Se acorta el abanico lingüístico mexicano

jueves, 8 de diciembre de 2005 · 01:00
* Por discriminación y racismo al menos 25 lenguas étnicas, al borde de la extinción Campeche, Cam , 7 de diciembre (apro)- El abanico lingüístico que el país preserva corre el riesgo de seguir acortándose debido a presiones sociales sobre los grupos étnicos, advirtió el director general Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), Fernando Nava Afirmó que dichas presiones continúan siendo el racismo y la discriminación En entrevista, destacó que aunque oficialmente se reconoce en el país la existencia de 62 lenguas, en realidad hay identificadas más de 150 diferenciadas, de las cuales alrededor de 25 están en "grave riesgo de desaparición", entre éstas, varias de las vertientes del náhuatl "La famosa cifra de entre 56 a 62 no es un número que reporte un total contabilizado de lenguas, es más bien de grupos culturales, dentro de los cuales hay fragmentación lingüística "Ese es el panorama, y también de otras lenguas donde también habitualmente se ha manejado una palabra, pero que no representa una sola lengua; son el zapoteco, el mixteco, el otomí, el totonaco, el taraumara, en los que la palabra se ha venido usando como nombre del grupo cultural, y es correcto, es coherente, hablar de los taraumaras, que sí es un conjunto de personas culturalmente unificados, históricamente vinculados, pero en términos de lengua no es una sola la que hablan ellos", explicó El especialista detalló que "dentro del zapoteco puede identificarse unas 25 o más lenguas distintas; y con esto estamos refiriéndonos a una diferencia como la que tendrían el español y el francés; del mixteco, más o menos 15; del taraumara, unas tres; del totonaco, seis?" El titular de la dependencia que recién se creó a partir de la aprobación, en 2003, de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, destacó que en el siglo pasado se perdieron diversas lenguas, como el chiapaneco, que dio nombre precisamente al estado de Chiapas y que dejó de hablarse a mediados del siglo XX "También el cuitlateco; ésta se habló en Guerrero Están retratados con el investigador que fue Roberto Escalante, los últimos hablantes, los ancianos que eran los últimos usuarios de esta lengua hoy totalmente extinta "Se perdió la lengua ópaca, que se habló en el noreste del país, posiblemente en el siglo XIX, pero todavía confusamente se registraban algunos hablantes, pero más que hablantes eran personas que formaron parte de una cultura, sobrevivientes de la zona donde se habló la lengua, pero ya como uso del código lingüístico, creo que desde el siglo 19 se fue", explicó "Se dejó de hablar el quicapú en Chihuahua y en Sonora", dijo, y comentó que "la historia de esta lengua es interesante porque el quicapú es una lengua que surgió en la región de los grandes lagos, en Estados Unidos Los quicapú pactaron con el gobierno mexicano a mediados del siglo XIX el ´permiso para tener residencia pacifica en el país, paradójicamente para impedir que los apaches y comanches entraran a territorio mexicano Hoy sigue habiendo una comunidad quicapú en Coahuila, "pero antes era toda una franja la que ocupaban" "Hay una discusión si también en el norte de Chihuahua se habló lenguas apaches, de los grupos de Arizona y Nuevo México, pero, en todo caso, ya no se hablan esas lenguas en territorio nacional Y hay otra cantidad de nombres de la época colonial hacia acá, como el tamaulipeco, el maratino, la lengua de nadadores, en el noreste, y en la zona del centro se habló el guachichil y el cuajaban Se sabe de ellas por las cartas de los religiosos, de las misiones", señaló El lingüista resaltó el caso del náhuatl que, "sumando todas las subfamilias", cuenta con un millón y medio de hablantes, aunque muy diseminados entre sí: "Hay regiones donde hay muy fuerte el uso de la lengua, en la huasteca, por ejemplo En la confluencia de San Luis Potosí, Hidalgo y Veracruz, es muy fuerte y hay mucha conciencia de orgullo étnico, pero no todos los náhuatl están así, los de Jalisco y Colima van a la baja, los de Nayarit y Durango no tienen tantos hablantes, no constituyen un grupo tan fuerte" Destacó que en la actualidad, con 800 mil hablantes la lengua maya es la más fuerte en el país: "Es la lengua que más personas hablan como comunidad lingüística dentro de la cual tienen pocas o ninguna dificultad de comunicación fluida, porque el censo reporta al náhuatl con más número de hablantes, pero no constituye ninguna unidad territorial ni lingüística como sí lo tiene la lengua maya" Añadió que en la lengua náhuatl se tienen identificadas unas diez subfamilias: "Hoy día cuenta en muchas zonas del país con mucha vitalidad, pero hay lugares donde ya se dejó de hablar Todavía en los primeros años del siglo XX se hablaba en la costa de Oaxaca y actualmente ya se dejó de hablar A ésta, que se perdió específicamente en la región de Pochutla, justo para diferenciarlas de otras lenguas, se le conoce como pochuteco" Así mismo, resaltó que de igual manera se ha dejado de hablar el zapoteco y el mixteco en muchos lugares; "y en muchos casos ya no los podemos sustituir" "Las lenguas que se perdieron son subfamilias que se fueron para siempre", lamentó Entre estos casos mencionó "el náhuatl de Jalisco y Colima, son muy pocos hablantes los que quedan en esas zonas" Advirtió que en Ayapan, en el municipio tabasqueño de Comalcalco, la lengua ayapan, del grupo zoque, está próxima a extinguirse, pues a la fecha sólo quedan dos hablantes, ancianos "Es muy difícil rescatarla, se necesita una base social que esté manteniendo y dando coherencia de uso al código comunicativo Si ya no hay familia y cohesión comunitaria, para prender otra vez esta lengua es imposible hacerlo Se puede documentar, hacer un diccionario, pero hablar de que sea promisoriamente exitosa una revitalización, es imposible", señaló El funcionario afirmó que esta tendencia "es un fenómeno en todo el mundo", y para revertirla, dijo, el Inali realiza un diagnóstico "para echar a andar un programa de revitalización", aunque para ello se requiere conocer cuántos hablantes hay, en qué condiciones, si la familia, y el propio hablante tiene voluntad de incorporarse a dicho programa Señaló que, "dado el comportamiento actual de los hablantes, se ve que tienen un futuro inmediato y mediato de mucha vitalidad" en algunos casos, pero en otros, "no parece que tengan la conciencia de esto" "Hay lenguas en grave riesgo de desaparición, alrededor de 20 a 25; y otras con muy fuerte crecimiento de los hablantes, también 20 o 25 Del resto no tenemos el diagnóstico o la información que nos pudiera ponerla de uno y otro lado; están, digamos, pasivas, ni de un lado ni de otro, es decir, no están ni en grave amenaza ni tampoco en una situación de fortalecimiento étnico y de uso lingüístico Están estables, en un punto donde nosotros como instituto tendríamos como uno de los pasos inmediatos fomentar el valorar la lengua, mejorar la atención educativa participar en todo lo que tenga que ver con que la lengua repunte", explicó Entre los obstáculos para revitalizar las lenguas en peligro de desaparecer, mencionó los "elementos prácticos", como el tiempo y el personal para hacer estudios en cada lugar, pero el hecho de que las personas tengan vergüenza de usar sus lenguas es otro tipo de problema "Por desgracia a nivel mundial las presiones sociales, que no es un asunto de la lengua, sino de la condición social donde viven los hablantes, los presionan por actos de racismo, de discriminación; y la gente, para sobrevivir, se ve obligada a cambiar sus hábitos de conducta, hablar de otra manera, de vestirse de otra manera, de comer otra cosa, de trabajar y explotar de otra manera la tierra, los recursos "Para conocer, para sensibilizar al país de que la realidad lingüística es todavía mucho mas diversa que la de los grupos, tenemos que trabajar en proyectos, escuelas, los medios, para revertir tendencias, para lograr equidad, equidad", reconoció

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