PLATOS LÁSER: El Grammy, ¿premio en extinción?

sábado, 11 de febrero de 2006 · 01:00
México, D F, 10 de febrero (apro)- Pese a que es una ceremonia de lujo y sofisticación presidida por expertos de la industria discográfica y avalada por reputadas personalidades del mundo musical, la reciente entrega ?la número 48-- de los premios Grammy mostró que este galardón pareciera perder su objetivo ético de reconocer la grandiosidad del arte sonoro anual Curiosamente son pocas las voces que se alzaron el miércoles 8 en Los Ángeles contra los métodos de selección o poderosos intereses económicos de quienes otorgan los Grammy, como sí lo hiciera Eminem en el 2001, quien escribió en una canción: "Me importan un comino los premios Grammy, los críticos ni siquiera me tragan y mucho menos, me apoyan"; o en el 2002, el venezolano Franco De Vita, quien calificó a los Grammy latinos de ser "un fraude total" Ello por no mencionar sonadas pifias de los académicos del Grammy, quienes han cometido algunas de pena ajena, como haber otorgado en 1988 una estatuilla al conjunto Jethro Tull, catalogándolo como banda de rock pesado, ante lo cual su líder Ian Anderson declaró: "El trofeo me parece una cosita de plástico dorada que ni siquiera merece exhibirla ante los amigos, es horrible y de mal gusto" También están los extremos de políticas de censura: en 2002 y 2004 negarles la visa recibir su Grammy a figurones cubanos sólo por venir de la isla de Fidel Castro; o así mismo, cuidarse estos señores académicos las espaldas al transmitir la señal televisada del festejo cinco segundos más tarde para evitar que se difunda algún discurso político "non grato"; y ya, lo peor, que acaso se le salga un pecho a Shakira, Madonna, Laura Pausini u otra cantante popular (como le pasó a Janet Jackson en un Super Bowl) En verdad, tributar con Grammy es una herencia que proviene de los llamados "Discos de oro", un premio concebido a partir de una ocurrencia desde el comienzo de la fabricación en serie de los acetatos de 78 revoluciones por minuto, allá en el año 1905, cuando la luminaria Marie Hall (la estrella más conocida entonces por Estados Unidos) fue presentada con un brazalete donde lucía siete disquitos de oro Los "Discos de oro" modernos nacieron en 1950 gracias a la disquera RCA, para certificar ventas de un disco sencillo que alcanzara un millón de ejemplares Posteriormente se extendió este reconocimiento en varios países (México incluido) a los álbumes de larga duración cuando vendían un millón de dólares y, al tratarse de un "Disco de platino", si llegaban a un millón de copias Sin duda, con el advenimiento del CD y la creciente piratería masiva en el mundo, además de la compra de archivos musicales para ordenadores e iPod, estas certificaciones parecen francamente carecer de sentido Así, el centenar de estatuillas Grammy que se entrega cada año pareciera cumplir una función de utilidad, no tanto en el sentido de valoración estética al músico, intérprete, compositor, creador, etcétera; sino en cuanto al impulso económico para los promotores, artistas (por lo general bien cotizados, quienes garantizan ventas millonarias a las disqueras, como por ejemplo un Luis Miguel) y gente involucrada en el negocio de los discos; a la vez ayudan las acciones de los miembros y académicos de esta organización en torno a protección de los derechos de autor y otras funciones de difusión A 48 años de su fundación, el Grammy ha debido ampliar sus objetivos, sobre todo en la última década con el advenimiento de nuevas tecnologías, y "tener un impacto positivo en los músicos, integrantes de la industria y finalmente, en la sociedad" (ver en la red: grammycom) Lo interesante aquí es que se trata, en última instancia, de calificar la música grabada y como las paquidérmicas empresas disqueras pesan bastante en la decisión para votar nominaciones de sus respectivos artistas, los nuevos valores y las "disqueritas patito" no poseen tantas posibilidades de entrar en la alfombra roja del Grammy Es un galardón que recuerda los ancianos métodos de premio y castigo con que los maestros de la escuela solían regodearse para su propio beneficio y, dizque, satisfacción en aras de la cultura, el arte y la educación Contraparte MIDEM Por otro lado, la feria de la música MIDEM pareciera ser una buena alternativa, aunque también cojea Desde septiembre del 2005 sus organizadores abrieron un sitio en internet para promocionarla (www40midemcom) MIDEM 2006 cumplió 40 años y festejó en Cannes, Francia, del 21 al 26 de enero pasado, con un programa muy amplio y mucho más interesante que el glamour lentejuela de los Grammy Dominique Leguern, directora de la celebración musical (dedicada este año a Finlandia) afirmó a Apro: "Nuestro papel es animar los encuentros entre los sectores tradicionales de la música y los nuevos con nuevas ideas, sonidos, técnicas y posibilidades de difusión, con el fin de crear una plataforma todavía más dinámica y rica en sentimientos" En Cannes se celebró la séptima edición del Forum de MidemNet, por primera vez, en dos días, explorando las posibilidades de explotación de la música por Internet Además, en la pachanga MIDEM 2006 hubo 40 tocadas de unos 70 artistas internacionales en diversos foros de esa ciudad gala y se ofrecieron conferencias de ponentes que pertenecen a la industria musical, por tercer año consecutivo se dedicó una tarde completa a "Música para Imágenes" en torno a la sincronización de los sonidos con los videos, el cine y en la pantalla de televisión Las músicas urbanas fueron otro de los temas elegidos, y se otorgó un galardón europeo (European Border Breakers Award) al rapero finlandés Rebrama Fue el acordeonista Kimmo Pohjonen quien abrió MIDEM 2006 con el paseo musical "Ven a oir, Finlandia", acompañado del grupazo Värttinä, también finlandés; el universo del inglés Peter Gabriel y su canto africano Live 8 En la parte latina sobresalió la colombiana Shakira, el puertorriqueño Ricky Martin y el cubano Raúl Paz Los días 23 y 24 hubo dos shows de Clubes Electrónicos con disk-jockeys, rave, y bandas de techno y rock, como Kraftwerk, Depeche Mode y Yazoo, para dejar la parte clásica a Lorin Maazel y la Sinfónica de la Royal Opera House de Londres, con su primera ópera 1984, inspirada en la novela de George Orwell Y por último, hubo premios a los fans y otros diletantes con el rubro NRJ Music Awards 2006 Lo malo es que los MIDEM ya sentaron un mal precedente desde 1997, cuando ejecutivos musicales y artistas de Cuba socialista fueron vetados a la segunda conferencia anual de música latina en Miami Beach, Florida Lo bueno: MIDEM latino reculó y en 1998 decidió que eran bienvenidos los de Cuba Si la música no tiene o no debería poseer ideologías partidistas, la industria de los discos sí que cuenta con ciertas preferencias

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