La historia del oratorio de San Felipe Neri

lunes, 18 de julio de 2005 · 01:00
* Sus antecedentes impiden que sea entregada en comodato * Donde se asienta vivió el santo mexicano San Felipe Neri * La Arquidiócesis añora desde hace tiempo un museo de arte sacro México, D F, 13 de julio (apro)- Sin duda algo de lo que más indigna en el asunto de la cesión del Viejo Oratorio de San Felipe Neri a la Asociación del Patrimonio Artístico Mexicano, ha sido la forma de proceder de las instituciones responsables de la conservación y resguardo de ese edificio propiedad de la Nación Ha molestado también que la organización beneficiaria de esa transacción niegue ser una agrupación religiosa cuando sus dirigentes son el presbítero Armando Ruiz Castellanos, presidente de la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis Primada de México, y el cardenal Norberto Rivera Ruiz, cuando, además --según informes del grupo parlamentario del PRI en el Senado de la República-- ambas instancias comparten el mismo domicilio Más aún: apenas hace un par de años una operación similar haya sido detenida por la fuerza de la opinión pública y se haya modificado entonces la Ley General de Bienes Nacionales para impedir que volviera a suceder un caso parecido, y que, violando esta nueva disposición y con mentiras, se arreglara la cesión del Antiguo Oratorio El primer caso Fue en enero de 2003 cuando se reveló que el gobierno foxista pretendía entregar en comodato el Antiguo Palacio del Arzobispado, ubicado en el costado norte del Palacio Nacional, a la Arquidiócesis, la cual pretendía crear ahí un museo de arte sacro Se rumoró incluso que la pretensión de la Iglesia era recuperar el acervo de la Catedral Metropolitana, que actualmente forma parte del Museo Nacional del Virreinato de Tepotzotlán En aquel momento, como en éste, las autoridades esquivaron las respuestas concretas: la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que alberga en ese espacio un museo, aceptó la existencia del proyecto, pero dijo: "no hay más información" El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Dirección de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), esgrimieron que nada tenían que ver y sólo intervendrían en caso de que al edificio se le hiciera alguna readecuación arquitectónica En julio de 2003 se publicó en el diario La Jornada que la entonces Comisión de Avalúos de Bienes Inmuebles Nacionales (CABIN), había dado luz verde a la Secretaría de Gobernación para la entrega del edificio desde noviembre de 2002 El diario obtuvo los datos a través del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) Por su parte, el padre Armando Ruiz se negó a dar entrevistas argumentando que en su momento daría a conocer el proyecto del museo, lo cual nunca ocurrió El peso de la opinión pública hizo retroceder al gobierno de Vicente Fox en su pretensión y finalmente no se consumó la cesión El 11 de junio de ese mismo año, la senadora priista Dulce María Sauri Riancho presentó una iniciativa para adicionar dos artículos de la Ley General de Bienes Nacionales para evitar se repitiera el caso del Antiguo Arzobispado y asegurar que ningún inmueble que hubiera sido de propiedad eclesiástica dejara de estar bajo control de la Nación El 24 de mayo de 2004 se publicaron en el Diario Oficial de la Federación las nuevas disposiciones de la mencionada ley, que modificaron los artículos 78 y 84, que dicen: Artículo 78: Los muebles e inmuebles federales y sus anexidades utilizados para fines religiosos, son aquéllos nacionalizados a que se refiere el artículo Decimoséptimo Transitorio de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Estos bienes no podrán ser objeto de desincorporación del régimen de dominio público de la Federación, de concesión, permiso o autorización, ni de arrendamiento, comodato o usufructo Artículo 84: Los inmuebles federales considerados como monumentos históricos o artísticos conforme a la ley de la materia o la declaratoria correspondiente, no podrán ser objeto de desincorporación del régimen de dominio público de la Federación Los inmuebles federales señalados en el párrafo anterior, con excepción de aquéllos nacionalizados a que se refiere el artículo Decimoséptimo Transitorio de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, antes o después de su promulgación, podrán ser otorgados en comodato a favor de personas de derecho privado que no tengan fines de lucro, siempre y cuando garanticen su uso social, y se comprometan a absorber los costos de restauración, conservación y mantenimiento necesarios y a dar a los inmuebles un uso compatible con su naturaleza La historia se repite El paso del tiempo dio la razón a la senadora Sauri Riancho A mediados de junio se publicó en el mismo periódico que las secretarías de la Función Pública y de Hacienda y Crédito Público habían cedido en comodato el Antiguo Oratorio de San Felipe Neri a la asociación dirigida por Ruiz Castellanos Juan Pablo Gómez Morín, director del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), antes CABIN, esgrimió que la entrega en comodato a la Asociación del Patrimonio Artístico Mexicano "se apegó a la Ley General de Bienes Nacionales (el recinto nunca fue nacionalizado, tampoco deja de ser patrimonio del gobierno federal y se destinará a actividades culturales)" Una argumentación similar dio el área de prensa del INAH, que informó: "El edificio fue comprado por la Federación en la década de los sesenta; se pagó por él; era de un particular y, por tanto, no formó parte de la expropiación producto de las Leyes de Reforma De manera que si bien es un monumento histórico declarado, puede ser entregado en comodato a la Iglesia católica" Sólo que las senadoras Martha Sofía Tamayo Morales y Sauri Riancho investigaron que esta aseveración es equivocada, porque el inmueble "nunca dejó de estar en manos de la iglesia católica y como tal fue expropiado por las Leyes de Reforma" Refieren en un documento que la expropiación se hizo pública en la lista titulada "Noticia de las fincas y capitales que hasta la fecha han sido redimidos, pertenecientes a bienes eclesiásticos, la cual se publica con arreglo a la ley de desamortización", elaborada el 19 de enero de 1861 y dada a conocer por instrucciones de Sebastián Lerdo de Tejada en la edición del 26 de enero del periódico El Siglo Diez y Nueve, editado por el periodista liberal Francisco Zarco "En ella --subrayan las senadoras-- aparece listada claramente la parte del predio de San Felipe Neri que se mantenía en control de la Iglesia en esos años, con su dirección en la fachada trasera --que desde entonces poseía y que aún hoy conserva-- en la segunda calle de Mesones" Ciertamente explican, hubo una parte de ese predio, que la Iglesia vendió a un particular antes de la desamortización de bienes eclesiásticos, pero es el oratorio donde actualmente se encuentra la Biblioteca Sebastián Lerdo de Tejada, que no se incluye en el comodato de cesión y --en caso de consumarse éste-- seguirá bajo control de la SHCP Refieren que el antiguo oratorio se construyó a partir de 1661 y se ocupó en 1702 En el sitio donde se erige se encontraba la casa donde nació el primer santo mexicano San Felipe de Jesús Y citan el libro Iglesias y Conventos Coloniales de México, de E Rosell, editado en 1961, donde se narra que los monjes felipenses compraron la casa número 15 de la Calle de San Felipe Neri, en 1660 A un lado del viejo oratorio se construyó, un siglo después, el llamado Oratorio de San Felipe Neri El Nuevo (donde está la biblioteca), en un predio adquirido a las monjas de Santa Teresa la Antigua y a las de San José de Gracia Un terremoto acaecido el 4 de abril de 1768 derruyó el oratorio viejo y dejó inconcluso el nuevo, por lo cual los felipenses se trasladaron a la iglesia de La Profesa, perteneciente a los jesuitas (entonces habían sido expulsados de la Nueva España), que se les había entregado en permuta por los oratorios A partir de este hecho, la interpretación de algunas fuentes históricas hace pensar que el oratorio dejó de tener uso religioso y que la iglesia perdió su dominio sobre el Lo cierto, dicen las legisladoras, es que luego de que los felipenses dejaron el inmueble, se destinó a Casa de Niños Expósitos Y agregan que en la época colonial este tipo de instituciones eran detentadas por la Iglesia católica y la situación no cambió sino hasta, precisamente, las Leyes de Reforma Además, explican que, cuando ya todo el conjunto pertenecía a un particular, fue adquirido por el gobierno federal por iniciativa de Antonio Ortiz Mena, quien fue titular de Hacienda entre 1958 y 1970 Para las legisladoras este hecho, que es de "adquisición directa" es jurídicamente un acto legal de "nacionalización", por lo cual "confirma el hecho de que el oratorio queda comprendido en lo dispuesto por el artículo 84 de la Ley General de Bienes Nacionales" Contra la ley Así pues que la pretendida cesión viola esas disposiciones Se ha señalado ya en este espacio y en la revista Proceso que es, además, violatoria de disposiciones de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, de la Ley Orgánica del INAH y de la propia Constitución Las senadoras añaden la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, porque en su artículo 16 establece que este tipo de asociaciones sólo podrán usar bienes de la Nación "en forma exclusiva, para fines religiosos" y su patrimonio "será exclusivamente el indispensable para cumplir el fin o fines propuestos en su objetivo" El artículo 3 de esta ley dice, además, que el Estado mexicano "no podrá establecer ningún tipo de preferencia o privilegio en favor de religión alguna" Hasta donde se sabe, la asociación a la cual se cedería el oratorio no tendría fines religiosos Las tareas y objetivos que hasta el momento se han dado a conocer están relacionados con la conservación del patrimonio, funciones que, por ley, corresponden tanto al INAH como al Instituto Nacional de Bellas Artes En suma la cesión en comodato a cualquier asociación o particular de este inmueble o cualquier otro que haya sido nacionalizado por las leyes de reforma, o por otra vía, es contraria a las leyes ya mencionadas Lo cierto es que hace ya tiempo que la Arquidiócesis Primada de México viene planeando un museo de arte sacro Incluso hacia 1999 el proyecto fue apoyado por el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Cuauhtémoc Cárdenas, y se planteaba cederles un inmueble en la calle de Guatemala, ubicado detrás de la Catedral Metropolitana Así que, tal vez, aunque no logren la cesión del Antiguo Oratorio, no abandonen su viejo anhelo y pongan sus ojos en otro inmueble

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