Adiós a "Cachirulo", héroe y amigo (Tercera y última parte)

jueves, 2 de septiembre de 2004 · 01:00
* “Todos los que hacen teatro infantil me deben mucho”, aseguraba México, D F, 1 de septiembre (apro)- “Contar cuentos es muy grato para el que los cuenta y para quien los escucha, no es algo que haya pasado al cesto de la basura Andersen es eterno, y todos los cuentistas de principio y final del siglo pasado nos han dado relatos inteligentes que hay que saber usar para ayudar a vivir a quien los oiga o vea Si pudiera regresar después de muerto, sería “Cachirulo” otra vez Y si pudiera vivir 100 años más, mi mayor placer consistiría en ir a una librería para encontrarme con un libro de Andersen” …Y arranca su historia fascinante: “Érase que se era un señor que se decía mágico y que se llamaba ‘Cachirulo’ y un día le dijeron: ‘¿Sabes qué? Ya guárdate en un cajón porque tu cuento la gente lo rechaza’ Pues resulta que ahora sigo teniendo vigencia en el teatro, y en la televisión la gente me dice: ‘Lo extrañamos mucho’, y claro, cómo no me van a extrañar con toda la pornografía que sacan en la tele “Llené el Teatro Polyfórum todos los domingos hace 10 años Y, además, todos los que hacen este tipo de teatro infantil me deben mucho por haber tenido la gran idea de hacer teatro ¡cuando ya llevaba más de veinte años haciéndolo! Pero el chiste es que se hagan las cosas, no quién” En 1998, “Cachirulo” contó a este reportero los orígenes del Teatro Fantástico y su deseo de volver a la televisión, lo cual sólo le acarreó más penalidades: “Ya ves cómo me fue Yo les agradezco a las personas que quisieron hacerlo en TV Azteca, pero seguramente no había llegado el momento preciso, no logré lo que quería Y para estar con malas producciones, mejor me vine a casa No me dieron las facilidades, y para que me escatimaran cosas o anduvieran pensando mal y con enemigos dentro de la misma profesión, pues mejor mi casa No lo aguanté Nací para ser amigo de todos” Callejón de la inocencia Cordial, “Cachirulo” extiende su mano izquierda Gira la manivela del tiempo con otro “había una vez”: “Yo había escrito un cuento, “La increíble aventura de Chiquirritica”, para las funciones de “Cachirulo” en el Teatro Versalles donde había muchos niños y, de repente, una niña se enfermó y no había quién hiciera su papel Iba a suspender la función, pero una niña que estaba en mi coro me jaló el saco y me insistió: ‘Yo hago ese papel’ Le dije: ‘No, niña, si no te lo sabes’ Y ella: ‘Yo me lo sé, yo lo hago’ Estaba desesperado, total que consentí: ‘Bueno, que lo haga, el caso es no devolver las entradas porque nos vamos a la quiebra’ Cuando ella terminó, le prometí: ‘Te voy a escribir otro cuento, porque de verdad nos has sacado de un apuro y eres una niña fenomenal’” La compañía era el teatro del Pequeño Mundo que “Cachirulo” llevaría a su Teatro Fantástico en televisión La niña, María Rojo “María fue creciendo, pero no mucho ¿eh?, porque es más bien menudita de cuerpo y ya la vemos, ha dado mucho al cine nacional, es una de las personas que ha entregado todo de sí para el progreso de nuestra industria fílmica Y recuerdo que su mamá doña Águeda Incháustegui (de apellido vasco, como yo, lejanamente) era maestra y daba clases en un jardín de niños cerca de mi casa por las calles de Durango --¿Cómo se le ocurrió hacer cuentos infantiles? --Magda Donato vino a México de España con la emigración y había hecho ese tipo de teatro allá, por ella se hicieron varios concursos Estaba casada con Salvador Bartolozzi, y México, como siempre, muy pendiente de las novedades y muy olvidado de la riqueza artística que tiene aquí, pues se maravilló cuando la señora montó cuentos de Pinocho, que ella escribía en periódicos y pequeños libros en España Su “Cachirulo” se inspiró en aquellos cuentos “Yo vi a Magda siempre con veneración hasta que murió, fuimos amigos unos 40 años viéndonos, y como no había quién hiciera su trabajo, dije: ‘lo voy a hacer’ Volví a tener éxito teatral y cuando empezó la televisión, me recomendaron que si yo hacía un programa como mi Teatro Fantástico con suerte duraría tres, máximo cuatro meses Les falló” Fueron 17 años, hasta que la compañía La Azteca, creadora y elaboradora del chocolate Express que lo patrocinaba, se vendió a empresarios estadunidenses --¿Nunca le atrajo escenificar a cuentistas mexicanos? --Realmente muy poco, porque en general son cuentos crueles y algunos muy léperos No me interesó, mi línea es ir por el callejón de la inocencia De las leyendas de la Colonia sí, escribí “La Llorona” como obra teatral, tuvo un gran éxito los dos meses que duró, la dejé de hacer y ahora que la montaron unos muchachos me invitaron y me admiré, me divertí mucho, pues había sido un muy buen trabajo “Pienso que todavía, tal vez no mucho, pero sí puedo dar más Ahora ya no quiero oír hablar de nada, sino estar sano y feliz con mis amigos, gente joven que se divierte conmigo, la que me viene a ver como la modelo niña Paola que está aquí en casa montando “La Cenicienta” y que llevaremos a Coyoacán, les gusta mi conversación A cada rato dan sorpresas: fulanito ya está escribiendo, ya está actuando” --¿Pensó que iba a ser tan famoso con su Teatro Fantástico? --Creo que sí Porque si no, ¿para qué escribir los primeros cuentos? Alguna inquietud había en mí, y mira que me pude dedicar a otra cosa, por ejemplo, a las groserías y el albur Y tendría más dinero pero estaría muchísimo menos feliz con el recuerdo de mis primeros cuentos, con los montones de niños que se me acercan y dicen: “¡Yo era uno del club de los chupadedos!” --¿Qué pasó con sus viejos programas de Telesistema Mexicano? --Pues ahora que dices viejos, no son los programas, sino esos viejos de corazón podrido que ya no se acuerdan de los niños y no les importa tener un buen programa de cuentos, los escatiman y no los vuelven a sacar; pero bueno, cada quien hace de su capa un sayo, decían los españoles Me da la idea de que los productores de programas infantiles desean que el público se vuelva tonto con sus, dizque maravillosos programas de concurso, los talk-shows, pero ¿qué podemos hacer? Yo no tengo dinero para comprarme mi estación de tele, así que ahí seguiremos anclados en la leperada --¿Ganó dinero con esos programas de Teatro Fantástico? --Tengo dinero, no millones, porque me gusta disfrutarlo con mis amistades y viajar Tampoco me falta, gracias a Dios Quienes me acompañan no me van a dejar morir de hambre, van a tener conmigo el mismo cariño que desde hace tiempo les tengo “No tengo miedo al futuro, lo que me da miedo son las influencias malignas que recibimos en la televisión, y no es que ataque a nadie o esté disgustado con alguien en particular; pero sí veo que están haciendo algo que es muy peligroso y es la mala televisión Porque con esos programas sólo están enseñando a los niños a ser pícaros, léperos, muchachos con muy poco corazón y muchas cosas negativas” El gran actor suena cansado Lo anuncia entre solemne y bromista: “Ha llegado el momento no de decir que ya me voy de este mundo, pero sí que exactamente ahora, algo se acaba, algo: esta entrevista” “Cachirulo” alcanza a pedir un deseo en voz alta: visitar en Madrid a su colega y amigo José Tamayo, renovador de las artes escénicas hispanas, fundador del Teatro Universitario de Granada y de la Compañía Lope de Vega, al igual que de la Lírica Amadeo Vives, y quien desde los años cuarenta es considerado en España como “una revolución texis y praxis en la presentación y realización del teatro musical” “Pues así como me ves, estoy preparando ir a verlo a España A él le pasó una enfermedad muy parecida a mí y luego de su enfermedad se dedicó a hacer la resurrección de la zarzuela Quiero hablar con él y decirle: ‘Ahora que ya recuperaste y yo tengo muchas cosas en el olvido y que no me gustan, ¿qué me aconsejas que haga el resto de mi vida?, ¿cómo le hiciste para seguir tan saludable?’ Somos más o menos de la misma edad, dos viejos chochos que quieren seguir trabajando “Lo conocí en México cuando vino a la zarzuela española, me quiso llevar a hacer teatro infantil allá, pero no se pudo por cosas raras de los celosos actores españoles que no dieron facilidades Estoy seguro que tendrá varias respuestas qué darme, porque es inteligentísimo Y si no me da ningún consejo, de todas maneras ya habré visto a un viejo amigo, es una gente que yo admiro Y mira que no admiro a muchos”, concluyó

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