COMPUTACIÓN: Mediciones y olimpiadas

viernes, 27 de agosto de 2004 · 01:00
México, D F, 26 agosto (apro)- Como físico que soy, estoy acostumbrado a pensar en medidas, en mediciones de todo género Uno aprende en la Facultad de Ciencias que las mediciones finalmente no son tan exactas como pensamos y entonces se nos enseñan métodos como el de mínimos cuadrados, para ajustar nuestras mediciones a un valor que represente más a la realidad Los juegos olímpicos, que están por terminar en Atenas en unos días, basan muchas de las competencias en mediciones que hoy por hoy podrían considerarse ultraexactas Por ejemplo, en ciclismo miden hasta milésimas de segundos En la natación miden centésimas (las milésimas no cuentan, hasta donde entiendo, para discernir un desempate entre dos competidores que hubiesen hecho estrictamente el mismo tiempo De hecho, si esto ocurre, se declara un empate) No se diga del atletismo, en donde el reloj y el metro son instrumentos necesarios para demostrar quien es el más alto, el más fuerte y el más rápido Sin embargo, no siempre las olimpiadas fueron tan bien medidas, o mejor dicho, medidas con la precisión con las que ahora lo hacemos Si nos remontamos a los juegos olímpicos de antes de la Segunda Guerra Mundial, veremos que los registros de los campeones eran muy poco precisos No existía la tecnología para lograr las mediciones que ahora nos parecen comunes La diferencia para que el medir tomara esta precisión asombrosa se debe a un fenómeno en física que se conoce como efecto piezoeléctrico Se sabe que un cristal de cuarzo, cortado de una manera en particular y alimentado con energía eléctrica, vibra una específica cantidad de veces por segundo Esto es lo que denominamos la frecuencia de vibración u oscilación Gracias a esto tenemos relojes digitales en nuestras muñecas que miden centésimas de segundo sin mayores problemas y a un costo ridículamente bajo En los juegos olímpicos actuales vemos marcas por demás sorprendentemente exactas Por ejemplo, tomemos los resultados de los 100 metros nado libre para varones El ganador fue Pieter Van Den Hoogenband, de Holanda, con un tiempo de 48 segundos 17 centésimas, el segundo sitio fue para Mark Schoeman, de Sudáfrica, cuyo tiempo fue de 48 segundos y 23 centésimas Finalmente, el bronce le tocó al famoso Ian Thorpe, de Australia, cuyo tiempo fue de 48 segundos, 56 centésimas Si lo vemos en los fríos números, el ganador es el ganador, pero ¿cuál fue su margen de victoria? 5 centésimas de segundo Es menos que un abrir y cerrar de ojos Es prácticamente una diferencia imperceptible Más de uno estará de acuerdo Pero qué hay del primer sitio contra el tercero Ahí el margen del ganador debe ser evidente Pero la verdad es que no La diferencia es de 29 centésimas de segundo Esta fracción es tan pequeña e igual de imperceptible para nosotros los humanos Los cronómetros, las máquinas, son las que pueden medir estas cosas ahora y, bueno, en mi opinión, resulta increíblemente injusto que un nadador pierda una medalla por tan escaso margen Desde luego que no pretendo disculpar la actuación de la delegación mexicana Me queda claro que los resultados desastrosos, en términos generales, se deben a esta farsa montada por los dirigentes del deporte azteca, que –eso sí– se fueron todos 15 días a Atenas para ver de 3 a 7 medallas que supuestamente iban a traer los mexicanos Un dato curioso: Michael Phelps –sólo él– acumuló tantas medallas como el máximo pronosticado por las autoridades deportivas para la delegación mexicana Ahí se ve claro quiénes hacen su trabajo y quiénes no Nuestro tercermundismo es evidente Como sea, en el estado actual de las cosas y regresando al tema que nos ocupa, estas pequeñas diferencias pueden poner a alguien en el podium de los vencedores o, de lo contrario, pasar desapercibido en los juegos olímpicos Para que el lector tenga alguna idea de la precisión con la que se mide actualmente y de estas diferencias de centésimas y milésimas de segundo, escribí un programa de computadora que es un mero cronómetro de alta precisión Trate con él de medir 29 centésimas de segundo, o 5 centésimas Verá que no es muy fácil Código fuente en Delphi y ejecutables pidiéndomelos a mi cuenta: morsa@la-morsacom

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