Computación: Leyes perversas

viernes, 23 de diciembre de 2005 · 01:00
México, D F, 22 de diciembre (apro)- Acaba de publicarse la noticia de que la Cámara de Diputados aprobó modificaciones en materia de "piratería", por lo que quien compre productos falsificados de marcas protegidas serán sancionados con multas de hasta 100 días de salario mínimo y arresto administrativo, de hasta 36 horas El pleno de la Cámara aprobó por 326 votos a favor, dos en contra y una abstención el dictamen que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de Propiedad Industrial, del Código Penal Federal y de la Ley Federal de Derechos de Autor Así entonces, se impondrán penas a quienes aporten o provean, de cualquier forma, materias primas o insumos destinados a la producción de objetos o productos que ostenten falsificaciones de marcas protegidas por la ley, la cual señala que se podrá perseguir de oficio el delito de "piratería" Es decir, las leyes ahora van contra los que consumen, no sólo los que producen artículos "piratas" ¿Es esto sensato? Empecemos por discutir el problema de cómo saber si el producto que adquirimos es "pirata" o no Desde luego que es claro que si lo compro en un puesto callejero, probablemente éste no sea el producto original, pero puede ocurrir el caso de que el comprador no esté atento de esto y ¿entonces? Si lo atrapan ¿será sancionado de acuerdo con las leyes que acaban de aprobar? Ignorar una ley no lo exime a uno de cumplirla, pero ¿cómo procedería la ley en este caso? Recuerdo el caso del restaurante Mauna Loa, el cual está (¿o estaba?) en terrenos de la UNAM Hasta donde recuerdo, la Máxima Casa de Estudios no desalojó a quienes ocupaban este predio, pues lo rentaron (¿o compraron?) pensando que hacían las cosas legalmente, sin saber que estaban siendo defraudados por un vivales La UNAM y el Mauna Loa llegaron a un arreglo porque no había mala fe del restaurantero en ese caso ¿Pasará lo mismo con el asunto de comprar productos "piratas" sin saber que lo son? ¿Y qué pasa, por ejemplo, si compro unos pantalones idénticos a los levis, pero cuya marca es livais? ¿Incurro en la ofensa? En wwwcofradiaorg, un sitio dedicado a información de software libre, aparece la noticia de la que hablamos y ésta ha recabado media centena de comentarios Muchos de ellos son de franco enfado ante la medida Algunos tienen interesantes argumentos Por ejemplo, dice un usuario, cuyo apodo es "dabicho": ¡Orale! ¿Eso significa que ya nadie me va a vender quemadores ni discos vírgenes? o ¿Cuáles son estas 'materias primas'?, o bien, lo que menciona el usuario "almarag" (chequen su sitio: http://wwwalmaraginfo/): El problema no es que legislen en contra de la piratería El problema de esto es que son el tipo de leyes que se conocen como "normas perversas" Me explico Una norma perversa es una ley u ordenamiento que existe y puede ser aplicada, sin embargo, o bien no es posible de forma práctica aplicarla, o solamente se aplica en casos arbitrarios Este tipo de normatividades van en contra del sentido común, ya que no llevan una serie de medidas para evitar su incumplimiento, solamente castigan sin más ¿Ustedes creen que la piratería existe nomás porque hay gente que no quiere trabajar en lo legal? Es un problema MUY COMPLEJO Y continúa: La gente se va a la informalidad cuando no encuentra oportunidades de desarrollo dignas ¿Qué va a hacer el gobierno con cerca del 40% de la población desempleada? Nos guste o no, la piratería es un mal en este momento tolerado por el gobierno porque oculta el problema de fondo: no hay chamba ni oportunidad en el corto plazo de crear fuentes de empleo Ahora, ¿qué va a pasar? Seguramente las discográficas utilizarán la ley a placer para agarrar unas cuantas "cabezas de turco", con el fin de amedrentar (una mafia combatiendo a otra) y esto se verá a la luz pública como un acto de persecución y arbitrariedad más que como el cumplimiento de la legalidad" Y "almarag" concluye: ¿Quieren impulsar la ley? Entonces QUE LA APLIQUEN Que encierren a más de 40 millones de mexicanos donde se encuentran los que consumen, venden o trafican con la piratería Veremos si se atreven o como siempre, se convierte en otra arma para generar más corrupción Ahora usted, lector, lectora, tiene la última palabra

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