INVENTARIO: Mixcoac, Corregidor, "El Cuervo"

miércoles, 12 de octubre de 2005 · 01:00
A mediados del siglo XX la Ciudad de México desapareció como tal para fundirse con el DF La proyectada revista argenmex Scatamacchia: Narrativa Breve pidió para su primer número (marzo de 2006) narraciones autobiográficas en torno a ese momento Seguirá otra ronda sobre Buenos Aires en tiempos de Eva Perón Contra el abuso actual de las "firmas" y de los "nombres", todos los textos se enviaron y se publicarán sin decir quién los escribió Adelantamos aquí una de estas narraciones, desde luego inédita hasta hoy Se incluye también la correspondencia electrónica que el texto suscitó entre los jóvenes editores de Scatamacchia Agradecemos el privilegio impagable de dar a conocer en exclusiva estos materiales públicos y privados I "La niña de Mixcoac" Para RP, RC y AS Los sábados no voy a la primaria Tomo clases de inglés con miss Dunne en la casa de Mixcoac en donde vive con su madre Mixcoac es todavía un pueblo a orillas de la ciudad Estudio los cuentos de Edgar Allan Poe y los versos de "El cuervo" Mister Hull, el jefe de mi padre, me dice: "Esas no son lecturas para niños Miss Dunne debe enseñarte cosas que te sirvan para triunfar en la vida y en los negocios La poesía y la literatura son muy bonitas, están muy bien, no lo niego, como descanso y entretenimiento en medio de nuestras ocupaciones Más allá de eso son actividad de locos, malvivientes, borrachos, jotos, mariguanos y comunistas Además en Estados Unidos no tenemos el menor respeto por Edgar Allan Poe Era un dipsómano y un demente, un tipo morboso que escribía historias de pesadilla El mundo no es así, vivir es algo muy bello, la gente es buena Hay que verlo todo con optimismo" Al terminar la clase las Dunne me invitan té con galletas de jengibre Entonces hablamos en español porque ellas lo aprendieron maravillosamente en las Filipinas Siempre me cuentan cosas de Manila, los japoneses, la guerra El coronel Dunne era ayudante del general Douglas MacArthur y murió como un héroe en Corregidor En 1942, me explican, la isla-fortaleza de Corregidor, a la entrada de la bahía en que el contralmirante Dewey destruyó en 1898 toda la Flota Española del Pacífico, se volvió el último refugio para los norteamericanos y sus aliados filipinos "Mar, montaña, rocas, selva: se parece a Acapulco", insisten "Pero la invasión amarilla transformó a Corregidor en un infierno Eran los primeros meses de la guerra en el Oriente Después de Pearl Harbor los nipones avanzaban incontenibles por dondequiera Son espantosos, verdaderos demonios, tan feos como los mexicanos de clase baja Roosevelt no podía enviarnos tropas, armamentos ni provisiones Nos refugiamos en un túnel excavado en la montaña de Malinta Había ataques aéreos y los cañones japoneses bombardeaban Corregidor desde Bataan y Cavite Quedamos encerradas en Malinta como en una celda, entre el calor y la humedad asfixiantes Al fin, sin agua ni comida, tuvimos que rendirnos" Las Dunne nunca me dicen qué pasó después Tampoco por qué viven en un México al que desprecian tanto u En vez de tomar directamente el tranvía que corre sobre un terraplén por la calle empedrada de Patriotismo, me gusta caminar a orillas del río Mixcoac Es más amplio y mucho menos sucio que el río de La Piedad Me encanta dar vueltas por las calles sin pavimento y ver casas muy antiguas que de tan silenciosas parecen deshabitadas Una tarde encuentro un muro de mampostería cubierto de buganvilias Oculta un jardín con grandes árboles Una niña de mi edad está sentada en lo alto de ese muro Me dice "hola", le respondo y me invita a conversar Intento subir por la enredadera "No, quédate ahí abajo", me pide Es muy hermosa con su largo cabello rubio y sus ojos verdes Alcanzo un vislumbre de sus piernas En su cuerpo ya se dibujan las caderas, la cintura y los senos Lo extraño es que tenga la boca pintada y a estas horas lleve zapatos de tacón alto y al mismo tiempo vista una bata de franela Sin embargo está muy limpia y a la distancia puedo oler en ella el único perfume que reconozco: Maderas de Oriente "Me llamo Lupita ¿Y tú?" Hablo y hablo sin pausa Lupita no dice casi nada No quiero apartarme hasta que al fin se disculpa: "Perdóname Me tengo que ir Me dio mucho gusto conocerte Prométeme que vas a volver a verme el sábado a esta hora" Regreso el siguiente y los otros sábados después de la clase Me he enamorado de Lupita aunque sólo pueda aspirar a esas conversaciones No voy a tomarla de la mano Tampoco a besarla, ni siquiera en la frente No entraré en su inmensa casa ni la llevaré a la mía que no está como para lucirla A esta edad la única relación posible es la que tenemos Le cuento de mi escuela, mi familia, la empresa, las enseñanzas de miss Dunne, las historias de Poe y los versos de "El cuervo": Quoth the Raven "Nevermore" Para mi humillante sorpresa Lupita habla inglés perfecto y me corrije la pronunciación En mi dicha por estar cerca de ella no reparo en que siempre me hace preguntas pero nunca me revela nada de ella misma Como todos los niños miento, miento para ganarme su admiración La mayor y más estúpida de mis mentiras es decirle: Nací en Manila, soy filipino, estuve con mis padres en el infierno de Corregidor, los japoneses nos bombardeaban y nos cañoneaban todo el tiempo, la cueva de Malinta era un tumba, no sé cómo pudimos salir vivos u Temporada de lluvias Pienso que Lupita no va a estar en el muro de su jardín Pero está, bajo la tarde gris me espera como siempre "Tonto, cómo no iba a salir a verte si tú y yo somos novios" Nunca había escuchado esa palabra aplicada a mí Le respondo que la amo como a nadie, frase aprendida en una película Ella contesta: "Yo también, mi amor" Jamás me habían dicho mi amor Y desaparece Toda la semana sueño con volver a verla Ahora sí, aunque se oponga voy a subir por la enredadera y darle un beso Pero aquel sábado las Dunne me esperan muy serias en la sala, no en el estudio "Tenemos que decirte algo No lo tomes a mal Es por tu bien: No vuelvas nunca a ver a esa niña ni a pasar por allí ¿Cómo es posible que no te hayas dado cuenta? Se trata de una clínica" "¿Un hospital?" "No, peor" interviene la madre de miss Dunne: "una clínica psiquiátrica, un asilo, un manicomio privado, para que me entiendas La razón de que ocurra lo que ocurre es que por ser tan grande el asilo no pueden vigilar a todos los enfermos" "Lupita", añade mi profesora, "es una niña loca Le dan electroshocks Se escapa, se sienta en el muro y habla con los transeúntes, viejos y jóvenes Los invita a pasar Hace cosas horribles con ellos No me preguntes cuáles, no podría decírtelas Ha metido choferes, policías, barrenderos, vendedores ambulantes, incluso vagos y ladrones Algo muy triste Pobre niña La sorprenden in fraganti, la golpean y la castigan pero no sirve de nada Ya encerraron en la cárcel a todas esas bestias y a Lupita la trasladaron a otro lugar La encadenarán en una celda porque no hay cura para su enfermedad" Reacciono del modo más despreciable Me duele mucho lo ocurrido con Lupita y sobre todo el saber que no volveré a verla Al mismo tiempo no puedo evitar el rencor y los celos, tanto más terribles ya que no tienen nombre ni cara: ¿por qué otros y no yo, por qué Lupita nunca me invitó a pasar al otro lado del muro? Mucho tiempo después, cuando intercambiemos memorias y traumas infantiles, algunas mujeres lo empeorarán todo en su afán de reducir el daño y consolarme: "Actuó así porque tú no eras como los otros De verdad te amaba Pobrecita" u No regreso a las clases de miss Dunne ni vuelvo en muchos años a Mixcoac Cuando lo hago el pueblo ya ha desaparecido, ya es parte no de la muerta Ciudad de México sino del DF, las calles de tierra o empedradas ahora son avenidas feísimas, talaron los árboles, el río fluye entubado; entre las escuelas, los condominios, las tiendas y los negocios no puedo hallar siquiera vestigios del asilo psiquiátrico ni de la casa de las Dunne En México todo es como si nada hubiera existido Me angustia la posibilidad del incesante horror: Lupita vive todavía, consume la última etapa de su existencia pavorosa en una celda de la que no ha salido jamás Ha estado siempre enterrada en vida, emparedada como en un cuento de Poe o en la cueva de Malinta en Corregidor No obstante, en algún lugar de la fantasía, el muro de buganvilias sigue en pie Se escucha el río, suena el viento en las frondas Somos niños aún Voy a subir por la enredadera, voy a besarla y a salvarla Emprendo el ascenso pero no puedo aferrarme a la hiedra, resbalo, caigo, jamás alcanzo su altura ni llego a su lado El cuervo vuela sobre nuestras cabezas y repite eternamente: "Nunca más, nunca más" II Correspondencia electrónica en torno a "La niña de Mixcoac" Querida Estela: Te envío la lista de los relatos que he seleccionado para el primer número de Scatamacchia No sé qué hacer, te confieso, con "La niña de Mixcoac" No me parece un texto autobiográfico sino una ficción que es como una secuela o una precuela (si me permites el término hollywoodense) de Las batallas en el desierto En fin, espero tu opinión (Se hará lo que tú quieras) Leopoldo Mi querido Leopoldo: Voy a verte esta noche pero respondo de inmediato a tu correo Es más fácil hablar de estos temas por escrito que frente a frente Lamento estar en desacuerdo El texto no tiene nada qué ver con el que mencionas Su autor, bien lo sabes, me dio clases y es nuestro amigo, pero ¿por qué le otorgas el monopolio de los amores infantiles? ¿Acaso nadie más que él tiene derecho a escribir acerca de esa época remota? Ciertamente faltaban muchos años para que tú y yo naciéramos Sin embargo mi madre creció en Mixcoac y opina que los datos suenan verídicos (Vi en Google lo de Corregidor) Todo indica que se trata de una experiencia real y no de una ficción De cualquier forma lo que más me interesa en "La niña de Mixcoac" es lo que no dice Lleva dentro dos historias silenciosas Sólo las conocemos por las grietas, por los intersticios del muro cubierto de buganvilias El relato externo está bien y es muy triste pero, a mi juicio, resulta mucho menos importante que la historia interna de abuso: abuso sexual y abuso psiquiátrico Una niña de buena posición económica (pueden pagarle una clínica privada, habla inglés perfecto), una muchachita que no es lumpen ni campesina ni proletaria sino de la alta burguesía católica (se llama, no lo pases por alto, Guadalupe), ha sido víctima de continuos ultrajes a manos de alguien de la familia: el padre o los hermanos o todos juntos Ellos, para defenderse, para no ver su crimen, la encierran en un sitio abominable a fin de corregirla del mismo mal que con sus actos le han impuesto (La culpa siempre recae sobre las víctimas, no sobre los torturadores y los verdugos) Estos canallas hacen que los psiquiatras, los corregidores, la declaren loca Por tanto todos pueden disponer de ella a su antojo En esta clínica concentracionaria la someten a electroshocks, método salvaje y estúpido como se reveló después, y todo indica que estos bárbaros y el personal siguen abusando de ella Hablar de "ninfomanía" en el caso de Lupita es como decir que las putas son putas por lujuria Su reacción ante los hombres que pasan por la calle es, por desgracia y para nuestro espanto, típica de las niñas que han padecido violencia sexual a lo largo de mucho tiempo Su única manera de relacionarse con los adultos es ofreciéndoles su cuerpo, no por placer ni mucho menos por perversidad, sino como una defensa inconsciente e inocente que trata de prevenir una agresión aun más grave por parte de los extraños Para Lupita, no podría ser de otra manera, todos los hombres son extraños La niña no se entrega al niño sin nombre que nos cuenta su historia precisamente porque es un niño, acaso el único que Lupita ha tratado en su vida No se siente amenazada por él Aunque sólo lo vea unos minutos, se vuelve su único refugio precario y fugaz como la cueva de Malinta antes de que sus asilados tuvieran que rendirse Por tanto pueden entablar una relación normal, es decir semejante a la que deben de haber sostenido en aquella época muchas personas de su edad (Recuerda que aún no son adolescentes) Como lectores, tú y yo sabemos no sólo todo aquello que estos niños ignoraban sino lo que ahora mismo, te aseguro, desconoce el propio narrador (¿Quién será? ¿Tienes idea? El texto obedeció a la convocatoria y llegó sin firma ni remitente) Te aseguro que él no podría responder jamás a estas preguntas: ¿Por qué todo tiene que ser mentira? Miente el niño, Lupita miente con su silencio ¿Por qué no puede haber realidad que no se base en la ficción? ¿Quiénes somos realmente los seres humanos? ¿Cuál es la relación de miss Dunne y su madre con los psiquiatras y el personal de la clínica? ¿Cómo es que se hallan tan bien informadas? Si lo saben todo ¿por qué no impiden desde un principio que el niño sin nombre se relacione con Lupita? ¿Para qué lo están utilizando? ¿Son cómplices de los dementes titulados que manejan ese gulag, de esos hombres siniestros, los corregidores que jamás interrumpen las entrevistas de los niños cada sábado y mucho menos perturban los frecuentes actos sexuales con desconocidos? ¿Por qué? Ya te lo dije: porque ellos también abusan de Lupita Además ¿quién la saca de la clínica? ¿Se la llevan a otro lugar de confinamiento debido a que ya la embarazaron? ¿Vuelve a casa para seguir indefinidamente como víctima?, destino que me parece tan atroz como el de pasar su existencia entera encadenada o con camisa de fuerza en una celda Y ¿quién es el misterioso mister Hull, empresario con poderes omnímodos sobre el padre del narrador y juicios no solicitados acerca de la vida, Poe, la literatura, los comunistas y los homosexuales? ¿Conoce a Lupita? ¿Por qué la niña habla tan bien el inglés? ¿Cuál el vínculo de ella y de mister Hull con las mujeres sobrevivientes de Corregidor? Y las señoras Dunne ¿qué hacen aquí? ¿Quién las mantiene? ¿Reciben una pensión militar? Las clases de idiomas, dice mi madre, no les hubieran bastado para sostener una casa en Mixcoac En tiempos de los asesinatos de Juárez, no te asombre saber que todo esto ocurría en México sin que nadie se diera por enterado ni hiciese nada para ponerle fin (A propósito: en estos días Lolita cumple 50 años A ti te encanta la novela de Nabokov Yo la detesto, como sabes, y me parece una cruel e ingeniosa apología del abuso sexual) Te ruego, mi querido Leopoldo, que tomes muy en cuenta lo que te he dicho y hagas una relectura quijotesca o cervantina de "La niña de Mixcoac" También al niño sin nombre lo enloquecen los libros y de pronto se descubre sin saberlo muy adentro de un cuento de terror Estoy casi segura de que hallarás un texto muy distinto del que leíste por primera vez y no le buscarás falsos antecedentes a un relato que de verdad me ha estremecido como ningún otro de los que nos mandaron para el primer número de Scatamacchia (¿Lograremos sacar la revista en las condiciones en que están Argentina y México?) Con todo mi amor, tu Estela (Proceso 1508 / 25 de septiembre 2005)

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