Los 80 años de Maia Plisetskaya

lunes, 12 de diciembre de 2005 · 01:00
México, D F, 12 de diciembre (apro)- En un peculiar documental presentado durante el Dance Screen que se realiza en Montecarlo cada dos años, Maia Plisetskaya aparecía a cuadro explicando cómo las autoridades soviéticas habían bloqueado su carrera como bailarina Reconocida como una de las más grandes bailarinas en la historia del ballet mundial, Plisetskaya narró en el film que fue víctima de percusiones por la KGB Su teléfono se encontraba intervenido y sus posibilidades de salir al exterior eran mínimas, en comparación con las de muchas otras bailarinas soviéticas Nacionalizada española, la bailarina cumplió recientemente los ochenta años No obstante, no parece tener esa edad Se encuentra retirada y vive junto a su marido por temporadas en Alemania, España y Rusia Según el diario El País, de España, Maia se sentía profundamente emocionada por haber sido distinguida con el Premio Príncipe de Asturias Incluso, señaló que se encontraba muy "orgullosa" porque era la primera vez que se le entregaba al ballet: "Ya se sabe que los Premios Nobel no son para los artistas A mi me han dado muchos desde el Lenin hasta la Legión de Honor Francesa" La bailarina es hija de una actriz del cine mudo y de un ingeniero de minas Llevaban una vida tranquila hasta que una madrugada entró la policía soviética a su casa Revolvieron todo, destrozaron lo que pudieron Su madre estaba embarazada y, llorando, pedía a los oficiales que no les hicieran daño Su hermano pequeño temblaba de miedo La razón de toda esa desgracia era muy sencilla: su padre había sido declarado "enemigo del pueblo" Plisetskaya cargó toda su infancia y juventud con ese estigma Con grandes trabajos salió adelante y pudo estudiar ballet para luego convertirse en la gran estrella del Ballet Bolshoi Durante cerca de 15 años le negaron el permiso para salir al extranjero Y no fue sino hasta que cumplió los 33 años cuando pudo viajar a Occidente, siempre bajo las miradas de sospecha de sus propios colegas y más aún de los directivos de la compañía que supervisaban todos sus actos Nunca desertó porque amaba a su familia y, en particular, a su esposo Y a pesar de su carácter fuerte y poco complaciente, fue reconocida como una de las máximas figuras de la danza soviética Como todos los artistas de su época, apenas si recibía 40 dólares por presentación Eso, si no bailaba, no había sueldo alguno Sobreviviendo apenas con el poco dinero que ganaba, Maia se convirtió en una de las más grandes oponentes al comunismo Guardaba silencio, pero los aborrecía a todos y a cada uno de los que declaraban que, el realismo socialista, era el verdadero arte Ahora, al paso de los años y con la posibilidad de ganar todo el dinero posible por sus cursos y conferencias, dice sentirse bien En los años sesenta, cuando vino por primera vez a México con el Bolshoi, se presentó en la Arena México Interpretó "La muerte del cisne" El público la aplaudió de pie durante más de 10 minutos

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