístico mexicano, Solange se va como llegó, en un profundo silencio por parte de las autoridades, sin una pensión económica y sin haber recibido todos los agradecimientos debidos Un ciclo de funciones de gala en el Palacio de Bellas Artes del jueves 15 al sábado 17 de julio serán las últimas oportunidades de ver a una de las grandes estrellas de la danza del mundo, porque Solange pudo haber bailado en cualquier compañía de primer nivel en el mundo y decidió quedarse aquí por múltiples y desconocidas razones